Angel Or Devil •Satzu•

•12•

En el infierno

-Señorita Sana- La pelirosada levantó levemente la vista de su libro -Lamento interrumpir su lectura, pero en la puerta hay un ángel que vino a verla- La mayor frunció el ceño al escucharlo.

-Les dije que si era Tzuyu la dejarán entrar- Dejo el libro a un lado y se levantó.

-No es ella- El hombre ladeó ligeramente la cabeza -Solo nos dijo que venía a buscarla.

-Está bien, iré a ver quién es- Soltó un pequeño suspiro y se dispuso a seguir a JB.

(...)

-¿Yeji?- La mayor ladeó ligeramente la cabeza al ver a la castaña en la entrada, esperándola con una caja en manos.

-Buenos días, Sana unnie- Hizo una pequeña reverencia y sonrió suavemente -Tzuyu unnie me pidió que viniera a dejar esto- Extendió la caja -Son algunas plantas medicinales, dijo que servirían para que Chaeyoung unnie se recuperará más rápido.

La pelirosada sintió un pequeño pinchazo en el pecho, Tzuyu no había venido ni siquiera a entregarlo personalmente, de seguro ahora la odiaba y quería evitarla a toda costa.

-Se las daré a Momo para que las preparé- Sonrió suavemente.

-¿Se encuentra bien?- Cuestionó Yeji al notar la sonrisa apagada que le dió la mayor.

-Sí, es solo que...- Soltó un pequeño suspiro -¿Por qué no vino Tzuyu personalmente a dejarlo?

No pudo evitar formular esa pregunta, aunque estaba casi segura de que era por su culpa.

-Tzuyu unnie fue reprendida por haber dejado sin supervisión a los aprendices ayer- La castaña no pudo evitar que un bufido saliera de su boca al recordar cómo el día anterior le habían dado un largo sermón a la pelirroja cuando se dieron cuenta de que no estaba cuidando a los aprendices -Tampoco fue para tanto, ella siempre hace bien su trabajo, los arcángeles a veces son tan pesados- Negó con la cabeza mientras se cruzaba de brazos.

Claramente la respuesta no hizo sentir mejor a Sana, o bueno, tal vez un poco, pero eso no quitaba el hecho de que se sintiera mal por haber metido en problemas a Tzuyu, había sido su culpa que tardará tanto en llegar el día anterior.

-Ya veo.

-Bueno, eso es todo, debo irme- Hizo nuevamente una reverencia -Nos vemos- Se despidió con la mano y salió corriendo.

Sana se quedó mirando la caja por unos segundos para luego soltar un suspiro y dirigirse a buscar a Momo, para que preparara alguna medicina con las plantas.

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Yeji por otro lado, continúo corriendo, Tzuyu le había pedido que volviera lo más rapido que pudiera.

Iba a desplegar sus alas cuando de repente giró la cabeza a un lado, levantando una mano y deteniendo una roca que iba hacia ella, haciendo que detuviera su corrida.

-¿Qué es esto?- Miró con curiosidad la piedra en su mano, era bastante grande, ¿Por qué alguien arrojaría una piedra de ese tamaño?

La castaña no tuvo tiempo de reaccionar cuando entre unos arbustos un enorme lobo salió y se le tiró encima, aprisionandola contra el suelo.

-Maldito animal- Yeji iba a golpearlo para que se le quitará de encima, pero en cuanto se escuchó un silbido, el animal se quitó de encima de ella y salió corriendo en dirección al bosque -¿Qué ha sido eso?- Bufó por lo bajo mientras se levantaba.

-¿Estás bien?- Una chica apareció montada en el lobo mientras sonreía.

-Casi me asfixia- Se quejó mientras miraba a la chica.

-Solo estaba jugando, no exageres- Ryujin se bajó del lomo del lobo y se acercó a la castaña.

-Bonito animal para tener de mascota- Yeji le arrojó de regreso la piedra, claramente con mucha menos fuerza.

-Es la mascota de las princesas, yo solo estoy cuidandolo- La peliazul acarició suavemente el pelaje del animal -¿Qué hace un ángel en el infierno?- Ryujin la miró de arriba a abajo.

-Eso no te interesa demonio- Yeji soltó un suspiro, tardaría más en llegar por ese incidente.

-¡Oye! Te lo he preguntado de buena manera- Ryujin se acercó hasta quedar cara a cara con la castaña, casi.

-Estoy perdiendo tiempo valioso por tu culpa- Yeji sonrió burlona al notar que la peliazul quedaba bastante por debajo de ella, de hecho Ryujin tenía que levantar la cabeza levemente para que pudieran verse directamente a los ojos.

-¿Qué estás pensando?- Ryujin sabía perfectamente que se estaba burlando de su estatura, sin embargo estaba retandola a qué se lo dijera directamente.

-Por lo que veo, los demonios tienen complejo de enano- La peliazul abrió ligeramente la boca al escucharla, no creyó que en verdad se animará a decírselo.

-¿Quieres morir?

-Me encantaría, pero ahora no tengo tiempo, adiós enana- Yeji salió corriendo mientras soltaba una carcajada al ver la expresión en la cara de Ryujin.

-Maldito ángel- La peliazul arrojó la piedra nuevamente en dirección a la castaña pero está logro esquivarla facilmente.

En el cielo

-Has tardado más de lo que pensé- Menciono Tzuyu sin siquiera girarse hacia la castaña.

-Lo siento unnie, ocurrió un pequeño contratiempo cuando venía.

-¿Estás bien?- Está vez si se giró a mirarla.

-Si, no fue nada grave- Tzuyu soltó un pequeño suspiro, lo último que quería ahora era que alguien bajo su cuidado terminará lastimado.

-¿Pudiste hablar con Sana unnie?- Yeji asintió.

-Ella recibió las plantas medicinales que usted mandó- La castaña se pasó una mano por el cabello -Aunque parecía bastante cansada o triste, no lo sé.

Tzuyu la miró de reojo, sabía perfectamente porque estaba así, ella había terminado escapando como una cobarde.

-De seguro estará bien- Regresó su mirada a los ángeles que se encontraban luchando -Ve a entrenar.

-Sí- Yeji asintió con una sonrisa y se unió a los demás.

-Me enteré que te regañaron por haber dejado tu puesto- Una voz más se escuchó desde lo alto de un árbol -¿Ya te arrepientes de haberte convertido en capitana?- Sonrió en grande.

-Por fin regresas, pensé que habías muerto- La chica soltó una pequeña risa.

-Tú siempre tan amigable- La rubia bajo del árbol y se paró a un lado de la pelirroja -Me han contado lo que pasó con Chaeyoung, ¿Cómo está?

-Ayer debió de haber expulsado toda la magia oscura, pero actualmente no se como está.

-¿No has ido a visitarla?

-No tengo con quien dejar a los aprendices y no quiero otro sermón.

-Los arcángeles son unos pesados- La rubia soltó un pequeño suspiro -¿Por qué no vas en la tarde? Ahora debo ir a hacer un informe pero en la tarde puedo cubrir tu puesto.

-¿Estás segura? Acabas de regresar- La miró de reojo esperando una respuesta.

-Ya he descansado lo suficiente- Sonrió en grande.

-Me supuse que te tomarias unas vacaciones mientras estabas lejos- Tzuyu negó suavemente con la cabeza -Pero es bueno tenerte por aquí, serás de mucha ayuda.

-Ahora que estoy aquí puedes contar conmigo, me encargaré de ponerlos en forma a todos- Dirigieron su mirada a los ángeles.

-Cuento contigo, Lisa...

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