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Septiembre 07, 2019. {11:48 horas}
Seattle, Washington.
Daniela Calle.

Cuando abrí los ojos Alex estaba acostado a un lado mío mientras veía algo en su tablet.
La luz entraba por pequeños espacios en mi persiana.

–¿Qué haces aquí?- pregunté mientras rodeaba con mi brazo su pequeño cuerpo.

–Mamá dijo que si podías llevarme a la casa de la abuela para pasar el fin de semana.- él dejó la tableta a un lado y luego se puso de lado para abrazarme.

–Sí.- dijo antes de encajar mis dedos contra su vientre, causando cosquillas. Alex comenzó a moverse entre mi mis brazos antes de comenzar a gritar. –Ya... Ya.- dije soltándolo. –¿Desayunaste?- él asintió.

–Ya almorzamos, MJ preparó spaghetti con albóndigas.- sonreí con suavidad apenas escuché el apodo de la chica que vivía con nosotros. 

–Entonces me doy una ducha y vamos a dejarte, ¿está bien?- dije antes de levantarme de mi cama.

Luego de tomar ropa de mi armario decidí entrar a la ducha con música electrónica de fondo.

Los recuerdos de la noche anterior estaban frescos en mi memoria; sabía que sería difícil olvidar aquello, pero también que MJno me dirigiría la palabra por algunos días, conocía a las chicas como ella.

–¡Abuelaaaa!- Alex gritó mientras corría al encuentro de la madre de mamá.

Luego de que la abuela charlara conmigo acerca de lo sucedido con mi madre durante la noche anterior, decidí que era tiempo de volver a casa; subí a mi auto y conduje durante 3 horas y media de Astoria a Seattle.

Durante el camino Leo recordó en el grupo de WhatsApp que la fiesta que se daría en Georgetown seguía en pie.

Decidí llamarlo mientras conducía.

“¿Que pasa?” dijo apenas respondió a mi llamada.

–Debes invitar a Johanna.- dije directamente.

“Dice que no puede dejar sola a MJ” respondió él.

–Dile que la invite, no creo que quiera negarse. Si es necesario diles que irás por ellas, te presto mi coche.- dije antes de pararme en un semáforo.

“¿En que irás tú?”

–En la moto.- dije antes de continuar con el viaje. –Encargate de que ellas vayan, ve a mi casa e inisiste en que vayan contigo. Estaré ahí en media hora.

“Esta bien...” se quedó en silencio un par de segundos, pero sabía que tenía una duda más. “¿Por qué tanta insistencia en que vaya tu hermana?... Oh, ya sé... ¿Es por MJ?”

–He logrado una parte del plan... Pero quiero que esto se cumpla de una vez... Necesito el dinero.- dije antes de que él riera.

“Vas a terminar enamorada de ella, es muy dulce.” lo escuché decir antes de que yo colgara.

Sí. Estaba viviendo la historia donde el chico se acostaba con la chica para ganar una apuesta, sólo que en esta historia yo no tenía un pene. Con Leonard, Steve y Pablo, siempre terminábamos ganándonos unos dólares con esas estúpidas apuestas.

Exactamente treinta minutos después, llegué a casa. El cielo estaba oscuro y las luces de la casa estaban encendidas; apenas abrí la puerta miré a Johanna bajando las escaleras vistiendo un vestido negro pegado a su cuerpo. –¿A dónde irás?- pregunté fingiendo curiosidad.

–Con Leo y Jossy.- ella continuó su camino y yo la seguí hasta la estancia, ahí estaba Leo escribiendo un texto en su móvil.

–Le dije a Marc que viniera por nosotros, mi auto aún no sale del taller y...

Un año; CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora