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Solo quiero decir una cosa, y es.... que buen despertar estoy teniendo. Creo que nadie va a entender lo que digo, pero trataré de ponerlos en contexto.

Basta con imaginar esta situación, despiertas en una cómoda cama sintiéndote muy descansada, de un muy buen ánimo, y a tu lado, encuentras a un guapo italiano durmiendo de lo más relajado.

Lo admito, dudaba de qué tan buena sería la noche apenas llegamos al departamento que casualmente es suyo. Pero después de la increíble madrugada que pasamos, las dudas se han disipado.

Suspiro, me siento en la cama tirando de una de las sábanas para cubrir mi desnudez. De inmediato me pongo de pie buscando mi teléfono. Estoy segura de que en algún bendito lugar debe estar.

Sonrío cuando lo encuentro tirado en el piso junto a mi blusa. Levanto ambas cosas, busco el resto de mi ropa por toda la habitación. ¿Cómo carajos hicimos tanto desorden?

Antes de que pueda terminar de recoger mis cosas, mi teléfono vibra, es Valentina, de inmediato contesto.

ꟷDime que no te secuestraron, estúpida.

ꟷY tú dime que vendrás por mí. ꟷmusito caminando hacia el que supongo es el baño.ꟷ Pero mira nada más.

ꟷ¿Qué dices?

ꟷCreías que los lujos de tu departamento eran estúpidos, ¿no?

ꟷSi, pero ¿qué tiene que ver eso?

ꟷAmiga, esos lujos se quedan cortos con estos. Este baño es más grande que toda mi habitación.

ꟷ Karol, tu habitación es más grande que toda Suiza. ꟷse ríe.ꟷ ¿En dónde estás?

ꟷSi estás en tu departamento trae ropa limpia, te mando la dirección por mensaje.

Escucho su afirmación, cuelgo y me dispongo a enviarle la dirección fijándome en la hora. Dios mío, a eso le llamo aprovechar tu tiempo en absolutamente nada.

La una de la tarde. Con solo ver la hora comienzo a morirme de hambre.

Luego de enviarle la dirección a Valentina, le envío un mensaje a mamá avisándole que estoy bien y que pasaré el día con Val. Ella responde al instante que disfrute mi sábado, ellos saldrán a cerrar el trato con el orfanato.

Me siento feliz al instante. Desde hace meses mis padres quieren adoptar, y los tres juntos hemos encontrado en Alina esa hermanita menor que yo siempre quise.

Tiene solo cuatro años, y mis padres llevan dos de ellos esperando en la larga lista. La posición económica y el prestigio de mi familia no son una excusa para que el proceso se haya llevado a cabo como la ley dicta.

En esos dos años la he visto solamente dos veces, y la última fue hace mucho, pero muchísimo tiempo. Y ahora que sé que estará en casa por fin, me siento feliz.

Salgo de mi ensoñación cuando la puerta se abre. Sonrío bloqueando el teléfono y dejándolo sobre la encimera de cerámica. Él me devuelve el gesto.

ꟷBuenos días. ꟷmusito ignorando su evidente desnudez.

ꟷBuenos días. ꟷresponde abriendo uno de los cajones.ꟷ Creí que te habías ido ya.

ꟷ¿Dejando toda mi ropa tirada por toda tu habitación? ­ꟷme río.ꟷ Claro que no, de hecho, estaba llamando a mi amiga para que me traiga ropa limpia. Espero que no te moleste que espere aquí.

ꟷPara nada. ꟷsonríe.ꟷ Podemos desayunar mientras esperas.

ꟷMe agrada la idea. ꟷaccedo al instante.ꟷ Y, ¿Te molesta si también tomo una ducha?

Antes De Mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora