Saint el hijo menor de los Suppapong, era un joven de veinte años con una rara anomalía pues era un alfa pero su olor, su estructura y su comportamiento eran muy parecidos a los de un omega.El joven observaba desde la ventana de su habitación a otra rareza, el cual lo tenía cautivado.
Zee, el chófer que limpiaba uno de los coches de la familia antes de llevar como todos los días a su padre a las oficinas de su empresa.
Al castaño siempre le había parecido un omega muy guapo y atractivo y aunque este tenía veintitrés años y era un omega, lo veía muy fuerte y decidido y su olor era parecido al de un alfa sin serlo.
El moreno tenía rasgos muy hermosos y varoniles, sus ojos eran muy brillantes, su pelo muy negro y la piel tersa, era todo un adonis con una rareza como la de él.
Ese interés, se había intensificado desde hacía un par de años, en las que Saint había tenido su primer celo, por lo que no dejaba de soñar con el moreno y con su cuerpo.
Muchas noches, el joven alfa se despertaba empapado en sudor mientras su ser gritaba reclamando al chofer, haciendo que se lubricara y temblaba como un débil omega.
Él siempre se había sentido atraído por los omegas, de hecho había salido con un par de ellas y aunque nunca hubo sexo, si las había besado y acariciado pero nunca había sentido el deseo carnal como el que sentía hacia Zee.
Tanto era así que en su último celo ya no pudo disimularlo más y sus padres lo descubrieron, entonces lo llevaron al médico y este le mandó tomar supresores como los omega, ya que su anomalía le permitía quedarse embarazado.
El alfa confesó que ya llevaba tiempo tomándolos pues se los compraba a las omega de su Universidad, alegando que eran para una amiga omega a las que se las regalaba.
Cuando los Suppapong escucharon el diagnóstico de los médicos no lo podían creer y sentían vergüenza pues su único hijo varón y alfa, tenía las mismas deficiencias que un vulgar omega.
Desde ese momento, estos lo mantenían encerrado en su habitación, aún después de que el celo se le hubiese acabado días atrás.
Zee sabía que Saint lo miraba desde la ventana, creía que tenía que ver con su extraño olor, el cual percibió cuando lo llevó en el coche junto con sus padres al hospital, la última vez que habían salido de su encierro.
El chófer pensaba que estaba muy enfermo y le daba verdadera lástima que un alfa tan lindo estuviese prisionero y con la cara tan triste.
Este era el único alfa cuya belleza y olor le resultaban agradables y aunque había intentado indagar todo estaba bajo secreto absoluto.
Incluso le resultó muy sospechoso el día que su jefe le mandó ir a comprar los supresores con urgencia, los cuales supuestamente eran para su mujer, cuando era ella misma siempre quien se los compraba.
El raro alfa no fue a clases, no salió con sus amigos y se la pasaba tirado en la cama escuchando música o mirando internet pero estaba empezando a hartarse pues no dejaba de ser un alfa y no estaba hecho para el encierro.
Sabía que el moreno era un omega muy dominante y fuerte, en los tres años que lleva trabajando en la casa, nunca lo había visto con pareja o indicios de ella, al parecer solo le importaba su trabajo o al menos eso creía él.
Si su padre se llegaba a enterar que se sentía atraído por el chófer seguro lo despediría y eso no podía permitirlo, por eso tenía que ocultar sus sentimientos y mostrar indiferencia
Era algo así como un amor platónico, Saint se sentía como un quinceañero enamorado en secreto de alguien inalcanzable pues creía que Zee jamás se fijaría en él, un alfa débil y enfermizo, poniendo además en riesgo el trabajo y la confianza de sus jefes.
Por fin tras un mes, ese día ya podría salir de nuevo pues al parecer estaba controlado, aunque tendría que seguir medicandose y sus celos serían de omega el resto de su vida.
Después de que el chófer saliese con su padre hacia la empresa, el joven alfa bajó a desayunar ya listo, entonces cogió su moto y se fue a clase.
Sus compañeros alfas estaban confusos, ya que no entendían lo que les pasaba sintiéndose atraídos por el olor de este pues había cambiado y eso le preocupaba mucho pues si sus amigos terminaban por repudiarlo, sería el final de su vida social.
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3. «Pobre Omega Infeliz» -Mewgulf, Zaintsee, Offgun Omegaverse Terminada
FanfictionMew es un alfa solitario que jamás sintió nada más allá de un vil y simple deseo por los omegas, ya que para él eran meros juguetes sexuales. Él creía que solo eran servibles para dar placer y criar a los hijos pero todo empezará a cambiar en una f...