M A G I C S H O P ;; 태국 ✓.

[39] Magic shop.

Después de que hablara con Jennie la sirvienta les preparó un aperitivo, los dos Kim comieron sin rechistar era delicioso. Pasaron la tarde entre risas, cuando los padres de TaeHyung llegaron saludaron a la de ojos rasgados con una sonrisa.
Pronto la noche cayó; el ruido de los grillos y estrellas acompañando la noche fresca. Se dirigió a su habitación después de haberse despedido de sus acompañantes y decidió tomar una ducha tomando su ropa entrando al baño.

Dejo sus cosas de lado poniendo música, uno de sus cantantes favoritos Lewis Capaldi. Puso las canciones hasta que entró a la bañera; el agua caliente cayendo por sus músculos relajandolo al instante. Después de unos 20 minutos salió con una toalla enrollada en su cintura, tomando su celular. Al salir lo lanzó a su cama y seco su cabello poniéndose una elegante pijama color tinto después. Se recostó con cuidado conectando su cargador y revisando su celular decidiendo marcar el número de su novio, tres tonos y contesto.

—¡Hola, Koo!. —saludó alegre—... ¿Koo?... —preguntó con preocupación al no escuchar a su pareja.

—Hola, hyung... —habló con una voz suave, como si el hecho de decir una palabra le doliera más sin embargo, sonando cálida.— ¿Qué tal su noche?.

—¡Fue muy buena, Kookie! Hablé mucho con Jennie. ¡Tenía tiempo sin verla! Seguro te preguntarás quien es, pues es mi media hermana. Es hija de mamá Choi, ¡Ella sería tu Noona! No tiene mi edad, ella los cumple primero, es muy divertida y sabe cocinar. —sonrió.

—Ohh, me imagino TaeTae... —tosió—. D-debe ir a dormir, ¿Si?.

—Amor..., ¿Estás bien?.

El hecho de que JungKook hubiera tardado un poco «mucho» en responder lo hizo preocupar un poco más, a punto de hablar nuevamente escucho una suave y delicada risa en la otra línea junto a un “lo estoy, TaeTae” que lo hizo calmar.

—Bueno, pequeño..., Debo irme a dormir, descansa. ¡Te quiero mucho!.

—Tambien lo quiero, hyung.

Ambos chicos se despidieron y TaeHyung durmió con una sonrisa, al contrario de JungKook.

[...]

Un azabache se encontraba sollozando en silencio nuevamente tocando con terror cada una de sus nuevas heridas ocasionadas por su padre. Éste al llegar a casa y ver a su hijo dentro pidió a JiSung que se fuera {cosa que el menor hizo} no se contuvo y saco su cinturón comenzando a golpear a su hijo sin importarle que el menor le pidiera un poco de piedad.

Pensar en esas escenas le llenaba de terror.
Cubrió su rostro sollozando nuevamente, sus mejillas con dolor al intentar sonreír para curar sus penas. Una vez TaeHyung le dijo “la vida es dura, pero es mejor si sonríes” y eso intentaba.
Pero dolía.

Así que decidió dormir dejando ir sus penas en el mundo de Morfeo.
Al día siguiente se despertó un poco tarde dándose cuenta que perdería las primeras clases si no se apresuraba, así que se cambió y tomó sus cosas bajando lo más rápido que sus piernas le dejaron, además que su dolor en el cuerpo no lo abandonaba. Una vez llegó agradeció que lo dejarán pasar y entro a su clase de matemáticas con vergüenza viendo a su profesor quien lo dejo pasar.

—Ah.., ya me quiero ir. —susurró Jeon.

—Queremos, Jeon. —murmuro alguien a su lado.

JungKook se alarmó y lo miro.

—Tranquilo, no te haré nada; soy JaeBeom. —sonrió.

—¿JaeBeom...? Uh.., ¿No eres algo mayor para esta clase?. —preguntó el azabache menor con timidez.