Aquella soleada mañana de verano, había salido casi al alba del templo de Acuario; no había conseguido conciliar el sueño durante la noche, por lo cual me desperté en repetidas ocasiones,rememorando los acontecimientos que habían ocurrido durante el día. Todavía me parecía increíble lo que hacía algunas horas aconteció en el frío ambiente de la Décima Casa Zodiacal,entre el silencio reinante de sus gélidas paredes... No había podido dejar de pensar en ello, por lo que me resultó imposible concentrarme y prestar atención a la clase de griego del Señor Shion; me siento culpable de no estar escuchando sus explicaciones... Tal vez no fue buena idea haber venido hoy... Pero en el fondo de mi alma, sé que lo hice para evadir mi encuentro con Degel. Temo cómo vaya a reaccionar ante la mujer que provocó que faltara a uno de sus votos frente a su diosa.
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Esa mañana cálida y bañada por los dorados rayos del astro rey, como la mayoría de los días de verano en Grecia,mientras la suave brisa mecía con parsimonia las copas de los árboles que enmarcaban los alrededores del Santuario, Fluorite había acudido como usualmente lo hacía, a su clase de griego en mi Templo. Pero a diferencia de los días anteriores,esta vez la noto diferente, como si su mente estuviera a miles de kilómetros de distancia de aquí. Luego de varios minutos de debatir internamente conmigo mismo sobre si debía preguntarle cuál era su predicamento, me decidí a hacerlo.
_Fluorite, te noto distante y bastante distraída a diferencia de los días anteriores, ¿te encuentras bien? ¿Te ha ocurrido algo? _ , le solté de repente, consternado luego de terminar la lección de ese día sobre algunas conjugaciones verbales.
La joven francesa se percató de que le estaba hablando varios segundos después de haber terminado la última frase, tras lo cual, sobresaltada, tragó saliva con nerviosismo mientras bajaba su mirada azul como el cielo despejado e intentaba ocultar el rubor que había aflorado sutilmente a sus mejillas. Ella comenzó a mover sus manos sobre la falda de su vestido a la usanza francesa de la época, plegando arrugas imaginarias, ante mi mirada inquisitiva,al mismo tiempo que intentaba articular una respuesta para mi interrogante.
_ ¡S-Señor Shion!¡Por favor discúlpeme! Yo... Yo no me siento muy bien de ánimo el día de hoy... Lamento haberlo importunado al no prestar atención a su clase... No debí haber venido, debí haberle avisado antes que no me encontraba en condiciones de asistir a la lección del día de hoy... Perdóneme por favor... ¿Podríamos continuar mañana? _ , me dijo la joven con una sonrisa tímida en sus labios, con la cual intentaba cubrir las emociones que estaban surcando por su mente y que le causaban pesar a su corazón en ese momento.
Con la ayuda de mis habilidades, pude darme cuenta de qué era aquello que tanto había afectado a Fluorite. La capacidad de ver lo que pasa por la mente de las personas es común entre mi pueblo, y si bien es una ventaja que podemos utilizar a la hora de la batalla, a veces puede resultar más una maldición.
Como lo es para mí en este instante.
Lo que ví, automáticamente me golpeó con una fuerza casi mortal en aquel órgano que yace en el medio del pecho y que es el responsable de bombear la sangre al resto del cuerpo. Sin duda alguna, aquello me afectó mucho más de lo que jamás podía haberme imaginado, y llenó mi alma de un pesar que era desconocido para mí.
Me había dado cuenta de que Fluorite tenía sentimientos hacia Degel desde el momento en que lo conoció, hacía ya varios años, en la misión que lo llevó a Francia para enfrentar a la bruja del Vouivre. Ella había guardado en su corazón de niña aquel sentimiento puro e inocente, y que con el correr de los años, al mismo tiempo que ella crecía y se convertía en la mujer que es hoy, se transformó en algo mucho más intenso. Ella no podía seguir escondiendo lo que tanto tiempo había permanecido en su corazón, oculto ante la vista de todos,pero que ahora era más que evidente que comenzaba a salir a la luz.
Cerré mis ojos con fuerza y apreté uno de mis puños, teniendo cautela de que la joven no me viera para que no se diera cuenta del momento exacto en que algo se rompió dentro de mí... Las frágiles ilusiones que secretamente había guardado en mi corazón, yacían ahora fragmentadas en miles de pedazos en el fondo de mi solitario corazón. Fluorite me había conquistado. Con sus maneras delicadas y suaves, sus bellos ojos que reflejaban la pureza de su alma,su inocencia y candidez, con su carácter decidido y su capacidad de seguir adelante con todo lo que se proponía. Sin dudas estaba rendido ante sus pies desde el instante en que llegó al Santuario. ¿Cómo pude ilusionarme de esta manera con ella? ¿En qué momento dejé que se instalara este sentimiento, que ahora me está destrozando el alma al darse cuenta de la cruel realidad? Me siento un verdadero tonto... No hay forma en la que pueda competir con ese sentimiento tan fuerte que ella guarda hacia Degel, y que lleva años existiendo y persistiendo, a pesar de la distancia y del tiempo... Sin dudas es amor verdadero... Lo único que me queda es la aceptación, resignarme a ser simplemente su amigo, estar en su cercanía aunque no pueda tener la dicha de ser el destinatario de aquel amor tan puro y real. No puedo evitar pensar en lo afortunado que es Degel sin saberlo, y por una fracción de segundo, siento envidia por él.
Pero al mismo tiempo en que mi corazón se parte ante la ineludible verdad, también puedo notar que ella se encuentra dubitativa, puesto que desconoce si Acuario le corresponde, y además puedo notar la culpa que está quitándole el sueño, debido a que siente que provocó que un caballero dorado le faltara a su diosa al quebrantar uno de sus votos. Con lentitud giro mi cabeza en dirección de la joven y abro los ojos, que siento levemente humedecidos, con la comprensión reflejándose en ellos, antes de responder a su pregunta. No diré una palabra acerca de la revelación que acababa de descubrir, puesto que fue una indiscreción de mi parte leer el pensamiento de una muchacha; el corazón de una mujer es un profundo mar de secretos,los cuales deben permanecer así, ocultos de la vista del mundo.
_Está bien Fluorite, no te preocupes, podemos continuar con la lección cuando quieras... Hazme saber cuando te sientas mejor y la retomaremos. No es necesario que me digas Señor, dejemos la formalidad de lado... Y recuerda que en mí tienes a un amigo en el que puedes confiar. Si necesitas hablar, de lo que sea, aquí estoy _ .
Fluorite me miró con la inocencia y también la tristeza reflejada en sus ojos azules,al mismo tiempo que me dedicaba una sonrisa con las mismas características y estrechaba una de mis manos en un gesto de agradecimiento silencioso.
_De verdad, muchas gracias Shion...y voy a tener en cuenta tu ofrecimiento. Eres un buen amigo_ ,dijo la joven francesa mientras se levantaba de su asiento y se dirigía hacia la salida de mi Templo, mientras contemplaba su femenina y delicada figura alejarse de mí.
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Y llegaste tú (COMPLETA)
FanficNo tengo mucha experiencia en el amor, pero la primera y única vez que me he enamorado, mi corazón sufrió la amargura de no ser correspondido... Ahora, trato de seguir adelante y que los dioses decidan mi destino...