En mil pedazos

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Narra: Lily.

-Pase-digo adentro de mi habitación.

Mi padre entra con una sonrisa y las manos detrás de su espalda.

-Hola papi-le digo depositando un casto beso en su mejilla.

-Mi princesa. Tengo algo para ti.

Él saca las manos de su ancha espalda y me muestra lo que tiene para mi.

-Mi tobillera-digo con confusión.

Es extraño. Ya que la tobillera solo se da en ocasiones de festejos o logros.

-Pero no es época de fiesta. Tampoco mi cumpleaños ni mucho menos he logrado algo-le recuerdo.

-Pero has recuperado mi confianza. Y eso es lo único que realmente deve importar. ¿No crees?.

Una lágrima sale de mi lágrimal.

-Dile la verdad. Dile toda la verdad-me repite una y otra vez mi sub conciente.

Quería decírselo. Pero simplemente no sabía justamente que palabras usar para decirle algo que él consideraría grave.

-¿Estas bien?.

No tuve cara para responder esa pregunta. Así que solo mele abalance en sima y lo enrrolle en mis brazos.

-Te quiero mucho-digo con sinceridad.

-Y yo a ti. Necesito que me acompañes ha una parte.

Yo me separo de él. Y con una sonrisa asiento.

...............

Los nervios se apoderan de mi, no es la primera vez que vengo a la empresa de mi padre. Pero no estoy muy feliz de estar en este lugar.

-Es por la gran culpa que sientes, por no escucharme. Por estar con un Efron.

Y como las mayorías de las veces, mi conciencia tenía la razón.

La culpa de mentirles a todos tan descaradamente en la cara me está matando. Y eso es por que no es tan fácil.

No es como Horacio que le miente a cualquier chicas con tal de llevársela a la cama. Esto es otra cosa.

Es mi familia. Son personas que realmente me importan y si se enteran de toda la verdad le aria realmente daño.

-Ach.. seme olvido entregarle estos documentos a Filip, ya regresó-me anuncia mi padre.

Yo solo asiento. Mi papá desaparece de mi vista y en ese preciso instante mi celular comienza a sonar. Lo saco del bolsillo trasero de mi pantalón y contestó la llamada.

*Llamada entrante*

-¿Papá te devolvió la tobillera familiar?-escucho la voz de Horacio del otro lado de la línea.

Yo miro mi tobillo.

-Así es.

Miles de lágrimas salen sin ni siquiera preguntar. La culpa se fue apoderando poco a poco de mi, y lo cierto es que solo tenía a gabi y a Horacio para desahogarme.

-Él confía ciegamente en mi-digo con la voz quebrantada.

-Lily. No llores, te lo suplico. Necesito decirte algo muy importante.

Sueño de amor [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora