6. Patio pequeño.

659 94 3
                                    


—¡Hora de la comida!

Me desperté sobresaltada, en algún momento me quedé dormida cuando leía.
Limpié la baba seca de mi mejilla y aparté el libro de mis piernas con los ojos aún cerrados, no siento mi brazo derecho.

Miro fijamente a un insecto que pasaba por ahí ¿Los insectos también tendrán sociedades y hablarán en su propio idioma?

—Hmm? — hago mi mayor esfuerzo por despegar mis párpados.

La ardilla colorida también se durmió. ¿Cómo se llamaba?

—Hey.

No se mueve.

—Hey.

Un intento más.

—Hey...

Tendré que hacerlo.

—¡DESPIERTA!

El salto que pegó lo hizo chocarse con unas cajas, casi me rio.

—¿Uh? —se frota los ojos —Que te pasa? ¡Casi me matas del susto!

—Quítate, no siento mi brazo.

—Oh! perdón. — alarmado se quita de encima mío.

Me estiro un poco ¿Que iremos a comer?

—Descuida, hay que ir a comer. — me levanto y le tiendo la mano.

—Tengo... Horarios distintos para... Comer.

—No eres un animal nocturno, por lo que sé — Lo miré cruzada de brazos — ¿Acaso...? No nada.

No sé por qué pensé en eso ¡El quiso ser mi amigo primero!

Sunan ni siquiera me mira, está encorvado y tiene las orejas gachas.

—Tambien soy nuevo aquí.

Confesó.

—Eso era, bueno... pero a este paso nos perderemos la cena. Si vamos juntos es mejor ¿No? — sonrío.

Suspira y asiente rendido, por mientras se quita el polvo de encima.

Me sentí genial por unos momentos.

Bajamos las escaleras con cuidado. Cuando llegamos al comedor como era de esperarse llamamos mucho la atención.

El comedor cuenta con seis mesas alargadas de madera, la parte donde comen los adultos está separada por un nivel más arriba, unas ventanas pequeñas y altas, y dos puertas al final.

La de la izquierda supongo que es de la cocina, y la de la derecha es de la salida y entrada. Todo el comedor está pintado con color amarillo desgastado y descascarado que le da un aire descuidado como el edificio en general.

Nota mental: llegar a tiempo.

Todos habían dejado de comer y murmuraban entre ellos, definitivamente no es buena idea llegar tarde si quieres pasar desapercibido.

Me puse a contar las ventanas y baldosas mentalmente haciendo como si los otros no existieran.
¿No saben disimular al menos? Los adultos se notaban incómodos con la situación.

No me iba a afectar.

—Nos podemos sentar aquí. — asintió y nos pusimos a servirnos la comida.

Me sentí como en el hospital la primera vez que salí al exterior, miradas que te devoran por dentro.
Al menos aquí no hay celulares y flashes todo el tiempo, eso empeoró mi vista por unas semanas ya que no estaba acostumbrada a la luz. De echo usé lentes de sol a la medida y un tapabocas por los "gérmenes nuevos" que hay para mi organismo.

El menú de hoy era un puré raro y algunas legumbres.
Supongo que está bien, claro comparándolo con lo que comía antes...

Comí lo más rápido que pude para irme inmediatamente, me da miedo estar rodeada de "seres."

Sunan al parecer notó mis intenciones y me copio, espero no pasar por esto cada vez que comamos.

Estaba pensando, ya que este es un orfanato herbívoro y por ende sirven comida apta para ese tipo de animales ¿No le hará mal a mi cuerpo solo comer eso? Me agobia un poco tener que comer esto hasta que sea mayor de edad.

Aunque creo que no expresaré esto con nadie, ser un experimento y querer comer carne sería preocupante...

—Ya vámonos

Tenía el plato vacío frente a mí.

Nos levantamos y llevamos los platos hacia la cocina para lavarlos, lástima no éramos los únicos, una fila un tanto larga para llegar al fregadero.

—¿Por que decían eso sobre ti?

Preguntó cuándo ya estábamos en el pasillo.

—Ah, porque soy un Híbrido, — me miró confundido —Ya sabes... Dos especies diferentes... Juntas?

—Qu- ¿Eso es siquiera posible? — dijo

—Obvio que sí, ¡ya me tienes como prueba! — me apunté con los pulgares —Aunque no sea muy aceptado, existe.

—Okey. — sonó muy incómodo —Yo ya me voy a los cuartos de niños...

Se fue apresuradamente, dejándome sin poder despedirme y sola.

[...]

Fui al pequeño (muy, muy, muy, pequeño) patio del orfanato para tomar un poco de aire fresco, aún quedan varias horas para la cena.

Es... Un poco descuidado, la maleza me llega a los tobillos y la cerca está rota. Tienen un pequeño tobogán de plástico consumido por la hierba a un costado, algunos juguetes sin cabeza esparcidos por ahí y un árbol bastante alto.

—No voy a decir que no me sorprende...

Caminé hasta el árbol y me senté ahí para esperar la noche.

Uno que otro niño pasaba de mi lugar mirándome fijamente sin vergüenza alguna, hasta algunos que se creían "bravucones" de película se burlaron de mi cabello largo y cara pálida.
Los hice correr despavoridos al decirles cómo se haría un embutido con ellos detalladamente, aunque me dejó un poco triste su comentario "monstruo" que es verdad.

Todos a la hora de juego me evitaron asustados y haciendo como que no existo, varios fueron llamados por la directora para entrevistas de adopción o algo así a lo largo del día, una pareja de comadrejas me sacó una foto que seguramente publicarán en las redes sociales y jugué con piedritas de por ahí.

Puedo soportarlo, todo es mejor que antes, no?

✂️---------------------

Hola gente, publico ahora porque no sé si el lunes –día pactado para actualizar– pueda hacerlo.

Bye~

HajinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora