⚡36. Tempestad⚡

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Agradecí que el seguro de vida y de gastos médicos se encargara de todo el funeral, no estaba dispuesta emocionalmente para enfrentarme a mi cruda realidad. Las ojeras en mis ojos de habían profundizado en solo un día, había llorado hasta no poder más. Lloré y grité hasta que mi garganta dolió, pero nada me hacía sentir mejor, ni las palabras de aliento de Kaminari o los abrazos y mimos de Tsuyu y Mina, tenía un vacío en el pecho que me parecía imposible de llenar.

El siguiente día de su muerte se había organizado el funeral, el cielo parecia que se caería en cualquier momento por la fuerte tormenta que se estaba formando y el frío había empezado a filtrarse por las ventanas antes de que la calefacción anulara aquel clima.

La sala estaba casi vacía, solo estaban mis amigos, los padres de Bakugo, habían diferentes flores blancas y en centro de la oscura madera había un ramo de rosas frescas. Aquellas flores desentonaban entre el blancor.

—_____, te buscan a fuera— Kirishima se acercó y toco mi hombro con delicadeza.

Me giré hacia el con extrañeza.

—¿Quien es?— pregunte poniéndome de pie.

—Creo que es mejor que lo veas tu misma.

Con pesar me puse de pie y camine hacia la entrada disculpándome con los padres de Bakugo ya que habíamos dejado una conversación a medias. El repentino aire helado me causó escalofríos por lo que me aferre aún más a mi delgado saco que apenas me cubría. Su sonrisa se extendió por su cara y abrió sus brazos invitandome a entrar en su pecho.

—¿Que haces aquí?— pregunte cruzandome de brazos.

—Oh pequeña, esa no es forma de recibir a tu padre.

Era el colmo que Norman tuviera el descaro de aparecerse como si nada en el funeral de Lancaster. Por el rabillo del ojo vi como Kirishima volvia a la pequeña sala dejándonos solos.

—Además, vengo a dar el pésame a mi ex esposa— hablo encogiéndose de hombros.

—Por favor— suplique con cansancio. —Por favor vete, eres la persona que menos quiero ver en este momento.

—Vamos, tuve que pagar todos los malditos gastos de hospital, y ahora mi seguro tiene que pagar el funeral, lo que menos espero es ser bien recibido aquí— la paciencia y cordialidad empezaban a desaparecer de su voz. —Además, quiero saber si mis flores llegaron con bien.

Norman quería pelea y yo no pensaba dársela, sería una total falta de respeto discutir frente a mi madre. Gire sobre mis talones y con grandes zancadas me acerqué hasta el ataúd para tomar el ramo de rosas sin importar que las espinas se enterraran en la palma de mi mano. Estaba a nada de volver a perder los estribos.

—Toma tus malditas flores y lárgate de aqui— dije lanzanzadole con agresividad el ramo a la cara.

Eso a Norman no le pareció ya que corto la distancia que nos separaba de dos simples pasos.

—No colmes mi paciencia ______ y respetarme que soy tu padre— siseo.

Me revolví bajo sus brazos tratando de liberarme de su agarre que comenzaba a calarme.

—¡Hey idiota! ¡sueltala!— el grito de Bakugo atrajo nuestras miradas.

Y para mi sorpresa, estaban sus padres, kaminari, Mina y Tsuyu en primera fila. Como siempre Norman venía a perturbar la paz que me había esforzado en construir.

—No te metas, niño, esto es entre padre e hija.

—Hey Denki, ¿recuerdas que ______ nos hablara de su padre?— preguntó Bakugo afilando su mirada.

El Miedo De Escogerte (Denki Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora