El Miedo De Escogerte (Denki Y Tu)

⚡13. Idiota⚡

La noche estaba siendo un fiasco total, Bakugo y yo no podíamos disimular el disgusto con un ceño tremendamente fruncido, los demás hablaban y parloteaban sobre las clases y en algún momento de la conversación Kaminari se desapareció y casi de forma instantánea mi teléfono sonó indicando algún mensaje.

Denki⚡
Perdón Tigre, esto no estaba en los planes☹

Sabia que el tenía razón, pero no me molestaría si Jiro no estuviera pululando a su alrededor tratando de llamar su atención. No respondí aquel mensaje, quería serenarme un poco, de todas formas aún podíamos pasar la noche juntos.

—Chicos, Jiro no esta— Mina hablaba bajo y sus ojos brillaban. —Seguro intentara confesarse de nuevo, al parecer han tenido avance con esos trabajos en equipo, además de que van juntos a sus clases.

¿En qué momento se fue? Agh.

—Mina, estudian lo mismo, tiene sentido que vayan juntos— dije poniendo los ojos en blanco.

—Tu no sabes nada sobre romanticismo así que no digas ni pio— la pelirosa me sentenció.

Me puse de pie y me alejé de aquella mesa, en ese momento lo que necesitaba era un abrazo de Kaminari, necesitaba sentir su calor y que me mimara con una mano en mi mejilla, solo de pensarlo una sonrisa brotaba en mi rostro que no duró mucho, una imagen de Jiro atrayendo a Kaminari por  el cuello de su abrigo para rodearlo con sus brazos, el rubio parecía demasiado sorprendido ante aquella reacción y balbuceaba cosas que no lograba entender, sus manos  estaban extendidas evitando tocar a la chica.

—Perdón por interrumpir— dije con una sonrisa forzada. —Solo que están bloqueando la salida.

—Disculpanos— Jiro volvió a tomar del brazo a Kaminari y lo arrastró de nuevo con nuestros amigos, el rubio giró su cabeza hacia mi dirigiendome una última mirada.

Espere en el umbral de la.puerta algunos minutos esperando a que saliera a mi encuentro pero eso no sucedió. El pecho me dolía tanto que pensé que se partiría en dos, el nudo en mi garganta quemaba, pero lo que menos quería era llorar por haberle pedido que mantuviera en secreto lo nuestro. Si yo estuviera en su lugar habría salido de cualquier manera o le hubiera puesto un alto a Jiro, pero claro, yo no era Kaminari. Unos pasos rápidos detrás de mi me hicieron caminar más de prisa, y luego, un agarre en mi muñeca me hizo frenar de golpe.

—No quiero ver tu maldita cara en estos momentos, eres un idiota, ¡EL IDIOTA MAS GRANDE DEL MUNDO!

—Oye mocosa, no soy un idiota, soy el puto amo— la voz ronca de Bakugo me hizo pegar un brinco y alzar mi vista para encontrarme con aquella penetrante mirada.

En ese momento mi esperanza se vino abajo al creer que era Kaminari.

—Lo siento, yo solo... crei que, agh olvídalo— dije retomando mi camino. — Pierdete, quiero estar sola.

Y como era de esperarse de aquel hombre, eso no pasó.

—Estabas esperando a Kaminari— dijo cuando llegó a mi lado, en respuesta chasquee la lengua. —¿Hace cuanto que salen?

—Casi un mes.

—¿Y lo mantienen en secreto?

—¿No es obvio?— dije mirándolo molesta.

—¿Porque?

—Justo por esto mismo, el amor es una mierda— dije alzando los brazos para luego dejarlos caer a mis costados.— ¿No se supone que siempre debo sentir felicidad extrema y mariposas cuando estoy junto a él? No se si siento mariposas, antes estaba segura de que antes las sentia y ahora no estoy segura pero definitivamente siento algo,  se supone que debo de tener la confianza de que esta conmigo porque me quiere o algo parecido, todo es bonito cuando estamos juntos, sin embargo el no parece ponerle un alto a Jiro solo le da largas...no es que sea una experta en el tema del amor  pero incluso si alguien hiciera lo mismo conmigo cortaría todo de raiz... ¿no sé supone que todo esto debe ser feliz? Por eso salimos en secreto, si quedo destrozada nadie sabría, solo estaría lamiendo mis heridas en mi Soledad. Se que es estupido y tal vez pienses que soy una exagera pero duele, tal vez y sea mi culpa el aceptar haber salido con el cuando yo le dije que ni siquiera sabia lo que sentía — ni siquiera supe en que momento comencé a llorar, me lleve ambas manos al rostro tratando de frenar las lágrimas que salían de mis mejillas, justo en ese momento me sentía estupida.