Capítulo 17

169 14 1
                                    

El juez Yahiko tocaba su cuerpo con deseo buscando ese placer que sólo ella le provocaba. Soltó jadeos disfrutando de lo que la hermosa gitana le hacía sentir.

Pero... ella no lo disfrutaba.

Intentó forcejear, alejar su cuerpo del suyo, desesperada tembló imaginándose lo que le haría, a ella, no lo deseaba, no cómo él esperaba. Quiso gritar, pero el miedo la dejó paralizada, quería golpearlo en el rostro y escupirle, bajo el puente se encontraban solos en la fría noche, ¿¡Por qué tuvo que salir a esas horas de la noche!?, ¡Sólo quiso salir a respirar aire puro y ver las estrellas!, se negó a besarlo y corresponder sus caricias, sus lágrimas comenzaban a salir en medio de la noche, detestaba esa sensación de querer vomitar, matarlo a golpes hasta no poder más, aguantando las ganas de llorar, la hubiera hecho ver cómo tonta.

Otras imágenes aparecieron en su cabeza atormentándola. Su padre era puesto en una hoguera en frente de todos los ciudadanos, amarrado a un tronco sin ninguna forma de escapar, torturada a verlo, escuchó gritos atormentando más el recuerdo de días antes de la tragedia.

—¡Eres una zorra! ¡Una maldita zorra!

De nuevo el horrible momento en dónde Yahiko la tocaba la volvió a torturar, queriendo besarla y ultrajarla. Se negaba, movía la cabeza de lado a lado, su mano apretando su traje con su punto intentando de quitarlo.

—Claro que quieres —susurraba—, me deseas.

—No...

Su corazón lo sabía, lo repudiaba, no lo amaba, aunque los gritos de aquel hombre volvían a aparecer, quemándose en la hoguera.

—¡Estás muerta para mí! ¡Porqué eres una maldita prostituta!

—No, papá...

Una vez más esas asquerosas imágenes que le revolvían el estómago. Yahiko quitándose los pantalones.

—¡Maldita rameraaa!

Temari despertó asustada, ahogando un grito agudo. Giró a ambos lados tratando de averiguar si alguien la observaba, sólo estaba ella junto a Shikamaru, desnudos, él despertó después de dormir plácidamente al lado de rubia, con cobijas que cubrían su pecho desnudo, esas suaves cobijas que la calentaban de la fría noche. Cómo hubiera querido sentirse protegida en sus sueños como la hacían sentir esas cobijas dándole seguridad.

—Temari, ¿está todo bien? —sus lágrimas salieron de sus ojos, rodando por sus mejillas sin parar, nada salía de su boca, sólo monosílabos que daban a entender que estaba aterrada y nerviosa. Se aferró al pecho de Shikamaru buscando consuelo, con él se sentía segura.

Shikamaru la abrazó, acarició su espalda delicado dándole seguridad y calma, lo necesitaba. ¿Por qué hasta en sus sueños Yahiko la perseguía? ¿Por qué esa noche seguía atormendandola? No había sido su culpa, ¿O sí? Todo fue una trampa de Yahiko.

¿Ese sueño era una señal? ¿Estaba mal que se acostara con el general? ¿En serio era una prostituta?

¡No! Ella era decente y digna, Shikamaru volvió a acostar su cabeza, atrayendo a Temari hacía él de nuevo a la cama. Sus brazos la hacían sentir segura, protegida, le daban la calidez que necesitaba.

Nuestra Vida En París //Sasusaku, Shikatema, Saiino, Gaamatsu, Naruhina, NejitenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora