¿De qué puedo trabajar?
Me hice esa pregunta mil y un veces antes de dormir, mirando la cama arriba mío y escuchando los resoplidos de la niña cebra.
No podía dormir, siquiera cerrar los ojos, me sentía incómoda y con un calor inecesario.
"Hueles como dos personas distintas..."
Ahora, más encima, empezaba a recordar todos mis problemas, cosas que me podían complicar la vida.
"¿Ahora sí me vas a explicar el porqué de tu olor a sangre"
Su tono sarcástico me llenaba la boca de sabor ácido, siempre lograba sacarme de quicio, y esa vez si que pensé que no me salvaría.
Siquiera recuerdo cuando llegué a mi cama luego de eso.[...] Días antes, en el consultorio de Zion.
-¿Ahora sí me vas a explicar el porqué de tu olor a sangre?
...
¿Lo pueden oler?
Las gacelas no tienen un olfato espectacular, normalmente es superado por el de los carnívoros.
¿Eso significa que todos sabían que yo olía a sangre?
-¿Mataste a alguien?
Ya me inculparon de homicidio y me tuvieron en una sala de interrogación toda la noche, acompañada de un caballo-mierdastar-infantil.
-Claro que no. - dije hastiada con todo el asunto.
También estaba indignada, todos estos días los que me rodeaban pudieron haber preguntado o intervenido, pero ya el daño estaba hecho, y tampoco es como que quisiera ayuda.
No necesitaba nada de nadie, pude sobrevivir nueve años en el infierno, ésto es fácil.
-¿Estás segura? - inquirió
Tuve que suspirar y contar hasta cien para no morderme los labios hasta que sangren. Que... denso que es este tipo.
-Completamente segura.
Me miró unos minutos en silencio, sentí que su silueta se hacía cada vez más grande.
Él iba a seguir hablando, pero la alarma de su reloj que indicaba el fin de la sesión me salvó.
-Ya te puedes ir, nos vemos el miércoles.
Recogí mis cosas con nerviosismo, cuando me llamó.
-Y Sora, espero que sea así.
Me estremecí al instante, su tono fue como el de una bestia acechando a su presa. La forma en que lo dijo me dejó en claro a quien no le debía mentir.
[...]
¡Ese tipo era un hijo de puta intimidante!
Nunca esperé que tuviera esa actitud, sabía que era bastante astuto, pero no agresivo.
-Odio mi vida.
O sea, no la odio, puedo hacer muchas cosas que antes no podía ni imaginar. Lo que detestaba era como todos me pisoteaban uno tras otros, me daban órdenes y no era importante.
Parecía el laboratorio, sólo que con un escenario distinto y con múltiples doctores.
Tal vez estaba siendo muy pesimista, pero es todo lo que puedo hacer a las tres de la mañana con insomnio y muchos ruidos y luces molestos.
Pero también está el tema de la perra esa que me molesta todos los días con su rebosante brillo y felicidad que me rompía los que no tengo fisiológicamente, pero sí mentalmente.
Me persigue 24/7 a todas horas y sin motivo aparente, cuando como, me pregunta si quiero sal, cuando hago la tarea, pregunta si necesito ayuda, cuando me estoy bañando me pregunta si quiero que me ayude a frotarme la espalda ¡Pervertida de mierda, tan denunciable!
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Hajin
Aventura«¿Qué pensarías, si un día, despiertas en un cuarto oscuro y frío? ¿Y... si ese cuarto oscuro y frío es tu hogar?» Sora se enfrenta a grandes problemas en una sociedad de animales antropomórficos, dónde tanto carnívoros como herbívoros convive...