⚡38. Dias de lluvia⚡

2.7K 314 148
                                    

Las lluvias de mayo llegaron en un abrir y cerrar de ojos.

—¡Agh! Odio los días de lluvia— se quejó Mina apoyando su cabeza contra la mesa.

—Los días lluviosos son relajantes— comento Tsuyu, fijando su vista en la ventana.

Las tres estábamos sentadas en la barra que dividía la cocina de la sala común, con los libros esparcidos por causa de los deberes. Un trueno acompañado de un relámpago iluminó la sala provocando varios grititos de algunas chicas.

—Creo que es mejor dejarlo por hoy— dije estirando mis brazos sobre mi cabeza.

—¡Me agrada tu idea!— Mina saltó como si fuera un resorte para huir a su habitación.

Tsuyu y yo vimos desaparecer a nuestra amiga entre el pasillo antes de recoger nuestras cosas en silencio. Los días habían mejorado considerablemente, a pesar de las lluvias el sol volvía a sonreír de vez en cuando llenandonos de un agradable calor en el rostro. Tsuyu no tardó en acurrucarse en alguno de los sofás libres con las chicas que ahí se encontraban,  con paciencia y disfrutando de el sonido de la lluvia golpeteando sobre las ventanas esperaba que el microondas tuviera listo mi té, con este tiempo me gustaba salir a disfrutar del olor a tierra húmeda, sintiendo la brisa fresca y las pequeñas gotas que salpicaban mi cara, disfrutando de una taza humeante de té.

Afuera el cielo estaba tan oscuro que parecía ser de noche, el viento estaba calmado y la lluvia parecía que no cesaría en un buen rato. Sujetaba mi taza con ambas manos dando pequeños pasos hasta el límite del edificio donde me impedía el paso una valla, me senté sobre los escalones, recogiendo mis piernas lo suficiente para que mis pies no se mojaran.

—Te vas a resfriar.

—Tranquilo Sherlock, la lluvia no entra a esta parte del edificio— dije con una sonrisa sin apartar la mirada de enfrente.

—¿Porque no entras y vamos a jugar algún videojuego? Escuche que Sero está parloteando sobre sus victorias consecutivas— dijo sentándose a mi lado.

—No gracias, me gustan los días así. Me recuerdan a mi madre.

El té en mis manos se había enfriado de manera muy rápida, dejé la taza de lado  y observé el perfil de mi acompañante, parecía perdido en sus pensamientos.

—¿Sabes?— dijo rompiendo el silencio,  haciendo que me sobresaltara. —Me hubiera gustado conocer a tu madre, ya sabes...

—¿Si no me hubieras engañado?— pregunte completando la frase con una leve risa.

Kaminari se llevó una mano a la nuca antes de apartar la mirada con notable vergüenza.

—Le hubieras agradado— dije simplemente. —Mi madre era así, confiaba en todo el mundo, era tan buena que era fácil de que alguien pudiera traicionarla. Por dios, ¡incluso le agradó a Bakugo!

—Eso... eso es sorprendente— dijo con los ojos muy abiertos.

—Hubieras visto sus conspiraciones en mi contra— dije poniendo los ojos en blanco.

—Yo no hubiera conspirado jamás en contra tuya— dijo muy solemne llevandose la mano al corazón.

Mi puño golpeó su trícep de forma juguetona dejando que una risa escapara de mis labios, Kaminari frotó con una mano donde había recibido el golpe con una mueca falsa de dolor, la tintineante risa del rubio sonó como musica en mis oídos, después de haberla dejado de escuchar tanto tiempo. Deje recargar mi cabeza en su hombro, el no se apartó pero tampoco intento rodearme con alguno de sus brazos, simplemente se quedo ahí, quieto bajo el reconfortante sonido de las gotas caer.

El Miedo De Escogerte (Denki Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora