Tóxico ©

XV

¿Cómo están?♡ Espero y ustedes y sus familias se encuentren bien💖, abrazooos-Wendy

La mujer lo observaba con disgusto. No había algo que odiara más que aquello que fuera inútil. Inservible.

Y Víctor era un desperdicio.

—¡Al fin despierta el durmiente! —Gritó Ricky frente a él.

—¿Dónde estoy? —Preguntó llevándose una mano a la cabeza. Tenía una fuerte jaqueca, y sentía la garganta seca. Las palabras salían de su boca forzadas.

Ricky sonrió, abriendo las ventanas y cortinas oscuras de la habitación. De inmediato Víctor sintió el olor del mar y la brisa.

—Estás en mi casa—Víctor entrecerró los ojos, no le gustaba sentirse oculto entre las sombras. Y Ricky no le daba confianza—No estoy segura si debí traer tu inútil trasero hasta acá—Sonrió llevándose las manos a la cadera, sólo eran ellos dos en la habitación casi vacía—Debí matarte yo misma.

Víctor miró su única salida, la puerta. Pero algo le decía que no eran solo ellos dos, en donde fuera que estuvieran. Ricky lo había llamado "casa", pero, ¿Los demonios podían tener una?

—La puta supo defenderse.

—No, Víctor—Camino de lado a lado, poniéndolo nervioso, la sonrisa seguía en su rostro—Ella no se defendió, ¿Sabes qué hizo?, ¿Tienes alguna idea en esa cabezota? —Abrió los ojos de par en par, extendiendo los brazos a los lados.

Sacó una cuchilla bastante similar a la que Heros se cargaba todo el tiempo. Ricky no jugaba con él, tan solo fue acercándose lentamente.

—Te diré—Arqueo las cejas—Ella no luchó para defenderse de una porquería como tú... ella peleó por sobrevivir.

Sobrevivencia.

Ricky creía saber mucho sobre ella, y no había otra palabra que odiara más que "Sobrevivir". Quizá fuera porque Ricky sobrevivió la mayor parte de su vida.

Un día, los malos se enfrentaron.

El papá de Ricarda murió a manos del padre de su actual enemigo, Heros. Lo único que le quedaba era su hermano, quien años después vengó la muerte de su padre, acabando con su asesino y la esposa de éste.

Pero la venganza seguía caliente.

Heros asesinó a su hermano.

Entonces, la pequeña Ricarda quedó sola, en un mundo amargo y oscuro.

A diferencia de Heros, Ricarda no siempre fue consciente del negocio de su familia. Hasta la muerte de su padre, ella no sabía nada de la mafia.

La obsesión fue su perdición. La inocencia no pudo salvarla.

No cuando todo lo que quería era ver a la familia Dimitris arder.

Y el único que quedaba era él. Ricarda no se detendría hasta verlo morir ante ella. Que sienta todo lo que ella sintió, presenció y sufrió. Ricarda no se ganó su puesto por ser la hija del ex mafioso líder del sur. Ella sangró por lo que se merecía.

El trono en el infierno le quedaba como anillo al dedo.

Le debía algo a Heros, sí, gracias a él, Ricarda no sentía.

Gracias a él, Ricky estaba vacía.

Ella era imparable.

¿Quién necesita un corazón caliente latiendo en su pecho cuando tienes poder?