Z Nation 3 (10k y tú)

Capítulo 4

-Tu ve a por el vehículo, yo me quedo aquí por si Murphy necesita algo, para que no sospeche- ordena Zeta mientras bajan un par de escalones- 10k- le para, él se da la vuelta- Siento no habértelo dicho antes, Murphy me tenía amenazada, me hubiera mordido si te lo hubiera dicho

-No te preocupes, me esperaba algo de eso- ambos sonríen y paran de bajar escaleras cuando se encuentran invadidos por la gente de fuera, quienes llevan a la mujer enferma en brazos. Piden por favor que la salven, que hagan algo con ella para que siga viviendo.

-Sálvenos, sálvenos- pide el moreno.

-Ya os lo he dicho, no puedo morderos a todos, lo siento- dice Murphy llegando a la escena con Will.

-He visto lo que hacen sus mordiscos, por favor, apiádese de nosotros, solo unos pocos más

-Lo siento, no puedo, eso me mataría y moriríamos todos

-Pues a ella, muérdala solo a ella, solo a ella- pide moviendo a la chica que tiene sujeta, que parece más un zombi que una humana. La mujer cae al suelo y segundos después se levanta como un zombi. 10k levanta su arma dispuesto a disparar.

-Espera, espera- pide Murphy, baja las escaleras y controla al zombi- Puede ir al foso de defensa si quieres, siento la pérdida- dice subiendo de nuevo las escaleras.

10k y Zeta se miran y ella le hace una señal, la misión a empezado.

-Zeta, ven- ordena Murphy, ella va corriendo hacia donde él se encuentra.

-¿Qué?- pregunta seca.

-¿Por qué esa cara? Ni que te fuera a morder- Zeta se tensa y Murphy lo nota- ¿Qué me estás ocultando princesa?

-Deja de llamarme así capullo- suelta enfadada.

-¿Qué pasa? Dímelo- exige.

-Pasa que lo que vas a hacer es una locura, está claro que esa vacuna no les va a curar, si no que se van a convertir en tus esclavos

-¿Ah sí? ¿Eso crees?

-Sí

-¿Y por qué no mejor hablamos de que le has contado a 10k lo de la mordedura?- pregunta dejando a Zeta asombrada.

-He tenido que hacerlo- se excusa nerviosa.

-Ya

¿Cómo lo has sabido?

-La doctora Merch- la nombrada aparece con otro mordisco en la otra mejilla.

-¿La has vuelto a morder?- pregunta asombrada.

-Sí, y me ha contado todo- dice feliz- Will- el nombrado llega a nosotros en seguida- Ya sabes lo que hacer

Él asiente y llama al soldado que queda, el segundo sacas las esposas que tenía Zeta puestas desde el principio y el segundo coge la cinta americana.

-Oh vamos, ¿en serio Murphy?

-Es necesario, si no lo hago no aprenderás a callarte nunca, lo hago por tu bien

-Tú nunca haces nada por el bien de otros

-¿Entonces esto qué es?- pregunta sonriendo a la vez que la ponen las esposas- No me malinterpretes, me encanta tu carácter princesa, pero a veces ese carácter puede provocar caos, y eso es lo que estamos evitando

-No eres el Murphy que conocía antes, no eres igual. ¿Dónde está ese hombre que escuchaba mis problemas y me ayudaba siempre? ¿El que me defendía ante todos y no dejaba que nadie me hiciera daño, eh?

-Las personas cambian

-Y los sentimientos también- dice Zeta con los ojos entrecerrados antes de que la pongan la cinta en la boca.

-Dejarla aquí, cuando llegue 10k le tengo una sorpresa- les ordena a los demás, se van y la doctora vuelve al laboratorio- Vamos- al cabo de un rato, Murphy se esconde tras la puerta sujetando a Zeta.

-La fugoneta está lista, deme sus cosas y vámonos- dice 10k entrando en el laboratorio, la doctora se da la vuelta y 10k descubre su otra mordida, entonces Murphy sale de su escondite con Zeta, lo único que se escucha en la habitación es el tintineo de las esposas al chocar una con otra.

-Perdona, ¿buscas esto?- pregunta Murphy señalando el bolso marrón con la vacuna anti-Murphy- Lo siento pero son míos- ambos avanzan y se adentran en el laboratorio- Tienes cara de necesitar una dosis de refuerzo de Murphy para no desobedecer. Tranqui, no necesito volver a morderte, serás el primero en probar la primera vacuna mestiza- dice sacando una gran aguja con un líquido dentro.

10k empuja a Murphy cuando este intenta inyectarle la vacuna, consiguiendo coger el bolso marrón y tirar de la larga cadena que une las esposas de Zeta.

-No, no, no se coge lo que no es tuyo- dice Murphy, ni Zeta ni 10k tienen escapatoria, además la doctora Merch les apunta con una pistola.

-Confía en mí- dice 10k a Zeta en un susurro, se cuelga las vacunas y agarra la muñeca de Zeta, ambos atraviesan el cristal de una de las ventanas y por suerte, logran aterrizar en la parte de atrás de la camioneta con la que esperaban fugarse.

Ambos se quejan del dolor, pero en seguida se levantan y salen de la camioneta.

-Cogedles, tienen mi medicina- grita Murphy desde arriba.

Ambos corren y corren, sin pararse ni un segundo y sin mirar atrás, siendo perseguidos por todos los mestizos de Murphy. 10k le quita la cinta americana de la boca a Zeta.

-Vamos, sigue corriendo- dice Zeta. El guardia de Murphy consigue abalanzarse sobre 10k y tirarle al suelo, le pega un par de puñetazos pero con una patada de Zeta consigue quitarle de encima, aunque ahora es ella la que empieza a ser golpeada.

10k hace lo mismo que Zeta y consigue separarle unos cuantos metros.

-Vamos- 10k ayuda a levantarse a su novia aturdida y ambos siguen corriendo. Pasan una verja y corren hasta que se ven acorralados por Will en el techo de lo que parece una feria.

-No os culpo, pero Murphy se preocupa por vosotros, y solo quiere ayudaros- se acercan los unos a los otros, pero no demasiado.

Por un momento, Zeta piensa que 10k va a darle la bolsa de las vacunas, pero coge fuertemente la muñeca de su novia y ambos empiezan a correr.

-Prepárate para saltar- avisa, ambos saltan de un techo a otro con éxito. Siguen corriendo y logran llegar al puente donde se ve todo Spokane, pero vuelven a estar acorralados. Por un lado del puente se acercan los mestizos y por otro un grupo pequeño de zombis.

-No podemos con ninguno de los dos, no tenemos armas- dice Zeta.

-No, pero podemos hacer otra cosa- se apoya en la valla del puente y se asoma.

-No, ni de coña, ¿recuerdas que no sé nadar?- se niega Zeta.

-Es la única opción, toma, ponte esto- disimuladamente 10k le pone el bolso a Zeta sin que nadie se dé cuenta- Así se pensarán que yo tengo las vacunas y vendrán a por mí, tú huye y te encontraré

-Eso si no me ahogo, ¿no?

-Coge mi mano y no la sueltes- ambos se suben a la valla y Will corre hacia ellos para detenerles, pero es demasiado tarde, los dos saltan a la vez agarrados de la mano.