Matsuri calmó el llanto de Shinki, pero ella no podía evitar de derramar lágrimas. La gitana Ame había abandonado a su bebé, dejó la ciudad debido a que no quería cargar con el bebé, ni hacerse responsable de él, dejó al bebé en una canasta de dónde vivían y una carta junto a él. Detestaba la forma en la que dejó a su bebé, llorando, a su suerte, sin haberlo alimentado y cuidado, con frío. Dejó al bebé en la cama de Gaara con algo de dolor, no deseaba soltarlo, cada lágrima que derramó el bebé era una apuñalada traicionera a su dulce corazón por el amor que sentía hacía ese bebé, le dolía, le daba lástima por la clase de madre que lo había traído al mundo; hubiera dado todo porque ese bebé llevara su sangre.
Gaara leyó la nota serio y tranquilo, sin dejar salir el enojo que sentía al haber tenido una gitana en su tribu tan inconsciente, y desagradecida con Dios.
Rompió la carta en dónde dejaba claro que Shinki era un estorbo, y un error en su vida, que se iría para no volver, a buscar a un hombre que la valorara, y a rehacer una familia; no era más que una imbécil por abandonar a su propio hijo.
-Lo abandonó -masculló.
-¿Cómo pudo Gaara? -preguntó Matsuri dolida por el acto de la gitana Ame-. Si es un angelito, míralo, es precioso, un bebé bueno y dulce.
-Es inocente de la clase de padre que también tiene -el cual también se había marchado de la ciudad con otra gitana.
-Yo muero por quedar embarazada, traer a un bebé a este mundo, para tenerlo en mis brazos y criarlo con amor, sin importar quién sea el padre -niega-. No es justo, no es justo...
Gaara toma su rostro en sus manos con delicadeza.
-Lo críaremos nosotros -le aseguró-. Te lo prometo.
-¿De verdad quieres que lo críemos? -sonrió ilusionada-, ¿tú y yo?
-Sí. Amemos a este bebé... -vió al bebé que dormía tranquilo en la cama-, como si fuera nuestro, no me importa, te juro que lo querré, a ambos los amaré, y los protegeré siempre. El problema son tus padres.
Matsuri bajó la cabeza algo triste, a sus padres ya no les importaba, se fueron de la ciudad al igual que los otros gitanos, algo grave estaba por suceder en París y no querían nada que ver, mucho menos en ese momento, justo cuando su hija se hallaba enamorada del rey de los gitanos.
-No te preocupes por ellos, se fueron hace unos pocos días de la ciudad -alzó la mirada-. Al igual que Shinki, mis padres se olvidaron de mí, por eso quiero ser una madre diferente a la mía, a la gitana Ame y a las otras mujeres que no aprecian a sus hijos, yo amaré a Shinki aunque no lleve mi sangre, como si fuera nuestro, a pesar de todo, se robó mi corazón desde el primer momento en que lo ví.
-Y el mío, y también quiero ser diferente a mi padre, y al idiota del padre biológico de Shinki. Yo lo protegeré, y lo criaré.
Matsuri besó con dulzura los labios de Gaara.
-Te amo, Gaara.
-Y yo -apegó su cintura junto a la suya-. Por ello hay algo que he querido preguntarte.
-¿Y qué es?
-¿Te casas conmigo?
Eso le bastó a Matsuri para unir sus labios a los de Gaara.
• • •
Neji besó los labios de Tenten, escondidos en uno de los callejones, si alguien los veía tendrían muchos problemas.
-¿Te veré por hoy en la noche? -preguntó Neji acariciando su cintura.
-Sí.
-Bien, porque quiero que me bailes como ayer en la noche -acaricia su mentón-. Y que hagamos el amor hasta que me des un hijo.
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Nuestra Vida En París //Sasusaku, Shikatema, Saiino, Gaamatsu, Naruhina, Nejiten
FanfictionEn lo alto de la catedral de Notre Dame, oculto de las mirada de todos los ciudadanos de París, vive Naruto. Su tutor, el juez Pain, no le permite que baje del campanario. Naruto pasa sus días acompañado de el arcediano Jiraiya, observando el bullic...