LULÚ
Las semanas siguientes, sí, como siempre y dije una vez.
Mi vida la del montón.
Pero, sucediendo grandes cosas para lo que es la mía.
Como el comienzo de mi trabajo en la editorial en el escalafón más bajo.
Una novata y algo así, como la secretaria de las secretarias y ayudante en lo que necesite el personal en general en nuestro piso.
Fui presentada a todos por a todos por el mismo director y bajo el saludo como bienvenida de ellos, me mostraron mi lugar de trabajo.
Un box lateral de muchos, vacío a mi espera y solo con lo necesario sobre él, aparte de una computadora propia.
Cuando me permití sentarme, lo sentí como un trono, aunque lejos de ello.
Pero la emoción y tantas expectativas de lo que era trabajar acá, me hacía sentirlo así.
Hasta acaricié la superficie de la misma y mirando con tanto cariño, como si ese poco más de metro cuadrado, fuera una porción de propiedad que ahora era mío, estuviera valuada en oro puro cada gramito en madera con su silla.
Y más.
- Guau... - Se me escapó, mirando hacia la PC con detención y como todo adorno en la mesa de mi box.
Y estiré mi brazo para que mis dedos lo palpen.
Al notar abajo de la pantalla y pese a pequeño por su tamaño, pero no para mis ojos.
Una pegatina de una flor y sonreí más al ver, que en realidad era una rosa roja.
Y afirmé con eso.
Como una buena señal y me acomodé mejor, mirando todo otra vez muy satisfecha, ya sin miedo por ser todo nuevo.
Ya que, eso me confirmaba que acá, esto y ahora, era mi trabajo.
Sí, señor.
Y con esto, otra cosa.
Un siguiente paso muy importante para mí, saliendo del trabajo una tarde y caminando por la zona hasta la parada de mi autobús.
Curiosa y mirando, presté atención a lo que antes jamás se me había pasado por la cabeza.
Los carteles de alquiler de varios edificios, que muchos como en diferentes pisos tenían.
Siendo motivo de análisis de días.
Muchos.
Y cuando me decidí, lo hablé con mis padres.
Yo quería irme a vivir sola.
Ya me sentía adulta y con el respaldo de mi trabajo querido, pasando los meses de prueba y quedando efectiva, había llegado el momento.
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8 Segundos® [COMPLETA] [+16]
RomanceÉl, es un reconocido escritor. Yo, una aspirante. 8 años de tiempo nos separaron y mismo número nos vuelve reunir. Porque, Clarence Montero. Viene por mí...