Corrí pisando ramas y cosas puntiagudas mientras me seguía una lluvia de disparos de mis perseguidores, los científicos del laboratorio y el coyote me están alcanzando con rostros furiosos.¿Qué les hice?
Nada que yo recuerde, solamente fui una vida que manipularon a su antojo, una vida que no podía decidir ni en qué momento hacer sus necesidades.
Siento como si corriera a toda velocidad, pero mi avance es lento, me están por alcanzar.
¿Por qué son tan rápidos?El coyote me ve como una amenaza ¿Cómo voy a ser una amenaza con animales con garras y colmillos que me pueden dejar hecha jirones?
Esquivo las balas con mucho esfuerzo, como si hubiera corrido una maratón infinita, el aire se escapa de mis pulmones, pero a duras penas entra. Llegamos a una esquina sin salida, una cadena rocosa que me impide el paso. Ya no puedo ir a los costados, están atrás mío.
Esboza una sonrisa desde las sombras y ordena que me apunten.
Trato de distinguir quién es.
Mis ojos se abren con horror al ver a la cebra Yafya mirarme como un pedazo de carne.
–Disparen de una vez. –
[...]
–¡AHHHHHHH! – despierto con una fina capa de sudor por todo mi cuerpo, respiro agitada al darme cuenta que fue un sueño, no morí, bueno no ahora.
Golpeo mis mejillas y me salgo de la cama, de seguro desperté al viejo.
Voy al baño a lavarme la cara, mientras me veo en el espejo. Al salir veo la puerta de la cabra cerrada, así que voy a la cocina a robarle un poco de comida para mi desayuno. Agarré una manzana y bebí leche del envase, antes solo tenía permitidas dos comidas diarias, el almuerzo y la cena. Creo.
¿Así se sentirá la libertad?
Cuando terminé fui a la televisión, agarré el control remoto y me sorprendí. Está en... Un idioma que no entiendo.
Pequeños caracteres estaban repartidos por los botones, nunca había tenido la oportunidad de leer algo, así que asumí que hablaban igual que en mis recuerdos.
Cómo no entiendo nada de lo que dice, fui a pedir ayuda a la cabra. Toqué la puerta dos veces y esperé unos minutos, no respondió. Seguí tocando por un rato hasta que me harté.—¿Dormido? — dije bajito, me duele la garganta.
Agarré el pomo de la puerta y lo giré suavemente, la puerta rechino muy fuerte, como en película de terror.
—¿Cabra? — pregunté, no sé su nombre, pero el tampoco el mío, –aunque no tengo nombre– creo que es algo justo.
La habitación está a oscuras por las cortinas gruesas que cubren las ventanas, me acerqué con el rechinar del suelo siguiéndome hasta su cama, dónde duerme como tronco. Dí un vistazo alrededor, un cuarto frío en comparación a los alegres adornos que están por toda la cabaña, aquí solo hay un ropero, una mesa de noche y la cama. El lugar contrasta mucho con su actitud que mostró ayer.
Sacudí mi cabeza para centrarme a lo que vine, me volteé a mirarlo y el control remoto se resbaló de mis dedos.Quizá es la luz, seguramente es porque hay mucha luz y mis ojos aún no se acostumbran, no puede ser real...
Está muerto.
Sus ojos están abiertos y sin vida. Sostiene el cuadro de él y su hija juntos.
—¡No!
Lo empezé a zarandear desesperada, en un intento inútil de hacerlo despertar.

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Hajin
Adventure«¿Qué pensarías, si un día, despiertas en un cuarto oscuro y frío? ¿Y... si ese cuarto oscuro y frío es tu hogar?» Sora se enfrenta a grandes problemas en una sociedad de animales antropomórficos, dónde tanto carnívoros como herbívoros convive...