Capítulo 51: No me dejes

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Altagracia evitó trabajar todo el día en la empresa. Estaba demasiado dañada, demasiado lastimada. Quizás las cosas no habían sido como ella creyó haber visto, pero se había desilusionado tantas veces del amor que ya no sabía que creer o sentir. Se dirigió hasta la oficina de su abogado decidida a hacer todo lo posible para divorciarse de José Luis. Sabía que al llevar tan poco tiempo de casados se le haría muy difícil convencerlo de que les tramitara el divorcio, pero nada que una buena suma de dinero no pudiera resolver.

-Altagracia, que gusto verte por aquí- le dice el abogado al recibirla.

-Gracias Eduardo- toma asiento- La verdad es que es un tema delicado el que vengo a tratar aquí.

-Dime Altagracia, tu sabes que estoy a tu completa disposición- dice cruzando los brazos.

-Bueno, como bien sabrás, me case hace un mes.

-Si, si, claro, muchas felicidades por eso.

-La situación es la siguiente, me quiero divorciar.

-¿Qué?- pone las manos sobre el escritorio- Pero Altagracia, tu sabes que eso es prácticamente imposible. ¿Consumaron el matrimonio?

-¿Qué pregunta es esa?

-Es la única manera que tengo por ahora para divorciarlos.

-Bueno, si, pero tiene que haber otra manera, ¿no?

-Es que Altagracia, es muy poco tiempo el que llevan casados.

-Te pagaré lo que sea, tu pon un monto y lo tienes.

-Ay Altagracia- se toma la cabeza- Está bien pero esto me puede costar mi título.

-Sabes que eso no va a ocurrir trabajando para mí.

-Lo sé, pero mira, de igual manera debes hacer que el firme los papeles. Mañana durante la mañana voy a enviarte los documentos.

-Perfecto- se pone de pie- Una vez más gracias por tu ayuda Eduardo.

-De nada Altagracia. Sabes que puedes contar conmigo.

Ella se retira de la oficina y baja con su leal Matamoros al estacionamiento.

-Doña, ¿Me dirá que ocurre?- le dice mientras bajan por el elevador.

-José Luis me engañó.

-¿Otra vez está con lo mismo? No crea esas cosas Doña...

-Lo ví Matamoros- lo mira- Estaba besandose con esa tipa en su oficina.

-No lo puedo creer...- se toma la cabeza- No creí que el le hiciera eso.

-Pues ya sabes, no hay que confiar mucho en las personas- le sonríe desganadamente.

Cuando salen del elevador, salen hasta el estacionamiento, pero de un momento a otro Altagracia se toma firmemente del brazo de Matamoros.

-Doña, ¿Está bien?- pregunta preocupado.

-Si, es un mareo...- intenta respirar.

-¿Quiere que la lleve a algún médico?

-No, no es necesario, ya estoy bien- le sonríe- Vamos.

Durante el trayecto a la constructora, Altagracia recibe un mensaje de José Luis. Al comienzo se rehusó a leerlo, pero la curiosidad mató al gato como dicen, y decidió leerlo.

Amor, ya contestame el teléfono. Piensa en todo lo que hemos construido juntos. Te prometo que nada es lo que parece. Yo jamás te engañaría.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2020 ⏰

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