El Miedo De Escogerte (Denki Y Tu)

One-shot Halloween

Técnicamente ya es Halloween!!! Disfruten esta pequeña historia.

La noche ya había caído y nosotras no tardaríamos en salir de fiesta, todas habíamos quedado de ir a una fiesta que ofrecía uno de los bares de la ciudad, era un gran evento por lo que iría mucha gente. Las chicas se veían emocionadas porque sería nuestra primer salida donde estuviéramos todas, se las arreglaron para que Jiro y yo estuviéramos en el mismo lugar sin tratar de matarnos con la mirada.

Uraraka se había disfrazado de bruja al igual que Tsuyu, Mina era una especie de alien, Jiro un vampiro, Momo simulaba ser un caballero medieval y yo tenía un disfraz de pirata con el parche del ojo incluido, cuando todas estuvimos listas emprendimos el camino hacia el bar, y al llegar mi sorpresa fue mayor cuando vi a dos rubios en la entrada, un gato de cabello morado, una momia y un fantasma de cabello rojo.

—Vaya coincidencia— dije apenas nos acercamos a los chicos.

—Mina nos invitó y nos pareció divertido— la momia resultó ser Sero.

Mi vista se posó en el chico de ojos amarillos que iba vestido como un mosquetero, su mirada se encontró con la mía y me sonrió de manera coqueta haciendo que mis piernas temblaran, le guiñe un ojo y Kaminari solto un risa ronca.

—Incluso Bakugo vino, tu disfraz es genial— dijo Tsuyu.

—Ya lo sé inepta— el de ojos rojos chasqueo la lengua. Su disfraz era sencillo pero bien elaborado, sin duda era algo medieval, con el torso descubierto y muchos collares  sin duda robaría miradas.

Kaminari se puso a mi lado y tomó mi mano para reunirnos con todos al interior del bar. La música retumbaba y muchos fantasmas y zombies bailaban de un lado a otro, en el trayecto a nuestra mesa cuando un chico fijaba su mirada en mi Kaminari solo me acercaba más a su cuerpo y depositaba un beso en mi cuello dejando en claro que iba con el, sus besos me hacían soltar algunas risas por las cosquillas que estos provocaban.

—¿Quieres dejar de marcar territorio? No eres un perro ya todos aquí saben que ______ es tu novia— Bakugo reprendió a Kaminari con un gruñido.

El rubio hablo por lo bajo seguramente una contestación hacia su amigo de ojos rojos, puse mis ojos en blanco y fui con las chicas para ayudarles con las bebidas para todos.

La noche transcurría tranquila, los chicos de vez en cuando se acercaban con nosotras a bailar mientras que nosotras apenas salíamos de la pista de baile, Kaminari y yo bailamos unas cuantas canciones lentas y movidas, en todo momento sus manos sujetaban alguna parte de mi cuerpo y me sonreía coqueto, sus mejillas pintadas de rojo por el alcohol lo hacían lucir adorable, sin embargo se fue por el cansancio, me encogi de hombros y volví a bailar con las chicas, Mina y yo golpeabamos las caderas de vez en cuando hasta que me hizo un gesto con la cabeza indicando nuestra mesa.

Lo siguiente que vi me borró la sonrisa de la cara. Una chica disfrazada de enfermera estaba casi sobre Kaminari, al parecer ella no sabia lo que era el espacio personal por más que mi novio daba pasos con las manos alzadas para alejarse de ella. No me moleste en avisarle a Mina que me iría, sino que mis pies ya se movían solos y en un santiamén ya estaba a unos pasos de la mesa escuchando sus insistencias.

—Anda, dame tu numero, guapo, tu novia no se enterará, me gusta ser discreta.

Apreté los puños con fuerza y Kirishima junto con Bakugo se colocaron a ambos lados de mi. Respire unas cuantas veces antes de hablar y sonreí lo más sarcástica posible antes de hablar.

—Lo siento pero no puedo hacerle eso a mi novia, deberías irte que...

Kaminari hablaba demasiado rápido.

—Pero yo no veo aquí a tu novia— por su tono de voz parecía estar sonriendo.

Camine hacia ellos aún con la sonrisa en la cara, y los chicos detrás de mi, jale a Kaminari del brazo y lo moví adentrandome en el campo de visión de la chica, que esta al verme hizo una mueca.

—Hola, mucho gusto, soy la novia y adivina que— dije mirándola jugando con un mechón de mi cabello con una sonrisa amigable pero mis ojos decían todo lo contrario. —No eres tan discreta como piensas...además debes de aprender lo que significa el espacio personal— me coloqué al costado de Kaminari y abracé su brazo con los míos, me pare de puntas y le di un suave beso en la mejilla.

La chica solo gruño y se dio la media vuelta para perderse por donde había venido. Mi novio soltó un suspiro y me tomo de la mano arrastrandome por todo el local hasta detenernos en el callejon de a lado, su agarre era firme pero suave, y sus ojos mostraban decisión.

—Eso ha sido lo más sexy que te he visto hacer desde que comenzamos a salir— acorraló mi cuerpo y puso sus manos a cada lado de mi cabeza.

—Eso si que es triste, crei que te gustaban otras cosas de mi— incliné mi cabeza levemente hacia un lado sonriendo  y  alzando las cejas en una expresión divertida. —¿O será que nunca habían defendido a un mosquetero?

—Jamás una pirata me había defendido, que escándalo será esa noticia— sus ojos miraban fijamente a los míos y se relamio sus labios dejandolos brillosos y apetecibles. Sonrio de forma socarrona cuando mis ojos se desviaron hacia sus labios.

Esta vez sus manos no se colocaron en mi cintura o acunaron mi rostro al momento de besarme sino que permanecieron en su sitio, sus labios se alinearon con los míos en un beso lento, mientras que su cuerpo se pegaba al mío haciéndome sentir su calor traspasando la ropa, su lengua pidió permiso para entrar a mi boca y comenzó a moverse y a explorar, acariciando de vez en cuando mi labio inferior. Nos separamos por la falta de aire.

—Eres una fiera cuando eres celosa, tigre— río un poco para después volverme a besar.

El ritmo del beso aumentaba y el presionaba cada vez más su cuerpo contra el mío en busca del contacto, pronto nos tuvimos que separar por la falta de aire.

—No somos críos de instituto para liarnos en un callejón— reí ante su cara de decepción.

Dio un paso hacia atrás para crear un pequeño espacio entre nosotros que nos permitiera respirar a ambos.

—Creo que justo ahora es momento para decirlo. Nuestro momento es ahora— hablo y sus ojos se fijaron en los míos, no había vacilación, sino que me miraba con sus pupilas dilatadas y un leve sonrojo en sus mejillas. —Te amo.

Escucharlo me sorprendió pero también me derritió de ternura, me lancé hacia el rodeado su cuello con mis manos dejando que mi frente descansara sobre su hombro, justo en ese momento me sentía la mujer más feliz del mundo, al final el ya lo había dicho, nuestro momento es ahora.

—Yo también te amo Denki— dije en su oído para después depositar un beso en su mejilla.

No fue mi mejor historia, incluso creo que puede llegar a ser un poco sosa, perooo lo había prometido y me emocionaba hacer una historia así, en fin, espero y los disfruten.

¡Feliz Halloween! Asusten mucho, pidan dulces, sueñen con Kaminari pero no lo invoquen!!

SA YO NA RA