Angel Or Devil •Satzu•

•29•

Las suaves manos de Sana se encontraban en el rostro de la pelirroja, dejando suaves caricias en él. Mientras que Tzuyu mantenía sus manos sobre la delgada cintura de la mayor, paseandolas varias veces de arriba hacia abajo.

Era un beso completamente diferente al que habían tenido la primera vez, no se podía sentir ni un poco del deseo que en esa ocasión Sana quería lograr transmitirle, ahora lo único que había era cariño, un inmenso cariño entre las dos.

-Tzuyu- Sana soltó un pequeño suspiro cuando se alejo de la pelirroja, sintiendo segundos después como la menor la envolvía en un reconfortante abrazo -Gracias- Susurró con voz suave, sintiendo como una enorme sonrisa se formaba en su rostro.

-Ummm...- La menor simplemente hizo un pequeño sonido mientras escondía su rostro en el cuello de la pelirosada.

-¿Qué pasa? ¿Hice algo mal?- Preguntó confundida al no recibir respuesta de parte de la menor.

Viendo como Tzuyu negaba suavemente con la cabeza, aún manteniendo su rostro en el cuello de la mayor.

-Te quiero- Murmuró de nuevo la pelirroja mientras levantaba la cabeza y dejaba un pequeño beso en los labios de la mayor.

-A este paso terminaras matándome- Se quejó la mayor mientras hacia un puchero, no podía entender como Tzuyu podía ser tan condenadamente tierna.

-Eso me traería muchos problemas, asi que mejor no lo hagas- Sana soltó una pequeña risa ante el comentario de la menor.

-Está bien- Dejo un pequeño beso en la mejilla de la más alta.

-¿Deberíamos volver?- Ofreció la pelirroja mientras miraba donde supuestamente debían seguir Mina y Chaeyoung.

.-Realmente me gustaría quedarme un poco mas aquí, ¿Por qué no vas tú primero?

-¿Estás segura? Puedo esperarte- Dijo nuevamente la más joven, sin embargo, Sana negó con la cabeza.

-Ve con las demás, estaré bien, regresaré en unos minutos- Sonrió suavemente.

-Está bien, si tu lo quieres así- Tzuyu se encogió de hombros, y dejando un beso en la frente de Sana se marchó de regreso a la playa.

-¡Agh! Voy a morir- En cuánto Sana estuvo segura que la menor se había alejado lo suficiente, esta soltó un grito mientras empezaba a caminar de un lado para otro.

No podía creerlo, en verdad había pasado, Tzuyu la había besado.

-Podría morir en este momento y sería la mujer más feliz del mundo- Dijo al aire, con una enorme sonrisa en su rostro, podía decir que finalmente se sentía plenamente feliz.

-Entonces muere...

Sana se tensó cuando escucho una voz fuerte y grave en su oído, intentó reaccionar rápidamente. Pero cuando se quiso dar cuenta, ya había sido empujada con mucha fuerza, provocando que perdiera el equilibrio y cayera hacia el océano.

La pelirosada levanto la cabeza, notando que él era el mismo chico que la había estado molestando minutos antes, era el quien ahora la había lanzado sin ningún repudio.

No podía sacar sus alas puesto que ningún humano podía enterarse de que ellos existían, por lo que su cuerpo termino chocando de lleno con las fuertes olas que habían a esa hora.

Hizo una pequeña mueca al sentir un fuerte dolor en su brazo, notando que una medusa de mar se había pegado a ella, inyectándole su veneno. El cual rápidamente empezó a hacerle efecto, su cuerpo empezó a entumecerse, impidiéndole de esa manera volver a la superficie. Sintiendo como su cuerpo se hundía cada vez más, y para terminar de rematar se había hecho una pequeña cortada cuando cayó de llego al agua, por lo que pudo ver a lo lejos como un tiburón se acercaba a ella rápidamente.