Capítulo 12- Una velada inesperada

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Rubén

Paso al siguiente canal de televisión con el mando. Estoy a gusto tumbado en el sofá, una manta de copos de nieve rodea mi cuerpo. La chimenea crepita, el sonido parecido a un silbido penetra mis tímpanos. Me encanta este sonido, me transmite un sentimiento de hogar, familia y calidez.

–A Lluvia le gustaría quedar contigo esta tarde, sobre las ocho para cenar si es posible.

El mando se me cae de las manos. Me quedo totalmente quieto sin mover siquiera un hueso. ¿He escuchado bien? ¿Lluvia quiere quedar conmigo? Ella nunca me ha dicho nada directamente de quedar, he sido yo el que se lo comento el otro día.

–¿Papá? ¿Me has oído?

Giro la cabeza y mis ojos encuentran esa mezcla marrón miel tan especial. –Ha… ¿ha dicho que quiere quedar conmigo? ¿ A solas conmigo? ¿O contigo también?

Mar revisa su móvil y vuelve a enfocar su atención sobre mí. –Solo contigo. Genial, ¿a que si? – Una sonrisa ilumina el rostro de mi hija con mucha emoción.  –¿No querías esto, hablar con ella porque es interesante hablar con una escritora?– La seriedad reemplaza la emoción al verme muy pensativo y callado.

–Si… Lo único… creo que– Paro las palabras antes de que salgan. Mar no tiene porque preocuparse por una cosa así.

Confusión y muchas preguntas se forman en las líneas faciales de Mar. –¿Qué pasa, papá? ¿Qué crees?

Suspiro antes de responder. –Creo que… Lluvia se está enamorando de mí.

–¿Y eso te da miedo? ¿Te causa incomodidad?

Asiento y exhalo con frustración, mi mente creando muchas preguntas. –¿Y si es verdad y yo no me enamoro de ella? ¿Y si ambos nos enamoramos del otro pero luego no funciona? ¿Y si–

–¡Papá! – Cabrita levanta la voz para sacarme de mi propio mundo de preguntas. –Si sigues frenándote y no te aventuras a hacer algo que no sabes como va a ir dejaras de vivir tu vida. Si vives en base a los “Y si esto pasa…”, “Y si lo otro pasa…” no harás nada con tu vida y vas a perder oportunidades únicas. Ves a cenar con Lluvia, aventúrate, no sé lo que va a pasar, solo sé que ambos sois personas muy buenas e interesantes y de eso solo consecuencias positivas pueden pasar. Puede que os convertíais en amigos o algo más, eso solo el tiempo lo dirá. Pero para que algo maravilloso pase tienes que aventurarte, permitir que la oportunidad surja.

La escucho atentamente y pienso profundamente en sus palabras.

–Tienes razón. – Formulo después de unos minutos.

La sonrisa vuelve a formarse en su rostro. –¡Qué bien! Entonces le digo que sí. – Mar se enfoca en su móvil y la veo mover sus dedos para mandarle un mensaje.

–¡Espera! ¿A qué hora? ¿Y dónde? – Echo un vistazo rápido a mi reloj de mano, las agujas informándome que casi son las siete de la tarde.

Sus ojos revisan un mensaje y me responde mirándome a los ojos. –A las ocho. Y es en Nandos en el centro.

–¿En N-andos? ¿Dónde está eso? – Mis cejas se estiran, mi cabeza da vueltas intentando recordar donde está ese sitio.

Almas Gemelas ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora