El repartidor [ShowKi]

pizza veintiocho

Un hilo de moco aguado iba saliendo por uno de los orificios de su nariz, pero lo detuvo sorbiendolo y pasando su mano por el lugar; según él limpiando pero quedando todo el cochino moco regado mientras comía una rebanada de pizza con sabor a lágrimas.

ㅡ No seas cochino, Yoo.

ㅡ Cállakte, ¡ejto ej injufto! ㅡquerelló con la boca llena.

ㅡ ¿¿Injusto?? ¡Yo te diré qué es injusto! ㅡgruñó Minhyuk, mandando a volar la revista de recetas que estaba ojeandoㅡ ¿¿Cómo es que aún adolorido puedes tragar tanto y no subir ni un kilo más?? Y yo acá desayunando té con un mal-di-to pan in-te-¡gral! ㅡa Minhyuk se le estaba metiendo el demonio.

Luego del breve accidente en la oficina, un compañero de área se ofreció a llevarle al médico. Kihyun creyó que no sería nada grave pero la mañana se hizo tarde y aún continuó en el bendito hospital ¡ahora con un nuevo yeso! Sentado en una pequeña sala de esperas en donde llamó a Minhyuk entre frustración y ansiedad para que le hiciera compañía y de paso le trajera dos pizzas familiares con triple queso y pollo. Por supuesto que fueran únicamente de la Pizzería Son.

ㅡ ¡Aahgg! ㅡresongó Ki en respuesta al show de su amigo para después tragarse el último pedazo que masticabaㅡ Qué delicadito andas, ¿no te alcanzó la quincena acaso?

De pronto sus lágrimas de cocodrilo habían cesado y Minhyuk sólo se limitó a echarle una mueca y rodar sus ojos... obvio que no iba a aceptar que en parte sí era eso.

ㅡ Disculpen la interrupción, jóvenes. ㅡllegó diciendo el doctor, entregando la radiografía en donde se mostraba la nueva fractura que se había hecho Kihyun al resbalarzeㅡ Como reciéntemente saliste de un daño en esta pierna, significa que aquel yeso deberás mantenerlo un mes entero. Los primeros días te recomiendo estar en reposo, ¡no vaya a ser que te quedes sin pierna! ㅡdice lo último en un tono inapropiadamente bromista para el gusto de Kihyun, al que una vez más le llegó la frustración.

ㅡ Muy gracioso el señor. ㅡespetó Minhyuk desde detrás con desagrado, el doctor cambiando el gesto en seguida.

Pero Kihyun ahora no tenía mente para enojarse por aquello que dijo el viejo de blanco. Él sólo quería estampar su cabeza contra cualquier superficie tan dura que lo dejara noqueado o en coma mejor aún, porque la idea de estar durante tanto tiempo con un yeso lo asfixiaba con hilo dental.