Mi fetiche. (Odaxelagnia).
Edward, Jacob, Leah y la pequeña Selene tenían su hogar propio, Carlisle y Esme les habían regalado a los cuatro una muy bonita y lujosa cabaña, a la que Seth frecuentaba, le encantaba estar con la pequeña, amaba muchísimo a su sobrina y el pequeño lobo sospechaba que la pequeña niña era su imprima, pero hasta que no estuviera totalmente seguro no diría nada a nadie.
Por otro lado Leah se llevó a su pequeña Selene, la pequeña criatura tenía una forma de pequeña infante de unos siete años aproximadamente, Seth acompañó a su hermana y sobrina al bosque dejando solos por primera vez en muchísimo tiempo a Edward y Jacob, quien después de sobrevivir al veneno vampiro, deseaba por fin, morder y ser mordido por Edward, tenía esa idea en mente desde que se hizo uno de manera carnal con Edward, esa primera y maravillosa vez en que sus cuerpos y bestias estuvieron a total merced del otro.
Edward, leía un libro frente a la chimenea y Jacob intento ser lo más sigiloso posible para poder asustarlo o sorprenderle pero Edward fue más rápido y astuto fue él, quien terminó asustando a Jacob. Esa pequeña broma que salió mal, hizo reír a ambos y los dos pasaron de estar riendo a estar besándose, las caricias y toqueteos iban en aumento, no sólo sus caricias aumentaban también sus masculinidades crecían a cada minuto y con cada roce que se brindaban mutuamente.
Estaban yendo muy rápido, pero así como a uno le urgía penetrar, al otro le urgía ser penetrado. Fue mutuo, por eso no hubo reproches, todo lo contrario ambos estaban bastante calientes. En menos de diez segundos sobre el sofá ya no había rastro alguno de la ropa que traían puesta minutos antes.
Jacob no perdió el tiempo y apoyó la punta del glande en el orificio del vampiro y comenzó a empujar. Y no paró hasta sentir que los testículos golpeaban contra las nalgas de Edward, pero eso no era todo, Jacob comenzó a morder a Edward en todos los lugares que se le ocurriera.
El mencionado vampiro hundió los dedos en la espalda del lobo, estaba tan concentrado en las mordidas de Jacob a su anatomía, que ya no sentía nada más que las mordidas de Jacob.
Jacob se concentró para no acabar tan rápido y se quedó, descansando, en el lugar, con el miembro fuertemente atrapado en la calurosa intimidad de su esposo.
Pero duró poco esa calma; Con firmeza siguió mordiendo a Edward, le estaba encantando por fin marcarlo como suyo.
Seguramente que sus grititos de amor se estaban escuchando inclusive hasta en Italia, pero no le importó.
Por fin Jacob lo tenía ensartado como tantas veces había fantaseado, pensaba gritarlo para que el mundo se enterase de que estaba muriendo de felicidad.
Jacob decidió cambiar el lento y cuidadoso vaivén en algo frenético y descontrolado que por momentos volvía a ser pausado y delicado.
Eso era sencillamente enloquecedor para Edward, Jacob no podía creer que era él quien le estaba arrancando esos gemidos y causando ese hondo placer.
Sin embargo el lugar no era muy cómodo y ninguno de los dos quiso acabar con el encuentro tan rápido.
Edward retiró la masculinidad de Jacob de su interior y se incorporó, tomándolo de un brazo para arrastrarlo hasta la cama matrimonial que tenían para momentos como esos.
Edward fue dando lengüetazos, hasta quedar a la altura de la entrepierna de Jacob y sin pensarlo, engulló su miembro, extasiado con el fuerte aroma, la rugosa textura, la suave piel y el penetrante sabor.
El chico lobo se aferró a la cabellera de su amante, Edward querías más y Jacob le había dado una idea y con solo unas palabras al oído del lobo.
Jacob le dio la espalda y se dejó caer sobre su pene el cual con lentitud fue abriéndose camino. El ritmo lo marcó Jacob, con las rodillas y las piernas sobre la cama, fue empujando poco a poco.
Él vampiro no soportó la tentación de incorporarse un poco para penetrarlo del todo; se aferró a las caderas del castaño, le permitió al otro que se moviese a gusto y placer, enredando luego la cintura con uno de sus potentes brazos y no sólo eso también comenzó a morderlo dejando marcas rojizas que le provocaban cierto dolor a Jacob; mas sin embargo Jacob con su espalda arqueada y la cabeza ligeramente hacia atrás, descansando sobre el hombro de Edward, le permitió a éste abrazarlo intensamente, y fue la mano derecha la que descendió hasta el miembro de Jacob para masturbarlo, tomó con la palma abierta el glande, el cual aprisionó dolorosa y deliciosamente; para esas alturas Jacob estaba irreconocible.
Luego, para tortura del mismo, el vampiro acarició los testículos cubiertos de un vello negro y volvió más tarde al falo que estimuló hasta que un líquido blanco, sumamente espeso y con un aroma muy conocido para ambos, Jacob sacó la masculinidad de Edward de su interior y le repartió mordidas por todo su cuerpo, Edward le imitó y el vampiro si poder resistir más terminó por correrse y Jacob también se corrió por segunda vez en menos de diez.
Se quedaron unos cuantos segundos en esa posición, como congelados, intentando entender qué había pasado.
Terminaron sentados en la cama, observándose mutuamente, hasta que Jacob dio una última mordida a Edward y se acomodo entre los brazos del vampiro, a pesar de que ya no durmiera seguido, la voz de Edward al cantarle esa canción que él vampiro escribió exclusivamente para él lo relajó y cayó dormido, por mientras Edward pensaba en que habían practicado la odaxelangia, lo qué significaba; sexo desenfrenado y con mordidas que son el detonante feliz placer, para las personas con ese fetiche, al parecer su cachorro era una de esas personas y no lo molestaba en lo absoluto, al contrario lo amaba.
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30 Días Con Edward Y Jacob. ( + 18 ) (TERMINADA)
VampirEdward y Jacob de la saga de Crepúsculo se conocen , sin estar Bella de por medio por lo que toda su historia cambia y por eso existe esta historia que me tome la molestia de crear y desarrollar en el reto de 30 días otp (+ 18). Cabe mencionar que...