Nuestro lugar

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Narra: Lily.

-¿Adónde vamos?-le pregunto con una sonrisa.

-Ya lo verás. Es una sorpresa.

Él me toma de los brazos y me hace girar en mis talones. Encontrandome con una canoa.

Él se separa de mi lado y se sube a la canoa.

-¿Le gustaría hacer un viaje en canoa con migo?-me pregunta con una sonrisa.

-No lo hagas. Aún estamos a tiempo de parar toda esta tontería-me repite una y otra vez mi sub conciente.

No. Ya no lo creó conciencia, tengo dos caminos y como tal no e elegido aún cual tomar.

-Seria todo un honor-le digo con una sonrisa.

Él me toma de las caderas y me ayuda a montarme a la canoa.

Yo tomo asiento y él solo se sienta en frente de mi. Mientras que toma un remo y comienza remar en la cristalina agua.

-Espero que te gusten mucho los viajes en canoa-me dice con una sonrisa.

-Ya para todo esto.

-No soy muy fanática de los viajes en canoa-le soy sincera.

-Pensé que ya era momento de tener nuestro lugar.

-¿Nuestro lugar?-pregunto con confusión.

Él solo para de remar y deja el remo dentro de la canoa. Nuestras miradas se conectan de tal manera que sentí como me elevaba de gran manera.

Me sentí tan bien en ese pequeño microsegundo. Que incluso me sentí invencible, quizas le pueda parecer algo muy tonto la verdad. Pero lo cierto es que Zac me daba las ganas de luchar.

De luchar por nuestro amor. Pero a la misma vez me recordaba a diario que el amor de su vida era. "Lila Wade" y no. "Lili Conllins".

De hecho. Él ni siquiera sabía quien era esa chica, y de una cierta forma conocía mucho más a Lila. Ya que yo también aprendí mucho de mi misma.

Y obviamente me refiero con que aprendí mucho de mi misma. Ya que no me conocía para nada.

-Siempre cuanto tenía problemas salía corriendo hasta llegar a mi cabaña en el bosque, sentí que esa cabaña aunque me ayudo mucho. Tambie me trae muchos malos momentos de toda mi vida.

Su vida avia sido muy dura y yo diría que hasta incluso. Muy complicada.

-Una vez una mujer me dijo que siguiera mi corazón.

Él baja su mirada. Es como si estubiese recordando algo que le causa daño.

-Esa mujer muy sabiamente me dijo que algún día encontraria a el amor de mi vida. Esa que me quitaría la respiración y me causaría insomnio por las noches. Esa que me haga sentir que todos los días vivimos en un sueño de amor, jamás crei que la encontraria hasta que te conocí.

Una lágrima escuridisa sale sin previo aviso.

-Desde ese pequeño instante supe que todo estaría bien. Que tu eras la indicada Lila Wade.

Es como si una bomba de tiempo explotara en mi rostro y acabará completamente con migo. Ese simple "Lila Wade" me trajo a lo que viene siendo la verdadera realidad.

-No soy tan perfecta como crees-digo tratando de retener mis lágrimas.

Me hizo sentir tan vulnerable. Sabía que no merecía estar en sus brazos, que él era como un sueño. Un sueño en el que no quería despertar pero que lamentablemente en algún momento tendría que volver a la verdadera realidad.

Él se acerca a mi.

-No necesitas ser perfecta ya que para mi eres perfecta.

Este acaricia con mucha delicadeza mi rostro.

-Ven. Te mostraré algo.

Él castaño me toma de la mano. Posa nuevamente sus manos en mis caderas y me ayuda a salir de la canoa.

Caminamos tomados de las manos hasta llegar a una pequeña cabaña a la orilla de unas rocas.

-Pensé que sería lindo que tu tuvieras tu pequeño lugar de escape. Un pequeño lugar donde refugiarse de todos los problemas-me susurra en el oido.

-¿Uir de ellos?-le pregunto sin poder mirarlo a los ojos.

Sin tener las fuerzas de mirarlo a los ojos.

-No. Sólo escapar un rato de ellos.

Yo me doy la vuelta. Encontrandome con su precioso rostro y sus ojos tan azules como el océano mismo.

-¿Y por que no sólo uir de ellos?-pregunto con una pequeña curiosidad de saber su respuesta.

Su madurez es increíble.

-¿Quien era esa mujer que te dijo todas esas lindas cosas?-pregunto un tanto curiosa.

Él traga saliva. Guarda sus manos en los bolsillos negros de su pantalón.

-Esa mujer era mi madre. Mi verdadera madre.

Su confesión me impresionó. Y mucho.

-Su nombre era Luciana Carvajal. Era una mujer totalmente hermosa, de ojos azules. Cabello tan negro como la noche y una piel suave y tan blanca como la misma nieve.

-¿Y qué sucedió con ella?. ¿Como la encontraste?-pregunto muy curiosa.

-No la encontré. Ella vino a mi, en busca de dinero. Se avia involucrado en un problema serio con drogas y debía mucho dinero a la gente equivocada, ella se acercó a mi asiendome creer que yo en serio le importaba. Cuando su único objetivo era obtener dinero por mi parte para pagar sus deudas, yo descubrí que no avia venido por mi y me enfade. La heche y no le di el privilegio de hablar, una semana después entre en razón y fuy hablar con ella. Lo cierto es que necesitaba respuestas y solo ella me las podría dar, así que cuando fuy ese día a su departamento unos hombres entraron de la nada y le dispararon. Ella callo en mis brazos, estaba débil y con cero posibilidad de sobrevivir. Se disculpó y dijo que me amaba, y después de eso no dijo nada más. Ella solo murió en mis brazos.

En sus ojos se podía ver a lejos la obvia tristeza. Yo me acerco a él.

-¿Te encuentras bien?.

Este sacude su cabeza. Y con una gran sonrisa me responde.

-Por supuesto que lo estoy. Además, aunque suene cruel. Esa mujer nunca significó nada para mi, ella solo volvió de la nada un día. Y así como vino de la nada, así mismo se marchó-me explica.

-Si de algo te sirve yo estoy aqui. Y déjame decirte que yo sí no estoy dispuesta a dejarte ir-le digo con una sonrisa.

Él castaño me toma de las caderas y me pega a él. Yo enrollo mis pálidos brazos en su cuello.

Y juntamos nuestras frentes.

🌠(CORREGIDA)🌠

Sueño de amor [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora