Prefacio

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     Desde que era pequeña, o mas bien desde que tengo uso de razon, nunca he creido en el destino. Siempre pensé que era algo abosultamente absurdo, algo estúpido que las personas las personas creían en sus imaginaciones. Ahora que soy una mujer adulta y veo por todo lo que he pasado durante todos estos años, mi opinión ha cambiado mucho.

Mi vida en los últimos años ha cambiado tanto que ni yo misma me lo puedo creer.

Hace ya algunos años era tan solo una chica de pueblo sobrepotegida por sus padres que deseaban que me convirtiera en doctora o política y ahora, soy una mujer adulta que vive su sueño mas anhelado. ser una escritora best seller que ha escrito mas de cinco libros con tanto amor y dedicación.

Pero esto no es lo mejor de todo.

Junto a mi esta el hombre mas marivilloso, cariñoso y dedicado que he conocido. El entro en mi vida como un tornado y la cambio por completo enseñándome lo que es la libertad, el mundo que me rodea y sobre todo, el amor. Este hombre maravilloso me saco de la burbuja de cristal en la que vivía y me enseño el mundo real, por decirlo de esta manera.

Desde que entro en mi vida, me he sentido mas viva que nunca.

Mi relación con Steve nunca fue sencilla. Sobre todo, porque esta empezó cuando solo tenia diecisiete años y el veinticuatro. La diferencia de edad importaba en ese entonces porque era menor de edad y antes esto, tuvimos que enfrentarnos a muchos obstáculos difíciles que muchas parejas tan jóvenes omo lo eramos nosotros no podrían superar.

Pero lo hicimos, vaya que lo hicimos.

Nunca he credio en el destino, pero supungo que las cosas pasan por alguna divina razon. Quizás estaba escrito que Steve y yo nos conociéramos aquella tarde de verano en el viejo arroyo que hace varios años que no veo y que extraño muchísimo.

Se que todo ha cambiado mucho en Nortphields. Mi madre me ha contado que ahora hay muchas mas urbanizaciones y que muchos lugares que recorria de niña ya no existen. Al principio me dolio un poco escuchar esto, pero, asi es la vida. Los cambios vienen todos los días sin poder evitarlo y debes ser lo suficientemente fuerte para afrontralos.

Y vaya si lo sabre yo.

Y aquí estoy yo. Sentada en mi enorme estudio escribiendo las ultimas líneas del ultimo libro de la saga que empece a escribir hace un par de años y que finalmente ha llegado a su fin.

Una lagrima se me resbala por las mejillas.

Joder, no puedo creer que justo ahora este escribiendo las ultimas líneas de esta historia. Muchas emociones se entremesckan entre si. Tristeza porque amo estos personajes con todo mi corazón y por otra parte alivio ya que cerrare este capitulo. ¡Que alivio!

Si hace un par de años alguien me habría dicho que acabaría siendo una escritora best seller exitosa que vive en Londres junto a un hombre como Steve, probablemente le habría dicho lo loco que estaba. Pero aquí estoy, siendo una escritora best seller que vive en Londres junto a Steve y... un miembro mas en la equacion que adoro con toda mi alma.

Un ruido en la puerta me llama la atención y me giro por completo. Sobre el marco esta apoyado el hombre que mas amo.

–¿Lista para ir a la cama? –Me pregunta con las cejas arqueadas y un brillo malicioso en los ojos que conosco muy bien.

Bueno, supongo que ha llegado la hora de decir adiós.

Apago la laptop después de guardar el libro y me dirjo hacia Steve con una mueca divertida en los labios. Me tima de la mano y ambos salimos de mi estudio rumbo a nuestra habitación.

Destino encontradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora