2. Dentro de ti- Mewgulf Terminada

Cuatro

El modelo se despertó con el sonido de su móvil, entonces levantó la cabeza de su cómoda almohada y lo buscó en la oscuridad palpando con su mano la mesita del lado de su cama.

—Hey...Casanova—dijo la voz de Off.

—¿Qué pasa idiota?, ¿por qué  demonios me despiertas a esta hora?

—¿Qué tal la noche con ese bombón con el que te fuiste ayer?—preguntó su amigo riendo.

—Venga...déjame en paz que quiero descansar, ¿qué mierda es lo que quieres?, solo es la una de la tarde, ¡olvídame ya!—le regañó este muy molesto.

—Que borde eres... anda, levanta tu culo de la cama perezoso... Apuesto a que se te ha olvidado que hoy tenemos las firmas con las fans, debemos estar en en centro comercial en 30 minutos y tu quedaste en recogernos a Gun y a mi, ¿Recuerdas?.

—¡Mierda!, ¡joder Off!, ¿por qué demonios no me has despertado antes?, ¡enseguida voy!— gritó este levantándose rápidamente de la cama.

Volando se vistió y a continuación cogió sus llaves, además de su reloj y su cartera.

Este salió cómo alma que lleva el diablo de su casa hasta su coche y una vez arrancó el motor, puso rumbo al apartamento de su pareja amiga

Tras recogerlos, este aún resacoso tuvo que escuchar las incesantes bromas de Off y los reproches de Gun.

...—Joder sois insoportables de verás no sé como os aguantais mutuamente...menos mal que estoy solo, tener pareja es insufrible—les dijo ya harto.

El más bajo desde el asiento de atrás rió lo mismo que su novio.

—Eso lo dices ahora pero cuando te enamores de verdad, ay amigo, ahí te veremos—dijo el más alto.

Mew resopló.

—Eso jamás me ocurrirá, yo no estoy hecho para estar en pareja, lo mio es follarme a todos los que pueda y luego morirme joven y guapo.

Cuando al fin llegaron a su destino, los tres chicos se bajaron y a lo lejos divisaron al resto de la pandilla junto con el dueño de la agencia de modelos.

Tay estaba muy serio y sentado en uno de los bancos de la entrada al centro comercial, entonces Mew se le acercó muy sonriente ante la atenta mirada de sus otros amigos.

—Hey, tú no te olvides que me debes dinero,... ah por cierto, tenías razon, Gulf es de lo mejorcito que me he follado...te lo agradezco— dijo riéndose.

—Eres un gilipollas, te odio.

—¿Volverás a verle?—preguntó entonces New muy curioso.

Mew hizo una mueca de desaprobación.

—No, no lo creo... Sabéis que no suelo repetir con el mismo, además a saber cuándo volveremos por ese local...Nunca lo he visto en ninguno de los otros sitios a los que solemos ir, así que aunque es una pena, no creo que me lo vaya a encontrar de nuevo—dijo sonriendo con lascivia.

—Oh venga, nunca se sabe...el amir te li puedes encontrar donde menos te lo esperas—dijo de repente Gun, abrazado a su novio.

—No, ni de coña...gracias pero soy muy feliz soltero— Habló este mofandose de su pareja amiga.

—Eres un gilipollas arrogante—susurró Tay aún molesto.

Su jefe los llamó pues era hora de entrar y tras dictarle unas normas y unas palabras de ánimo, entraron en el edificio para dar lo mejor de sí e intentar llevarse toda la admiración y cariño de sus admiradores.

Los estragos de una noche de alcohol y diversión, hicieron mella en Mew a los pocos minutos por lo que su resistencia no estaba muy presente y tuvo que sudar la gota gorda para poder seguir el ritmo de sus compañeros de profesión.

Finalmente, luego de cuatro largas horas, los chicos pudieron demandar las peticiones de fotos y dedicatorias de sus fans.

Después eso, los muchachos decidieron ir a comer algo a un restaurante que les quedaba de camino, ya que por la tarde, les esperaba una nueva sesión de fotos para una campaña de ropa interior.

En el restaurante, todos pidieron lo que más le apeteció y ante la atenta mirada de los demás comensales, los cinco chicos pasaron de nuevo un buen momento juntos, riéndose y recordando sus hazañas en la firma de fans que acababa de celebrarse.

Lejos de allí, a pesar de su propósito de olvidarse y seguir con su vida, Gulf llevaba muy mal el que el modelo de sus suños lo hubiese usado como polvo de una noche, ya que lo había tenido idealizado durante meses.

El Mew que él admiraba e incluso amaba de forma platónica, creía que nunca haría esa crueldad de usar a alguien y después huir como un cobarde sin despedirse y ni siquiera dejar una nota.

Al ser una persona tan sensible y romántica, el moreno se había formado esa idea del modelo, la cual no se correspondía para nada con lo que había comprobado y eso le hacía estar dolido y furioso a la vez.

Aún así, este esperó durante días por si Mew regresaba por su casa o le dejaba alguna nota en el buzón pero descubrió con gran pesar que no fue así.

Llorando volvió a ojear una y otra vez, todas las revistas y recortes que tenía de este, tenía el alma hecha trizas y también su alegría y autoestima se fueron desquebrajando con el pasar de los días.

—Maldito seas, ¿Cómo has podido hacerme esto?, ¿Cómo has podido jugar con mi pobre corazón?, te odio... te odio.