°Bakugou Katsuki°

Tattoo

Segunda parte de I Like Boys

Después del vergonzoso momento en el que Mitsuki escucho a su hijo cantar, y se entero de que casualmente salía con los tres chicos que llevó la última vez a su casa.

Pará el Trio que salía con Bakugo casi se le salió el alma al enterarse que tenían que ir a cenar el fin de semana, pero esta vez no como amigos, si no como la pareja de este.

Aunque lo más tierno de todo eso fue cuando el chico explosivo le contó cómo sucedió todo, y a medida que contaba se iba sonrojado y tartamudeando.

Fue una imagen que con mucho aprecio y amor guardaron en el fondo de sus mentes y corazones, no todos los días se ve eso.

Lamentablemente o no, el fin de semana había llegado demasiado rápido, y todos se encontraban ya demasiados nerviosos y estresados.

Cosa que divirtió a muchos de sus compañeros al verlos correr de ahí para allá, cambiándose de ropa cada cinco minutos, peinándose.

Pará cuando dio la hora de irse, ya estaban más pálidos que un papel, al escuchar de Deku como era la madre de su novio, cuando le presentaba una pareja, cabe decir que nadie sabe como sabe eso, algunos sospechan que talvez entre esos dos hubo algo.

Ellos con mucho miedo de ir, tuvieron que ser arrastrados por su compañeros al auto que los esperaban, que resultó ser el mismo Padre de Katsuki.

Si antes estaban pálidos, ahora estaban blanco y sin almas.

Masuro solo quería reír por la reacción de las parejas de su hijo, al igual que Katsuk.

—Bueno chicos ya hemos llegados, pueden bajarse.

Estacionó el auto, y los chicos se bajaron, sin tocar la puerta esta fue abierta por la misma copia de bakugo en versión femenina.

—Buenas tardes chicos, pasen pasen, no se queden ahí parados.

—Buenas tardes Sra Mitsuki— dijeron los tres al mismo tiempo, causando gracia en Mitsuki, y ternura en Bakugo, que puso los ojos en blanco ante el comportamiento de esto.

—Solo llámenme Mitsuki, no soy tan vieja mocosos.— solo se ganó un asentimiento de ellos. — ahora siéntense, la cena ya está servida.

Todos se sentaron, comieron por unos minutos en silencio incómodo, hasta que la madre del pelo ceniza rompió el silencio.

—¿Y?... ¿Usan protección? — la pregunta hizo que los cuatros se ahogaran.

—VIEJA QUE MIERDA.

—Si Sra- digo Mitsuki

—QUE MIERDA SHOTO.

Aquellos hizo que todos rieran y rompieran un poco la tensión que había en el comedor.