Capítulo 16

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Gaara leyó las notas de su padre que una vez le dejó, pensó que su diario estaba perdido en algún lado de la casa, estuvo entre sus cosas todo el tiempo. Sentado en una silla, leía lo que decía sobre una gitana que se enamoró de el juez anterior de Yahiko, antes de que él tomara el poder.

¿El juez que hubo antes de Yahiko estaba enamorado de una gitana? Nunca se imaginó que algo así pudiera ocurrir, ¿Una gitana y un juez?

Sus pensamientos y su lectura fue interrumpida por la castaña que invadía sus sueños y pensamientos por las noches.

—Gaara —cerró la puerta, lamió su dedo índice saboreando la deliciosa miel del trozo de panal. Se acercó a él un poco contenta, estaba feliz de verla mejor después de unos días difíciles, aunque no se notara—. Tenten regresó.

—Bien, ¿Dónde estuvo? —dijo regresando su vista al diario, desinteresado.

—Por ahí —esa respuesta la escuchó de su hermana antes, últimamente así era, le parecía extraño. Vio a Matsuri agarrar un poco de miel y se lo puso cerca de su rostro para que probara, acercó su boca y quitó el pequeño líquido de nectar de su dedo, lento.

Gaara soltó el dedo de Matsuri, haciéndola sonrojar, sintió un vuelco en su corazón.

—¿Q-qué lees? —cerró el libro.

—Leía unas notas de mi padre, Rasa —suspiró—. Creo que ese chico Naruto, tiene antecedentes, gitanos.

—¿El campanero de Norte Dame?, ¿Porqué tú padre escribiría sobre él?

—No escribió sobre él precisamente, sino de sus padres —contaba—. Al parecer su madre era gitana, y se enamoró de él Juez anterior a Yahiko. Creo que hay algún sucio secreto de Yahiko que ha ocultado por años. Necesito descansar un rato, todavía no estoy listo para leer las notas de mi padre.

—¿Entonces tienes tiempo este momento? —se sonrojó.

Gaara tiró el diario, ella dejó el panal de miel en el buró y se sentó en sus piernas jugando con su camisón blanco.

—El tiempo necesario para hacer esto —unió sus labios a los suyos, con dulzura y pasión, lento. Sabían a ese delicioso néctar tan dulce, amaba sus labios, los deseaba cada manzana, tarde y noche, cada hora, minuto y segundo, esperaba una vida en serio con esa castaña que alegraba su corazón, lo hacía sentir de una manera rara, feliz, y no tan solo. Durante días estuvo de mal humor trás la noticia de que Mikoshi quería quitarle a su amada, y al perder un hijo que ella esperaba sin saberlo. Acercó su boca a su oído para susurrarle—. Dame un hijo.

Matsuri sintió su corazón desvanecer, le daba miedo no poder darle hijos a Gaara.

—Gaara...

—Tranquila —sabía su miedo, no hacía falta que se lo dijera—. Me los darás.

Asintió.

—Ajá —Gaara besó su cuello lento. Matsuri gimió, la entre pierna de él rozaba su feminidad.

Amaba ese lado de su demora, el rey gitano.

• • •

—Sabía que notaba una rara conexión entre ustedes —dijo Lee—. Pero no sabía que tanto.

A Tenten no le molestaba contarle a Lee que era su mejor amigo, casi su hermano. A Lee le agradó Neji a pesar de saber que era un guardia.

—Eso fue apresurado —Temari no estaba muy segura con la decisión que había tomado Tenten.

—Cuando se trata de amor, nunca lo es —salió con su traje de danza, blanco, se dió la vuelta mostrándole la parte de arriba de su traje desamarrado—. ¿Me ayudas?

Nuestra Vida En París //Sasusaku, Shikatema, Saiino, Gaamatsu, Naruhina, NejitenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora