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Mew sintió su sangre hervir caminó  a su casa y por ende tuvo que nuevamente pedir compañía a la agencia de prostitución, la cual le mandó poco después a dos lindos omegas, quiénes se acercaron al excitado alfa para comenzar a llenarlo de caricias y besos por todo el cuerpo, haciéndole gruñir de placer.

De repente el omega hombre cogió el pene de este, el cual estaba muy duro y comenzó a lamerlo y saborearlo, era grande y casi no le cogía en la boca, mientras que la hembra se dejaba acariciar y saborear los pezones, por Charlie.

Después de varias horas de intenso sexo con esos omegas, follandose un par de veces a cada uno, el alfa los echó rápidamente y de malas maneras, ya que estaba aliviado y el olor de estos comenzaba a incomodarle.

Después de calmar su furia, el alfa se dio una larga ducha y después buscó en su enorme vestidor, la ropa y los complementos que llevaría en la noche.

Al final, este se decidió por un traje clásico negro de corte italiano, al igual que los zapatos, al alfa le encantaba la moda italiana pues a su entender, ellos eran los más elegantes.

También eligió una corbata gris con bordados verde claro, la cual resaltaba el verde de sus ojos y un pañuelo de seda muy fino.

Abrió uno de sus cajones de la cómoda y eligió de entre su gran colección, un hermoso y carísimo reloj suizo de oro y diamantes, unos gemelos de oro con sus iniciales grabadas y un sello también de oro y con sus iniciales a juego con los estos.

Les tenía mucho cariño pues habían sido uno de los últimos regalos que le hicieron sus padres antes de morir.

Ya vestido y perfumado, bajó al salón y su ama de llaves le indicó que su chofer ya estaba en la puerta principal, con el coche listo, ya que el alfa siempre que iba a una de fiestas, solía llevarlo, porque siempre bebía y luego no podía conducir de regreso

Mientras iba en la parte trasera del coche, Mew pensaba en el aburrimiento de noche que le esperaba en esa casa, pues seguro que no habría nada que le resultase interesante....¿o quizás si?.

(...)

Todo estaba más que preparado en la casona Suppapong, cada detalle medido y supervisado, la mejor comida, la música cuidadosamente elegida y como no, cada uno de los empleados en sus puestos muy sonrientes y serviciales.

A la hora señalada, los primeros invitados comenzaron a llegar a la gran casona y eran recibidos por Off y Zee, quienes se ocupan de aparcar los coches en la parte trasera, donde habían habilitado un improvisado aparcamiento unos días antes.

Una de las doncella se encargaba de abrirles la puerta y anunciarlos, entonces los dueños y su familia los iban saludando muy agradecidos y sonrientes.

Gulf y las otras dos doncellas se encargarían de servir la cena preparada por Berta y proveerlos de bebidas y algún que otro canapé durante el resto de la velada tras el comienzo del baile.

Saint no tenía ni idea de la intención que llevaban sus padres, así que se extrañó muchísimo cuando su amado padre muy ansioso corrió a presentarlo a los hijos de sus amigos y socios.

Mew llegó y también fue presentado oficialmente al extraño alfa Suppapong, el castaño pudo apreciar que este era muy apuesto y que tenía unos bonitos ojos, a la vez que su olor era fuerte y feroz, aunque le pareció bien, ya que no tenía nada que ver con su amor platónico Zee.

Su padre se lo presentó como un joven y emprendedor empresario, dueño de una gran fortuna que heredó de sus padres tristemente fallecidos y que había aumentado con sus acertados negocios.

Mew por su parte se dio cuenta enseguida de las intenciones de su amigo y lo desesperado que estaba por casar a su hijo, que extrañamente era un alfa pero pudo apreciar un raro y molesto aroma a omega.

Este lo observó detenidamente, ya que además de ese extraño olor, Saint era delicado en apariencia y gestos, le parecía lindo pero no sintió atracción alguna hacia él.

Joong entonces los dejó solos para que juntos fuesen hasta donde estaban los demás invitados sentados en la gran mesa, mientras él fue junto a su esposa para recibir al resto de los asistentes que continuaban llegando.

Cuando por fin estuvieron todos los invitados, Berta supervisó todos los detalles del personal y de la cena y ya todo estuvo listo para servirla.

La doncella de la puerta que se había pasado abriendola a todos los invitados, regresó a la cocina para ayudar a servir.

Entonces la pequeña orquesta que habían contratado para la velada comenzó a tocar una suave melodía, mientras las doncellas y Gulf salieron desfilando muy sonrientes, con las bandejas en sus manos.

Mew estaba hablando de lo más animado con un empresario sentado a su lado, muy conocido de su padre y que le contaba cosas sobre sus negocios juntos de cuando vivía pero de pronto notó un sutil olor que lo capturó y dejó de prestar atención al otro alfa.

Este pensó que se trataba de la comida pero no, el rico aroma se fue intensificando y entonces sintió su boca secarse, sus pupilas se dilataron, un calor extraño recorrió su cuerpo e incluso su pene se puso duro.

Jamás se había calentado solo percibiendo un olor pues para poder excitarse necesitaba ver a los omegas para poder ponerse a tono.

Además ya en la tarde se había follado a dos hasta hartarse, por lo que realmente no entendía que le estaba ocurriendo.

Finalmente vio que el olor provenía de la puerta del gran salón por la que estaban entrando las doncellas omegas en fila, entonces pensó que sería alguna de ellas pero pronto recayó en el último lugar donde iba el delgado y moreno omega.

El alfa clavó su mirada en él pues estaba casi seguro que era el portador de ese exquisito, intentó sobreponerse y esperó a que el muchacho se acercase y así podría confirmarlo.

Gulf había entrado muy contento en el gran salón y aunque el olor de los alfas era intenso pudo distinguir un aroma distinto, el cual le resultó muy agradable pero entonces se sintió extraño por lo que casi se le cae la bandeja que llevaba.

A medida que se fue sirviendo los entrantes, el omega fue llegando a donde estaba sentado Mew y cuando por fin llegó, éste lo confirmó asombrado pues ciertamente aquel debilucho omega era el portador.

También Gulf ubicó al alfa del perturbador aroma y pudo ver que era joven y que actuaba muy nervioso y lo miraba fijamente.

Este sintió una fuerte corriente eléctrica por todo su cuerpo que lo dejó muy debilitado y lo hacía flotar en una nube quedándose embobado durante un buen rato.

Cuando finalmente reaccionó, las demás doncellas ya regresaban a la cocina, así que corrió a colocarse en su lugar de la fila y luego miró atrás dando un rápido vistazo al alfa que también continuaba viéndolo con una expresión extraña en su rostro.

Los invitados entonces comenzaron a comer y felicitar a los anfitriones por tener tan excelente cocinera​ a su servicio y por los lindos omegas que los estaban sirviendo.

3. «Pobre Omega Infeliz» -Mewgulf, Zaintsee, Offgun Omegaverse TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora