Nuestra Vida En París //Sasusaku, Shikatema, Saiino, Gaamatsu, Naruhina, Nejiten

Capítulo 28

Sasuke caminaba junto a Sakura a casa de sus padres para hablar seriamente de lo que había ocurrido. Ella lo observaba, expresaba frialdad, por dentro, estaba enojado. Todos se fueron a celebrar a la Corte de Los Milagros, pero al igual que Sai e Ino no les apetecía por muchos motivos.

Al llegar, Sasuke tocó la puerta, esperando que abrieran para reclamarle al padre de Sakura.

Mientras esperaban, ella lo observó un poco nerviosa.

—Me da miedo, Sasuke —dijo Sakura viendo la puerta.

—Tranquila, aquí estoy, y ya nada nos va a separar —dijo dándole calma. Ella se sonrojó cuando la mirada de Sasuke se posó en su vientre—. ¿Qué hubiera sido de ustedes si no hubiera regresado? Eso me pone tan... enojado.

—Sé que mi papá actuó mal, pero no quiero que le hagas daño —suspiró—. Además, no creo que llegue a esos extremos.

—No me importa, te amenazó con obligarte a casarte con otro hombre y que lo embaucaras, ¡con mi hijo! Y si no que abortaras —se escucharon pequeñas quejas y gritos de desesperación dentro de la casa de Sakura—. Te vas a ir a vivir conmigo, él ya no tiene poder sobre ti.

—Sigue siendo mi padre, Sasuke. Además, ¿a dónde vamos? Yo no me quiero ir de la ciudad...

Sasuke sonrió.

—Tranquila, no nos vamos de la ciudad, nos vamos a mi casa, o más bien... —decía a centímetros de besar sus labios—, nuestra.

Justo cuando estaban a punto de besarse, la madre de Sakura abrió la puerta, su cara estaba bañada en unas pocas lágrimas de tristeza y angustia. Su cara cambió a ser más de tranquila cuando vio a su hija sana y salva.

—¡Sakura! —su hija saltó a darle un gran abrazo, ella la apretó con fuerza mientras entraba a la casa. Su papá dentro las vió entrar junto a Sasuke, parecía deprimido, hasta que vio a Sakura entrar.

Pero cambió nuevamente al ver a Sasuke, al lado de su hija.

—Sasuke —dijo serio.

—Sir Kizashi.

Sus ojos se posaron en su hija, con arrepentimiento y alivio.

—Sakura, tesoro, yo no quise... —intentó acercarse a Sakura pero Sasuke se lo impidió. Su hija dejó salir unas cuantas lágrimas—, hazte a un lado, Sasuke.

—¿Y dejar que amenace a mi mujer? Por favor.

—La embarazaste, aprovechaste mientras nosotros estábamos fuera para ultrajarla.

—No la ultraje.

—¡La lograste llevar a la cama! ¡A mí hija!

—¡Y no lo niego! —Kizashi abrió los ojos sorprendido. Aclaró su garganta—. Pero lo hice por amor, nunca dejé de pensar en ella. Su hija siempre fue el amor de mi vida, y ahora será la madre de mis hijos, mi esposa.

—Al menos estás dispuesto a hacerte responsable.

—Así es.

—Siento lástima por tí, Sakura —pasó su mano por su cabello—. Te traicionó.

—No, papá, Lady Karin me dijo la verdad —dijo Sakura—. Ella me confesó su plan de separarme de Sasuke, para que él no tuviera otra opción que estar con ella, pero como no funcionó al final como pensaba, prefirió decirme la verdad.

—Bien, es un alivio saberlo finalmente. Porque no quiero que mi hija se case con un mujeriego —la vio a los ojos arrepentido—. Querida, lo que te dije...