Unos cuántos días pasaron, las cosas iban empeorando cada día en París, muchas personas tenían problemas, unas que otras estaban bien. El juez Yahiko estaba cada vez más furioso y desesperado por no encontrar a la gitana Temari, incluyendo el escondite de los gitanos.
Naruto no aguantaba su furia, cada día que lo visitaba recibía alguno que otro grito. Sakura una que otra vez lo visitaba para pasar el tiempo con alguien, se había vuelto su mejor amiga, desafortunadamente escuchaba sus quejas y llanto por culpa de ese soldado; Sasuke.
—Por un momento creí que no me dejaría en paz —decía—. Desde que mi padre anuló el compromiso no lo he vuelto a ver, lo he visto trabajar en la ciudad. No ha vuelto a buscarme desde entonces.
Naruto rodó los ojos con fastidio.
—¿Acaso esperas que lo haga? Tú lo querías lejos.
—Sí, Naruto —suspiró—. Lo que pasa es que nada más deseaba que ya no estuviéramos comprometidos, no lo entiendes porque no estás enamorado —Naruto comenzó a pensar en Hinata, claro que estaba enamorado—. Yo por el contrario, si estoy enamorada de Sasuke, pero no quería ser la tonta a la que le eran infiel, esto no estuviera pasando si nunca se hubiera ido de París.
—¿Sigues con lo mismo? —Naruto levantó la mirada con atención a un muy irritado Sasuke—. En serio que eres muy molesta.
Sasuke llevaba a la mano una botella con licor, estaba uniformado como siempre. El corazón de Sakura se paralizó al verlo, pensaba volver a verlo demacrado, con barba y despeinado, tal vez con la ropa sucia. ¡Seguía estando perfecto! ¡Tan apuesto, igual a un Dios!
—¿Qué haces aquí?
—Aunque no lo creas, ahogar mis penas con este idiota —dijo, refiriéndose a Naruto.
—¡Hey! —protestó Naruto.
—Vaya, hasta que al fin haces algo más que meterte con tú puta —comentó Sakura.
—¡Sakura! —Naruto se sorprendió al ver a Hinata terminando de subir las escaleras—. ¡Por favor! No seas grosera.
—¡Es que es la verdad, Hinata! —dijo—. Es más, no sé que haces aquí.
—Yo vine porque quiero hablar con Naruto... —se encendieron sus mejillas.
—No hablo de ti —vio a Sasuke—, ¡Habló de él! ¿Qué haces aquí, Sasuke?
—Ya me hiciste esa pregunta, tonta —Sakura enrojeció avergonzada.
Naruto rió ganándose un golpe de su parte. Hinata corrió hasta él para evitar que Sakura le diera otro golpe.
—¡Auh! ¿Por qué hiciste eso! —chilló dolido.
—¡No te metas! ¿¡Quieres!?
—Por eso Sasuke se fue —murmuró fastidiado.
—¿¡Qué dijiste!? —levantó su mano, Sasuke tomó su muñeca evitando que golpeara una vez más a Naruto—. ¡No me toques, Sasuke! ¡Aléjate!
—Mírate, te ves ridícula —le dijo—, siempre peleando por cosas sin importancia.
—Para tí siempre fue así, yo siempre fuí alguien sin importancia en tú vida, nuestro compromiso era algo sin importancia. ¡Te lárgaste de París dejándome sola, sin importarte lo que yo sentía!
—¿Crees que no me dolió dejarte?
—Pues no te dolió haberme engañado con Lady Karin.
—No te engañé, ella quiere destrozarte porqué yo... —le costaba admitir que la amaba, sobre todo decirle en público—, te amo...
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Nuestra Vida En París //Sasusaku, Shikatema, Saiino, Gaamatsu, Naruhina, Nejiten
FanfictionEn lo alto de la catedral de Notre Dame, oculto de las mirada de todos los ciudadanos de París, vive Naruto. Su tutor, el juez Pain, no le permite que baje del campanario. Naruto pasa sus días acompañado de el arcediano Jiraiya, observando el bullic...