Ambos chicos se encontraban ya en la heladería. TaeHyung sosteniendo sus manos, con sus dedos entrelazados. La manito de JungKook era muy pequeña en comparación con la suya, eso le causó una ternura y un calor inundó su corazón. Sin duda alguna ese chico con ojos de Bambi hacia latir su corazón.—¿de qué sabor quieres tu helado, JungKook? —le preguntó Kim con una sonrisa.
—de fresa, Tae. —le devolvió la sonrisa.
—okey pequeño.
Una chica llegó al mostrador. Tenía piel blanca y cabellos púrpuras, con su uniforme. Les regalo una sonrisa a los dos chicos, miro a Kim y le guiño uno de sus maquillados ojos.
TaeHyung se sonrojo, y JungKook gruño por lo bajo. ¿Por qué? Ni el lo sabía, sintió su sangre hervir, quería golpear a esa puta.—Buenas tardes, chicos. ¿qué desean? —miro coqueta a TaeHyung.
—un helado de fresa, y otro de chocolate, por favor. Jungkookie vamos a sentarnos. Si los puede llevar, ¿cierto? —Tae miro a la chica.
—sí, si pued- ¡podemos!, si podemos jóven.
—bien, gracias. —le regalo de nuevo una sonrisa incómoda y se fue con kook a sentar.
Llegaron a una mesa cerca de la ventana.
El paisaje era lindo, el sol chocando con los edificios, los autos, personas en traje llendo a comer. Mascotas con sus dueños, padres y niños. El cielo de un bello azul celeste junto a un par de rayos por el sol. Estos reflejados en el perfil del menor, quien contemplaba todo con un brillo en sus orbes.—oye, kook.. —el mayor rompió el silenció, Jungkook girando su cabeza viéndolo con un sonido de que prosiguiera.— ¿por qué tienes tu rostro golpeado? —dijo serio.
—oh, Hyung.. —lo miro nervioso— me asaltaron camino a casa. —mintió bajando la mirada.
Cuando el mayor estaba por hablar, llegó la chica con los helados. Llamando la atención de ambos. Dejando el helado de Tae de una manera sensual, poniendo en su rostro sus pechos. JungKook miro con molestia esa escena, su mayor se estaba perdiendo en los bultos de la chica.
—disculpa, si no es molestia.. ¿Cómo te llamas? -dijo JungKook con cara de pocos amigos.
—. Sana. -respondió seca.
—bien, Sana. Te voy a pedir que dejes de coquetear con él —señalo a Tae—. por favor. No es bien visto que los empleados tengan más atención a un cliente que a otro —se señalo y después su helado— te pedí de fresa, no de vainilla Tae Tae. -hizo un puchero adorable.
El mayor lo vió, sintió su corazón derretirse. ¿Es legal ser tan lindo? Se preguntó.
—si, Sana. Deja de hacerlo, tengo novio.—tomó la mano de Jeon por encima de la mesa entrelazó sus dedos y miro a la chica— y no quiero tener problemas con él, gracias.
—Aigo, son unos malditos homose-
—cuida tu lenguaje, chica. Podría decirle a tu gerente, ¿lo sabías? —dijo Tae viéndola serio.
—okey, okey. Disfruten su helado. —estúpidos homosexuales de mierda.
Una vez la chica se fue, Kook soltó el aire en sus pulmones. Recordando que sus manos estaban juntas. Sonrió de manera inconsciente, olvidando todos sus problemas por un momento.
—gracias por el helado, Tae.
—de nada, kook.
Terminaron su helado, y se despidieron. Kim no cayó en la mentira de "me asaltaron". Pero se la dejó pasar a su pequeño, después le tendría confianza y le contaría.
Llegó a su " Hogar", viendo a su padre en uno de los sofás con una prostituta. ¿Cómo?
Si el dijo que no tenía dinero para su comida, ¿pero si lo tenía para una de sus putas? Subió en silencio, sin darse cuenta de la mirada de su padre sobre él.Se encerró, esta vez no quería que nadie lo interrumpiera. Comenzó a hacer su tarea, y dos más por si acaso, Jungkook nunca sabía si Dawn o alguno de sus amigos hacia acto de presencia. Terminó todo a las 2:24 am.
Dio un ligero bostezo, cambio su ropa por su linda pijama de conejitos y durmió.
Durmió cómo no lo había hecho en días.Este día había sido mucho mejor que otros, eso creyó al irse a dormir. YuGyeom volvió, Tae le invitó helado, y no había hecho eso de nuevo.
Vuelvo a decir...
CON ESTE FANFIC NO BUSCO OFENDER LA IMAGEN DE LOS IDOLS.
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M A G I C S H O P ;; 태국 ✓.
Fanfictionミ;; ❛❛JungKook sufrió de la muerte de su madre desde entonces su vida se convirtió en un verdadero infierno, el diablo siendo su mismo padre. ¿Quién pensó que un chico adinerado y amable se convertiría en su salvación?. Se preguntaba si podría ser f...