9 años de edad...
LULÚ
Dentro de mi habitación y segundo piso de casa, Bandana suena desde mi reproductor mientras me miro por el gran espejo de cuerpo entero que tiene una de las puertas internas de mi armario.
Llevo puesto una simple camiseta en tono rosa pastel y mis pantalones favoritos que solamente lo uso en ocasiones especiales.
Y no es, porque mañana pero siendo de noche, solo faltan escasas horas para ser mi cumpleaños numero 10.
Mi entusiasmo por más felicidad de que pronto mi edad va a tener dos dígitos, es por lo que aconteció hoy.
Y por ello, vuelvo a correr hacia mi ventana para mirar a través de su cristal por si aparece, ya que no volvió todavía, desde la mañana temprano que se fue.
Hoy, rindió su tesis.
Miro otra vez y lo veo aparecer, cual notarlo da un vuelco mi corazón.
En realidad dos.
Uno por su presencia haciendo que sonría feliz.
Pero también otra y con cierto desconcierto de mi parte.
Al ver que y como siempre, apareciendo en la acera su presencia por la poca caminata que le lleva, ya que su facultad está no muy lejos de casa.
Más bien, lo hace saliendo de un coche que jamás vi y estaciona frente a casa y abre la puerta del acompañante.
No me importa.
Sonriendo más y verificando por última vez mi imagen en el espejo, antes de descender escaleras abajo.
Pero en el proceso, buscando de mi tocador una hoja que dibujé en grande las felicitaciones por su recibimiento lleno de colores.
Voy a su encuentro.
Ya abajo, mi hermanito me ganó de mano en abrir junto con mamá y aunque eso me desinfla, porque quería ser primera, algo me detiene de mi carrera y sin saber el motivo.
Además, en esconder ese pedazo de cartulina que hice con cariño a Clarence.
Lo oculto detrás de mí, donde quedé.
A unos metros de distancia y contra una pared que une la cocina con la sala.
Por notar.
Pesadumbre me colma y no comprendo.
Cuando veo que no está solo.
Junto a Clarence lo acompaña una chica.
Una de su edad y muy bonita.
Y que mis ojos focalizan desde mi escondite.
Que no abandona como suelta, uno de sus brazos que rodea con los suyos y entrelazan a su vez una de sus manos con la de él.
Escucho que mamá lo felicita y a ella también.
Parece que a ambos le fue bien y deduzco por eso, que Clarence y la chica linda son compañeros.
Inclusive mi hermanito lo hace, ganándose palabras bonitas de ella como palmadas sobre su pelo por un Clarence sonriente.
- Lulú... - Escucho mi nombre. - ¿Lulú, no vas a venir a felicitar a Clarence? - La voz de mamá me saca de mi ensoñación y pestañeo consecutivamente.
No me atrevo a caminar.
Siento que me cuesta.
Pero logro hacer unos diminutos pasos y vuelvo a quedar estática sobre el lugar.
- Lo siento... - Mamá se disculpa con ella. - ...es algo tímida con la gente, cuando los ve por primera vez. - Me justifica.
Y aunque, eso tiene en gran parte verdad.
También, que quiero negar y decir que no es así.
Pero mi cuerpo no reacciona por más que quiero.
Sigo congelada.
Y solo con mi cerebro en funcionamiento a lo que no puedo dejar de mirar, con ellos reunidos en la puerta.
Ella y Clarence juntos, como tomados de las manos.
Cosa que al elevar mi vista, me encuentro con la de Clarence mirándome pensativo.
Creo que se dio cuenta de mi aturdimiento, su mirada reflexiva me lo acusa y por eso la desvío de la suya, mirando hacia el televisor y como si el programa que están dando, fuera algo super llamativo e importante.
- Lamento no avisar... - Su voz suena y por el rabillo del ojo como escondiendo más detrás mío mi dibujo de regalo, lo escucho que dice a mamá.
Suelta la mano de la chica, para con un gesto llevar hacia un lado su pelo ondulado y proseguir.
- No te preocupes. - Mamá le dice. - Esperábamos que llegues como a Cristiano, para decidir si pizzas u otra comida al delibery para festejar tu promoción... - Habla. - Pero lo haremos mañana con el cumpleaños de Luz...
Y comprendo.
Capto.
Clarence se justifica y por eso su compañía.
Él solo vino a avisar que no se quedará en casa.
- Diviértete con tus compañeros, cariño... - Continúa, palmeando su hombro a modo aliento y que no se arrepienta, ya que sus ojos y al mirarme nuevamente, parece que vacilan.
Y yo vuelvo a mirar hacia el televisor encendido.
No entiendo por qué, tengo ganas de llorar.
Como tampoco el no poder fijar mi mirada hacia él, pero en cambio sí, huir escaleras arriba y hacia mi habitación.
Creo que me duele que prefiera estar con esa chica y no, con nosotros.
Como de igual manera y fue motivo de mucha charla entre los dos este mes y me prometió.
Y parece que no recuerda.
Cumplir que juntos esperaríamos las doce de la noche mirando las estrellas, para desearme él primero mi feliz cumpleaños.
- Lulú... - Clarence hace unos pasos hacia donde estoy, pero inconscientemente, yo la misma cantidad retrocedo y aferrando más para que no vea mi cartulina a mi espalda.
- Felicidades, Clarence... - Puedo susurrar, mientras hago otro paso hacia atrás.
Y quiere decir algo, pero vuelvo a interrumpir reemplazando una sonrisa en mi rostro por lo que quiere hacer sin mi permiso mis ojos.
Llorar.
- ...disfruta tu festejo... - Es lo último que digo, para luego y despidiéndome hasta de la chica, huir a mi habitación.
ESTÁS LEYENDO
8 Segundos® [COMPLETA] [+16]
RomanceÉl, es un reconocido escritor. Yo, una aspirante. 8 años de tiempo nos separaron y mismo número nos vuelve reunir. Porque, Clarence Montero. Viene por mí...