— Alem. — susurró Tabitha mientras su cuerpo seguía cubriendo el mío, como en un intento de mantener todos los pedazos de lo que estaba hecho hasta que estos se pegaran por completo.
Y funcionaba, aunque no quisiera admitirlo.
— Me gusta.
A mi también me gustaba la forma en la que podía dejar de obligarme a referirme a mí mismo de una manera que hacía que se me revolviera el estómago, intentando hacerle entender a mi mente rebelde que así era como se suponía que debían de ser las cosas.
Pero ya no.
— ¿Sabes? Te pareces a una vieja amiga que tenía, aunque no creo que le agradará mucho. — dijo con una sonrisa divertida, alzando la cabeza para que pudiera verla a los ojos — Aunque ella siempre parecía estar a un paso de ahogarme en la pileta del bautizo.
Reí ante su comentario, preguntándome por qué jamás se me había ocurrido aquello antes de separarme de su cuerpo para escribir en la hoja de papel.
Una alarma susurraba en mi mente, tal vez aún temía que todo esto estaba yendo demasiado rápido y yo apenas tenía tiempo para deshacer las ideas optimistas de mi mente, y dejar la cruda realidad; pero se sentía bien. Lo necesitaba.
Por ahora fingiría que todo estaba bien y disfrutaría del alivio que me causaba la liberación de mis cadenas, sin pensar en las consecuencias.
"¿Y qué le pasó?" pregunté, fingiendo que no sabía de quién hablaba.
— Se perdió. — respondió y mi corazón se paró con su respuesta, no podría haber sido otra; podía jurarlo. — Pero no es tan malo como te lo imaginas, supongo que así está mejor.
"¿Cómo cuando mueres?" pregunté, siguiendo su juego.
— No, yo diría que como cuando comienzas a vivir de verdad. — negó con una sonrisa pequeña.
— ¡Ya está la cena! — gritó Aaron desde abajo, robándose nuestra atención.
— Será mejor que bajemos, Klaus y Tyler han de haber llegado y no dudaran en destrozar todo con su apetito. — dijo riendo antes de tomar sus muletas del suelo, ¿Cuándo se las quitarían? — ¿Estás listo?
Estaba a punto de asentir como un bobo, cegado por toda la felicidad y la paz que había obtenido con esto, cuando caí en cuenta de lo que ella planeaba hacer.
Quería contarle a todos allá afuera su nuevo hallazgo acerca de mí.
Negué enseguida, deteniéndome en medio de nuestro camino en dirección al puente mientras sentía los nervios a flor de piel.
— Pero, pensé que esto era lo que querías. — respondió confundida.
Yo también lo creía, pero no podía ser todo de un día a otro; necesitaba tiempo. No quería estropear esto.
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BUSCANDO A ALEM ✔️
Novela JuvenilAlem es como una chispa en medio de la penumbra que te hacía despertar del sueño oscuro en el que estabas sumido. Nadie puede imaginarlo sin su sonrisa tirando de sus labios mientras caminaba por las calles de la ciudad, como si en un punto de su hi...