»100 days ✔️ [ Yoonlice ]

✔️ 017 ✔️

| Reencuentro |

—No me digas, ¿También recibiste el correo? — pregunté mientras sostenía mi teléfono con mi hombro y buscaba algo “lindo” que ponerme.

—Aún me preguntó si eres algún tipo de bruja con hechizos perfectos — rió y niego con la cabeza, tomó una falda y la observó.

—¿Irás? — pregunté, deje la falda y mire toda la ropa que tenía regada por la cama.

—Paso por ti en treinta, ¿Vale?

—Gracias, i love you — él rió ante mi inglés.

Colgué y arrojé mi teléfono en la cama, me dí media vuelta y me dirigí nuevamente hacia mi ropero, abrí la puerta donde se encontraban todos mis vestidos, pase alguno y sonreí cuando encontré el indicado.

Un vestido tipo camisa de manga larga, pero en la cintura, lo dividía un cinturón blanco de la misma tela. Camine descalza hacia donde estaban guardados mis zapatos, miré con duda todos, miré mi atuendo y volví a mirar.

Me agaché y tome unas zapatillas estilo sandalias, color crema.

Me levanté y camine hacia el espejo, me senté en el taburete y puse un poco de brillo labial en mis labios, y un poco de rubor en mis mejillas, sombra en mis párpados y peine mi corto cabello.

La puerta fue tocada dos veces.

—Adelante — dije sin dejar de mirarme en el espejo.

—Señorita Monoban, el joven Yoongi está en la sala, esperándola — asentí.

—Dile que en un momento bajo. Gracias Mina — ella hace una reverencia y sale, cerrando la puerta de mi habitación.

Suspiro y una vez que estoy completamente lista, tomó mi pequeño bolso que hace conjunto con mi vestido y zapatillas. Tomó mi teléfono que está en la cama y salgo al corredor, donde camino hasta llegar a las escaleras. Empiezo a bajar poco a poco.

Al terminar de bajar, puedo ver a Yoongi sentado en el sofá, mirándome asombrado.

—¿Qué? ¿Jamás habías visto una chica con un vestido? Sí quieres te los puedo presentar — él sonrió y negó, se levantó y camino hacia mí.

—Tuve un dejá vu, cuando dijiste eso — sonreí y rodé los ojos. —Pero bueno...¿Nos vamos? — asentí.

Me sobresalté en demasía cuando su mano tomo de repente la mía, rápidamente bajé mi vista hacia nuestras manos y la volví a levantar mirándolo.