⚡11. Primer beso⚡

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Hubo un error en el orden de los capítulos, empezó el drama antes de tiempo😅

—Tigre, déjame acompañarte a tu edificio, necesito ayuda con algunas cosas referentes a literatura —Kaminari ni siquiera me dio tiempo de tomar mi mochila ya que se la colgó en un hombro mirandome con una sonrisa

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—Tigre, déjame acompañarte a tu edificio, necesito ayuda con algunas cosas referentes a literatura —Kaminari ni siquiera me dio tiempo de tomar mi mochila ya que se la colgó en un hombro mirandome con una sonrisa.

—¿De donde salió el mote de _____?— preguntó Tsuyu llevandose el dedo índice a la comisura de los labios.

—¿No es obvio? Cuando la conocí siempre me estaba gritando o mirando mal— Kaminari fingió un escalofrío abrazándose para darse calor.

Puse los ojos en blanco antes de sonreír, el rubio tenía razón, y el recuerdo de su presencia fastidiosa acaparó toda mi mente. Me despedí de Tsuyu con un gesto de mano y Kaminari y yo nos dirigimos con paso lento hacia mi edificio, de vez en cuando me acompañaba a clases con alguna excusa tonta o casualmente me lo encontraba merodeando por los pasillos, y antes de llegar a mi edificio se despedía con un beso fugaz en la mejilla y otras raras veces un beso en los labios que me dejaba de buen humor todo el rato.

—Al final conseguí domesticar a este bonito felino— susurró en mi oído haciéndome cosquillas con su aliento.

Le mostré la lengua en respuesta. A veces corríamos con suerte y teníamos los pasillos para nosotros solos y hoy era de esos días, Kaminari rodeó mis hombros con su brazo y recargo su mejilla en mi cabeza, como si fuera un gato frotándose contra mi pierna, podía sentir que sonreía y podía apostar que de forma perezosa.

—Pronto tendremos un evento de música como examen, será abierto al público y...

—Ahí estare— dije sin dejar que terminara la frase, en respuesta el me pegó más hacia el.

—Confio en que si, tengo preparado algo especial— nos detuvimos a unos pocos metros antes de llegar a mi edificio, me tomo por los hombros antes de abrazarme de nuevo. —Les diré a los chicos que estarán invitados, pero es especialmente tu no puedes faltar.

Rompí el abrazo para que viera mi sonrisa, me puse de puntas para depositar un beso en la punta de su nariz. Camine hasta la entrada de mi salón y le di una última mirada con una sonrisa, Kaminari me despidió agitando su mano a la vez que me guiñaba uno de sus preciosos ojos amarillos.

                          ⚡⚡⚡

Después de todo el ajetreo y las tareas acumuladas ambos hicimos planes para comer en su habitación, tiempo atrás había comprado hamburguesas que previamente había dejado en su habitación. Las tardes robadas con aquel rubio valían cada segundo de mi tiempo. Estábamos sentados en el suelo comiendo en silencio con algo de música de fondo, así eran nuestras tardes solo disfrutando de su compañía o de vez en cuando explicándole algunas cosas que no entendiera y el mostrándome alguna que otra canción recostado en mis piernas.

—Oye ______.

—¿Hmmm?— alce mis ojos para verlo mientras masticaba el trozo de hamburguesa.

—Tu me dijiste que antes de salir conmigo no habías salido con nadie más, ¿cierto?— asenti y el sonrió recargando sus brazos en la parte de atrás de su cabeza. —¿Entonces como es que sabes besar?

Su pregunta me había tomado con la guardia baja, no se me ocurrió la posibilidad de que en algún momento se le ocurriera preguntar por eso, sin querer solté una risa y rasque mi nuca, no había una gran historia pero el contarsela de algún modo se sentía como si revelara un secreto de estado.

—Bueno, verás...— carraspee mi garganta al notar mi voz temblorosa —cuando salia de fiesta con Mina había chicos...a veces nos pasábamos de copas... la emoción del momento y con Mina siempre estaremos rodeados de gente en alguna fiesta por lo sociable que es...así que digamos, que así fue como me enseñé— le dediqué una leve risa.

Kaminari me miró con una expresión divertida en el rostro, dejó su comida de lado, tomó mi brazo y me jalo hacia el para colocarme sobre su regazo y estrecharme contra su pecho enterrando su cara en la curva de mi cuello, cuando hablo su voz me produjo cosquillas haciendo que me removiera un poco.

—Me alegra saber que seré tu primero en todo.

Sonrei enternecida aunque no pudiera verme y con una mano libre comencé a acariciar su cabello y con la otra trazaba pequeños círculos con mi dedo índice en su espalda.

—Me alegra que seas tu— dije tomando su cara entre mis manos para depositar un suave besos en sus labios.

Sus manos se colocaron en mi cintura presionandola un poco mientras el tomaba las riendas del beso para hacerlo más profundo, soltó un gruñido cuando mis dientes atraparon su labio inferior jalandolo un poco, volvió a besarme y ahora su lengua había pedido permiso para entrar a mi boca, sus manos viajaron hasta mis caderas pegandome aún más a él, la temperatura había subido considerablemente provocando rápidas respiraciones, y entonces, el sonido dr golpes en su puerta rompió aquella burbuja.

Kaminari hizo un puchero y apenas se separó sonriendo orgulloso por haber puesto el pestillo de la puerta.

—Bro, ¿estás ahí?— la voz de Sero sonó amortiguada.

Me levanté de golpe para esparcir algunos libros entre el piso y la cama, Kaminari por su parte se paso las manos por el rostro y me indicó que me sentará en su cama, tomé mi comida, un libro al azar y me crucé de piernas en una esquina simulando leer.

—Maldita puerta— dijo antes de dar un último vistazo y abrir la puerta para encontrarse que con Sero y Kirishima. — ¡Bro! ¿Tenemos algún plan hoy?

Ambos amigos asomaron su rostro hacia el interior del dormitorio enarcando una ceja al verme dentro, los saludé con mi mano y estos le dedicaron una sonrisa pícara a su amigo rubio.

—No sabíamos que estabas ocupado— se disculpó Kirishima.

—Con razón su puerta tenía seguro—dijo Sero codeando a su amigo levantando ambas cejas con una sonrisa cómplice.

Kaminari comenzaba a ponerse nervioso. Me levanté de la cama cerrando el libro y dejándolo en el escritorio antes de acercarme a la reunión que tenían todos en la puerta.

—Déjalo correr Sero, estábamos estudiando— dije poniendo los ojos en blanco con una sonrisa.

—Ya les había dicho que mi puerta tenía un problema, ya lo he reportado pero no me dan ninguna solución— dijo Kaminari cruzándose de brazos.

—Los dejo con sus cosas de chicos, nos vemos en clases.

Me alejé de ellos antes de que el picor en mis mejillas se volviera un intenso rojo, suspire aliviada cuando di vuelta en el pasillo perdiendo de vista aquella habitación.

Esa misma noche Kaminari se coló en mi habitación, llevaba puesta su pijama que era unos pantalones deportivos y una playera desgastada. La cama se hundió bajo su peso y me moví hacia un costado para que el se recordara a mi lado.

—Creo que que Sero es más idiota que yo— dijo abrazándome por la cintura.

—Ambos son tal para cual— dije girandome hacia el para esconder mi cara en su pecho.

Los parpados comenzaban a pesarme y el aroma de la colonia de Kaminari embriagado mis fosas nasales resultaba un tanto relajante, sumando sus varias que recorrían lo largo de mi espalda me estaba siendo casi imposible mantener mis ojos abiertos.

—Te quiero— dijo con voz suave antes de besar mi coronilla.

—Lo se.

Fue todo lo que dije antes de rendirme ante los tentadores brazos de morfeo.

El Miedo De Escogerte (Denki Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora