Hasme tuya

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Después de aquella tarde genial Hernaldo nos dijo que era momento de retirarse ya que debía ir a una cita con una chia a las 8 ya eran las 6 pe y pues debía ir a casa y cambiarse de ropa.

Lo acompañamos a la puerta, nos despedimos de el, Hernaldo se había marchado, nos quedamos mi princesa y yo solas, la abrace y nuevamente le pedí perdón por aquel momento tan desagradable que había pasado hoy por culpa de Katherina y su novia.

Ella me dijo que no tenía nada que perdonarme que no había sido mi culpa, me beso y me dijo amor vamos a olvidarnos de ese momento, me dio otro beso pero este beso fue diferente, no se estaba cargado de pasión de deseo de sensualidad de picardía, y por supuesto de amor.

Se acercó suavemente a mi cuello, me empezó a besar mis hormonas pues empezaron a alterarse, se me estaba calentando mi hormonas, beso a beso, caricia tras caricia, Fernanda me susurro al oído.

Fernanda:
Hazme el amor Mia quiero que me hagas tuya una vez ma una y otra vez te deseo quiero sentirte, quiero que me sientas, mi cuerpo clama por tu cuerpo, hazme tu mujer.

En ese momento no se de donde saque fuerzas y me pegue a Fernanda como una sanguijuela y la cargue mientras la besaba ella entrelazo sus piernas a mi cintura no sentía el peso de su cuerpo la lleve a mi habitación, a nuestro refugio, al lugar donde hicimos el amor por primera vez.

La deje caer en la cama y empezó a desnudarla, le quite su blusa, su sujetador, sus botas, sus Jeans, le baje su interiores eran de encaje los olí su olor me enloqueció mas esta atan mojados, ella estaba loca, vibraba de deseo, no quise esperar mas ya no podía esperar mas.

Empece a lamer su entre pierna y con mi dedo empezó a hacer círculos deliciosos en su clitoris ella seré torcía de placer y me regalaba uno y otro gemido eso me invitaba a seguir, no podía para era algo que no podía describir la lujuria se había apoderado de nuestros cuerpos.

Con un dedo la penetre escuche un gemido que me sonó tan delicioso, entraba en ella con mi dedo, primero era uno después dos, después tres ella me pedía mas me decía no pares soy solamente tuya, no dejes de amarme.

Sentía como sus jugos mojaban mi mano, como el placer se apoderaba de su cuerpo era tan delicioso hacerle el amor así de esa manera tan salvaje, pasional y desesperada, me quite mi playera, mi sujetados con una velocidad impresionante mis tenis, mis Jeans, hasta que me solo quede con mi panties.

Me despoje de ellos y me subí encima de ella colocándome en la posición de la tijera, juntando su vagina junto a la mía empezó a moverme tan deliciosamente de una manera loca y desesperada buscando saciar su sed de mi cuerpo buscando saciarme de su cuerpo, quería que me diera el mas rico de todos los orgasmos mientras yo sentía lo mismo.

Sentía como mi cuerpo se metía prácticamente en ella, gemíamos las dos como locas le decía te amo eres mía Fernanda eres mía, cada vez. Me movía mas y mas rápido sentía como mi vagina se mojaba mas y mas y la de ella nuestros fluidos se hicieron unos.

Seguí y seguí poseyéndola haciéndola mi mujer entregándome a esta pasión sentí como mi alma se salía de mi cuerpo y tome sus manos en ese momento sentí como mi cuerpo temblaba junto con el cuerpo de Fer era evidente el momento del climax había llegado llegamos juntas al orgasmo.

Toque El cielo con mis manos junto a mi amada Fernanda, fue simplemente genial, estaba exhausta y empapada de sudor le di un apasionado beso y le dije te amo, ella me miro me regalo una hermosa sonrisa y me dijo álgido te amo tu eres lo mas hermoso que tengo gracias por hacerme tuya.

Después de aquella sesión nos quedamos dormidas felices después de haber hecho el amor una vez mas, cansadas exhaustas había sido un momento inolvidable.

( espero que les guste este capítulo besos espero sus comentarios)

La chica en el BáulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora