30 Días Con Edward Y Jacob. ( + 18 ) (TERMINADA)

Día 28

Furry.

Jacob despertaba después de su pequeño y inesperado desmayo, observó a su alrededor y todos los vampiros los miraban incluso su pequeña bebita lo hacía.

—Rosalie, puedo cargar la, como se llama. —Preguntó Jacob a la vampiresa rubia.

—Selene y es tu hija Jacob, claro que puedes cargar la.

—Un momento, por qué ustedes dos parecen sacados de una novela juvenil. —Preguntó Emmett con burla.

—Los dos tienen los ojos rojos, colmillos, orejas, cola de lobo y al estar en la luz brillan.

—Ahora que lo dice tengo muchísima hambre y sed, pero no quiero agua o cualquier otro líquido, quiero; no deseo beber sangre.

—Ahora que Jacob lo dice yo también tengo hambre y quiero beber sangre.

—Ya creo saber lo que paso, Jacob al tener fuertes genes de lobos, al ser él alfa de no una si no de dos manadas heredó fuertes características que la ponzoña vampiro no pudo arrebatar.

Leah, Jacob y los demás escucharon atentamente todo lo que decía Carlisle, hasta que ambos sintieron como sus pies se volvían patas de lobo, sus manos y todo su cuerpo se llenaron de pelo y su nariz parecía ahora las grandes fauces de un lobo grande y fuerte, mas sin embargo a pesar de tanto pelo seguían brillando al sol y sus ojos se iban tornando negros debido a que no estaban consumiendo sangre, líquido que su mente y cuerpo pedía a gritos.

Carlisle se llevó a Leah a su laboratorio para estudiar esa extraña apariencia que habían tomado Leah y Jacob, Jasper y Emmett habían ido a cazar juntos, Alice, Esme y Rosalie se llevaron a la pequeña Selene con ellas y Jacob y Edward quedaron solos en el gran salón.

Edward y Jacob subieron a su habitación, Edward no paraba de pensar en lo bien que Jacob se veía y cuento deseaba poserlo en esa forma de lobo café con características humanas y animales, creía recordar que se llamaban furrys esas cosas, recuerda haberlo leído o escuchado de la mente de alguien en algún momento de su larga vida, inmortal.

Jacob se recosto sobre la cama boca arriba y con su nueva forma furry, se quedó observando a Edward, quien no dudó ni un segundo el acercarse a Jacob, poniendo su cuerpo encima del de Jacob y el vampiro quiso besarlo pero tenía hocico y no labios, así que optó por no hacer lo.

Pero Jacob lo lambio y Edward con muchísima ternura besó el hocico de su cachorro y queriendo ir más allá y sin dudarlo, bajo totalmente por el peludo cuerpo de Jacob y encontrando su masculinidad y su orificio trasero, se encargó de besar y lamer el interior y exterior de ese bonito orificio, haciendo un bonito beso negro o analingus a su cachorro que ahora era un furry; uno muy hermoso a ojos de Edward.

Edward, termino de darle amor al pequeño orificio rosado de Jacob y en esa bonita y adorable forma de lobo, no resistió y cumplió su deseo de poserlo y de paso le brindó aun más placer a Jacob Furry, tocando su masculinidad, con movimientos circulares y hacía arriba y hacía abajo, llevando al lobo a sentir un placer inimaginable y Edward después de muchísimos minutos, observó como su pequeño Furry alcanzó el clímax y se corrió en la mano del vampiro y su ahora peludo vientre; minutos después Edward lo siguió.

Edward se encargó de limpiar al lobo como siempre solía hacerlo, después de cada sección de amor propio, después de todo era y siguió siendo su cachorro, observó como su pequeño Furry agarraba con fuerza las sábanas, sus ojos eran totalmente negros y allí Edward supo lo que pasaba y no dudó llevarlo con Carlisle.

Al llevarlo allí encontró que Leah y Carlisle hablaban de ir a beber sangre humana y ver que sucedía, así que eso mismo hicieron, Edward, acompañó a los dos lobos a cazar y los dos caninos no tardaron en encontrar una presa, un humano que estaba escalando la montaña y se había cortado.

Jacob, sintió ganas de morder ese humano, pero se llevó a Leah consigo antes de que los dos cometieran una locura.

Jacob encontró un felino gigante y se lo ofreció a Edward y Leah, él vampiro bebió toda la sangre y Leah la carne del felino en donde aún quedaban rastros de sangre, en cambió Jacob devoró dos antilopes que dejó los huesos totalmente blancos, volvió con su esposo y mejor amiga y de la nada un fuerte dolor lo atravesó y Leah pasó por lo mismo.

Los cullen fueron a ver que sucedía y todos vieron sorprendidos como de ser furrys los dos, se habían convertidos en unos majestuosos lobos, Jacob castaño oscuro y ojos dorados, Leah blanca como la nieve y de unos hermosos ojos azules. Ambos lobos se veían grandes y majestuosos.

Los dos caninos con muchísimo dolor volvieron a su forma humana siendo ésta vez totalmente humanos o al menos su anatomía lo era, porque desde ese momento eran vampiros y según Carlisle su transformación a lobo se debía a la ingesta de sangre, los llevaron a la casa y les ofrecieron comida humana, que no rechazaron pero que tampoco les fue indispensable.

Carlisle les dio a todos la noticia de que Jacob y Leah, eran vampiros y lobos a la vez y una vez cada semana debían comer y dormir como lo solían hacer antes, eso era debido a que aun mantenían su gen Lobezno, Carlisle les recomendó beber sangre constantemente pero en pequeñas cantidades para evitar cambios bruscos de vampiro a lobo.

Y así la familia, Cullen, Black, Clarewater, por fin estaba completa.