¿Qué si soy un neófito en las emociones? Sí, no las sé sentir, ni muchos menos describir.
Todo internamente es un caos.
Siento que alguien se sienta a la par mía y golpea mi hombro.
—Me preocupas —le sonrío y lo vuelvo a ver.
—No tienes por qué hacerlo.
—No puedo evitarlo, me sale al natural —quito mirada de él y regreso mis ojos al campo enorme de fútbol. Respiro profundo y muevo mis labios.
—Deberías de alejarte de mí, yo arrastro gente inocente al abismo más hondo.
Michell se ríe y yo lo vuelvo a ver.
—Créeme que yo estoy en el nivel más hondo que pueda existir —le doy una leve sonrisa —No creo que me puedas empujar a más —su mirada se pierde y sigo su dirección, las bancas lejanas y uno que otro pájaro moviéndose por el cielo azul con algunas nueves dispersas —Bro, no te dejes vencer, siento mucho por lo que estás pasando, e incluso, yo mismo paso por colapsos de ansiedad y pues... —su silencio hace que mi rostro regrese a él, su mirada está sobre el pasto ahora, tratando de no hundirse en un mar de pensamientos. Frunce su ceño y me ve —Yo estoy roto también, y por ahí he escuchado que una persona que está totalmente destruida no puede ayudar a otra —sonríe— Pero la intención es lo que cuenta, ¿no? —asiento con mi cabeza y le devuelvo la sonrisa.
—Se supone que solo yo iba a salirme de la clase —Michell se tira sus características carcajadas y me da una palmadita en la espalda, es característico de él, no sé cómo le hace para sacar alegría en medio de su dolor.
—Los amigos se acompañan hasta el final, y si eso implica tener que salirme de la "asombrosa clase" del maestro Wang, pues démosle —sus palabras me hacen sentir un alivio y mis labios se arquean para sacar una risita.
—¿Qué pasa entre tú y el maestro Wang? —él suspira y deja caer sus manos sobre el pasto para acomodarse, quita de mí su mirada y la regresa al frente.
—Bueno, ya que quiero que te olvides por un momento de lo que estás pasando, te lo voy a contar —hundo mi ceño y lo veo atentamente, por fin voy a descubrir qué es lo que pasa entre ellos dos, no aquella leve versión que quiso contar, sino la verdadera —Verás, el maestro Wang y yo nos llevábamos bien, quizás y hasta pudimos llegar a ser mejores amigos, pero hubo un tiempo en donde yo pasaba por un caos familiar, mis padres estaban a punto de divorciarse por el problema emocional que pasábamos por la pérdida de mi hermano, no sabíamos a dónde dirigirnos, mamá comenzó a quitar su dolor comprando indiscriminadamente, papá empezó a tomar después que salía del trabajo, todas las tardes se encerraba en su oficina que tiene en la casa, y tomaba, tomaba hasta ya no tener conciencia —sus ojos se comienzan a empañar, noto un quiebre en su voz, pero se refrenar, hace un esfuerzo sobrenatural y traga saliva, sé que no quería mostrar todo el dolor que le causaba contar esa historia, y me duele, me duele ver cómo él ha sufrido igual o más que yo —A causa de ese problema, yo intenté refugiarme en drogas, quería perder la conciencia de lo que miraba, quería navegador por lugares que la droga me hacía llegar, así que baje todo mi rendimiento, aquel chico responsable que era en la secundaria e incluso a comienzos de la universidad, se esfumó, intenté ser el cuerdo de la familia por meses, pero no soportaba ver a mis padres autodestruyéndose, así que me uní a ellos, he incluso llegue hasta el hospital por una sobre dosis... —puedo sentir ese dolor y trago saliva para no sacar mis lágrimas.
No podía imaginarme a Michell muerto, quizás estuviera viviendo está situación solo sin él, quizás hasta hubiese entrado en un colapso si no hubiera aparecido ahora.
—...En ese momento mis padres reaccionaron, quisieron intentarlo de nuevo, e incluso, pagaron una terapia familiar, pero yo ya estaba muy roto para escuchar palabras bonitas, no había cabida en mi corazón para otra oportunidad, para sentirme feliz, porque faltaba algo, siempre falta algo —quita su mirada de la nada y me ve —Entonces no entiendo cómo puedo sentir amor por ella... —hundo mi ceño.
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Querida Idónea. (Borrador)
DuchoweAndrés, aparentemente lo tenía todo en la vida, hasta que un día se dió cuenta que nada de lo que tenía, lo llenaba. Su busqueda y relación con Dios le enseñaran que si bien es cierto, los caminos del señor no son fáciles, traen recompensas eternas...