Rubén
Presiono los dedos en mi frente, el estrés notándose claramente. Exhalo y justo en ese momento entra Lluvia en mi habitación. Por unos segundos intento disimularlo pero sé que no tiene sentido porque es ella y me conoce demasiado bien.
—Rubén, tranquilízate un poco. Vas a encontrar otro trabajo.
Suspiro sin creérmelo del todo. Sé que hay más trabajos de entrega envío pero también soy consciente de que normalmente buscan a gente más joven para pagarle menos. Eso significa que lamentablemente tengo competencia.
—¿Por qué te despidieron? Eres un trabajador muy bueno, estoy segura de ello. Te lo tomas muy en serio y das calidad.
Un poco de la tensión se esfuma al contarle porque dejo de enfocarme exactamente en el problema durante unos segundos. –Mi jefe es una persona muy buena, mi exjefe debería decir. Él reconoce cuando una persona hace el trabajo bien, en muchas ocasiones me dio más dinero de lo que ponía en el contrato, me agradecida mucho personalmente y me daba la opción de tener más días libres pagados de lo que ponía en el contrato. El Señor Byrne decidió cerrar la empresa porque su padre se murió.
—A, entiendo. Pero entonces, te podrá dar buenas referencias para encontrar otro trabajo.
—Si pero…
—¿Te preocupa la competencia?
Levanto la mirada, mis ojos encontrando los suyos, mis cejas estirándose con confusión. —¿Por qué me conoces tan bien? — Digo más para mi mismo pero creo que mi novia me ha oído.
—¿No quieres que te conozca bien? — Sus ojos penetran los míos profundamente como si estuviese intentando descifrarme.
Suspiro, no quiero que me malentienda y se sienta mal. —No es eso. Solo es que estoy acostumbrado a arreglar todo desde que Orquídea se murió y a pesar de que Mar es independiente tengo la responsabilidad de darle comida, ropa y un techo bajo donde vivir. Y ahora tú me importas también y quiero… he pensado en preguntarte si quieres que vivamos juntos. Pero me aterra no poder arreglar todo y no ser un buen padre y novio.
Me rasco la cabeza esperando su respuesta. Los nervios que siento salen de mi cuerpo y cortan el ambiente.
Los ojos de Lluvia no se despegan de los míos, la confusión transformándose en comprensión y dulzura.
—Eres un gran hombre, Rubén. Me hace muy feliz saber que quieres que viva contigo. Eres un buen novio y padre. — Se acerca y cogiendo mis manos me obliga a sentarme junto a ella en la cama. Miro a la pared escuchándola pero a la vez escuchando a mis pensamientos atormentadores.
—Rubén, no te preocupes, puedo ayudarte con los gastos– Mírame. — Suspiro y le hago caso, mi mezcla azul verdosa indagando su color tan parecido pero distinto al mío. —Que sepas que no eres menos hombre por eso.
La energía que ella me transmite causa que me tranquilice un poco, parte del nerviosismo evaporándose de mis células. Me inclino y nuestros labios se encuentran creando un beso. Abro la boca moviéndome al ritmo de sus labios, mi lengua los roza pidiendo permiso. Lluvia me lo concede y nuestras lenguas se encuentran danzando. Mi pecho sube y baja, mi respiración volviéndose errática.
Rompemos el beso porque no es el momento. Abrimos los ojos al mismo tiempo, la sincronización de nuestros cuerpos se siente especial y dulce. Mi color azul conecta con su color parecido, un brillo entrando en ambos pares de pupilas. Una sonrisa sincera se forma en mis labios y susurro:
—Muchas gracias. Pero, ¿de verdad estás segura? ¿No te sientes obligada a ayudarme con los gastos?
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Almas Gemelas ✔
RomanceOcho años despues de la muerte de Orquídea, su esposo, Rubén, y su hija, Malena del Mar siguen con sus vidas. Ya tiene 16 años y quiere a su padre con todo su alma, igual que él a ella. Pero echan mucho de menos a Orquídea. Rubén ya había encontra...