»100 days ✔️ [ Yoonlice ]

✔️ 009 ✔️

| Disculpas |

Cuándo mi cerebro empezó a recobrar la conciencia, e hizo que mi cuerpo empezará a despertar, poco a poco, lo primero que no me sorprendería, era encontrar el techo del hospital y su horrible olor. Pero al hacerlo, no encontré ninguna de las dos cosas.

Un techo blanco, y unas voces de fondo captan mi atención, escuchó unas pisadas cerca de mí, así que optó por hacerme la dormida y escuchar que es lo que tanto hablan.

—¡No debiste traerla aquí! — esa voz es la de Yoongi, grita en un pequeño susurró para no despertarme.

—¿Y que querías? ¿Qué la dejara afuera de mi casa con todo lo que le compró a tu mamá? ¿Sabes Yoongi? Puedo ser muchas cosas, pero no un estúpido que deja así a las chicas, además, no sé que estúpidos problemas se traiga contigo, pero tampoco quiero saberlo — y ahí estaba SeokJin. —Lo único que me interesa saber, es que rayos sucedió y porque ella se puso así — no, con que Yoongi sepa sobre mi enfermedad, es más que suficiente.

Poco a poco fui abriendo los ojos y pude notar a dos personas cerca de la puerta, lo que supuse que eran Yoongi y SeokJin, que al verme despertar, rápidamente vinieron hacia mí.

—Lisa, ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? — preguntó.

—S-Sí, sólo necesitaba un descanso urgente — sonreí, pero él no. Le hizo una seña para que SeokJin se fuera, me miró y me sonrió, yo también le sonreí y salió de la habitación.

Mi mirada rápidamente choco con la suya, él soltó un suspiro y se sentó a mi costado, él agachó la cabeza, sin mirarme, lo cual fue una señal de que estaba molesto.

No sabía que hacer o que decir, mínimo para aligerar el ambiente. Sin darme cuenta, ya me encontraba mirando detalladamente las paredes y lo que había en la habitación.

Un poster de Epik High pegado detrás de la puerta. Maldición, a Yoongi también le gustaba esa banda, ahora quiero fangirlear con él. Las paredes estaban pintadas de un bonito gris, no obscuro, pero si relajante, mi mirada fua hasta la pared de enfrente, en donde había un poster de un piano gigante. Ouh, a Yoongi le gusta tocar.

Un ropero, algunas fotos de él y su madre, y unas que otras con los chicos. A lado de su cama había un mueble pequeño de un cajón, una lámpara de noche arriba de éste y una libreta. Uy, curiosidad lárgate, este no es un buen momento.

Aclaré mi garganta y me decidí hablar.

—Bonita habitación — halague, pero el soltó una risa sin gracia, se giró y me miró como si no pudiera creerlo.

—¿Es en serio, Lisa? — hice un pequeño puchero. —¡Estuviste a punto de morir y lo único que se te ocurre es un..."Bonita habitación"! — él se levantó de la cama y lo seguí con la mirada.