Parte 14= Reencuentro

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En esa fría habitación, la tanuki miraba por la pequeña ventana que había en ese lugar. El sol ya se había ocultado y solo podía observar el tenue azul del que el cielo se estaba empezando a teñir. Estaba sumida en sus pensamientos que no se percató de la presencia del león entrando a la habitación.

-Michiru ~

-Qué...?

-Ay, que fría... Me ofendes y eso que te traje una blusa nueva.

-No puedo colocarmela porque tengo mis manos atadas...

-Para eso estoy yo ~ Voy a vestirte.

La menor solo baja su cabeza y niega rápidamente mientras apreta sus manos de la rabia. Pero debía estar tranquila si quería escapar de ese loco. Cuándo siente que el león la libera de sus brazos, Michiru alza su cabeza con su mirada decidida y trasforma sus brazos en un par de alas gigantes.

-Qué rayos?! *Asombrado*

La menor alza vuelo, pero aún tenía sus piernas atadas a la silla, así que usa dicho objeto como escudo para empujar al león lejos de ella antes que intente atraparla. Víctor choca contra la pared, pero toma las patas de la silla para sujetar a la tanuki, quien aletea más rápido para alejarse de él.

-Déjame ir!!

-No!! Te quedarás aquí conmigo!!

-No si puedo evitarlo!! Eres un tipo asqueroso!!

-Maldita... No me dejas alternativa...!

El león saca una pistola tranquilizante y le apunta a la menor, pero Michiru notó eso. Víctor dispara y la peliazul aparta la cabeza rápidamente. Apenas recibió un roze en la mejilla, pero el dardo rebotó por todos lados hasta darle en el cuello al león. Víctor cae al suelo quedando poco a poco paralizado y Michiru aterriza lejos de él.

-Idiota...

Cómo si la vida dependiera de ello, la joven tanuki vuelve sus brazos a la normalidad y empieza a desatarse las piernas de la silla. Una vez libre, se coloca la blusa,  le quita las llaves a Víctor y empieza a correr rápidamente hacia la salida. Logra abrir la puerta, pero cae de rodillas al sentir un dolor agudo en el tobillo. Al bajar su mirada, vió que tenía un dardo ella también y maldice al voltear a ver al león, quien sujetaba la pistola tranquilizante.

-Maldito... Seas...

-No te... Irás tan fácil...

Cómo puede, Michiru se levanta y abre la puerta. Luego, alza sus brazos para convertirlos en alas y alejarse de ese lugar lo más pronto posible. En eso, Víctor toma el celular y envía un mensaje lo más rápido que puede antes de perder la conciencia.

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En la alcaldía, Shirou ya le había informado la situación a la Alcaldesa y ésta accede a revisar las grabaciones en la Sala de Seguridad. Los tres, incluida Marie, estaban revisando las grabaciones cerca del estadio, donde es la última vez que estuvo la menor por tierra.

Amigos de ConfíanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora