⚠︎; 30 Days Of Sexual Challenge - [Spartor] - Corrigiendo

Día OO1

Día: O1
Reto: Abrazo

[☁︎] Episodio sano

Los primeros rayos de sol comenzaban a asomarse por la ventana de aquel chico de ojos bicolor quien, con pereza, había abierto los ojos, se incorporó sentándose en su cama analizando todo, recordó que sus amigos se habían ido el día anterior. Dio un bufido al saber que tendría que cocinar para sobrevivir un mes y mantener alimentado al castaño de ojos miel.

Se levantó despacio para después estirar su cuerpo en un intento de alejar todo su cansancio, fue al baño para remojarse la cara y ahuyentar su sueño.

Salió de su habitación dirigiéndose a la cocina revisando lo que había ahí para comer, tuvo una idea al ver lo que habían dejado sus amigos, aun que una salida fácil era el recalentado, aun así, sabía que el menor no comería lo mismo dos días seguidos, era un caprichoso según el reptil. Aun que para ser sinceros, ni a el se le antojaba el recalentado, así que decidió cocinar.

Mientras hacia el desayuno intentaba pensar en las actividades que podría hacer con el menor para no estar aburridos todo el tiempo. Tenía la opción de jugar videojuegos pero no convenía jugarlos todos los días, sería cansado y repetitivo. Suspiro dejando esas ideas centrándose en la comida, al hacerlo, noto que ya estaba por terminar. Saco las últimas piezas de de los típicos "hotcakes" colocándolo con cuidado en su plato y apagó la estufa por ultimo.

Los llevó a la mesa dejando ambos platos ahí, salió de la cocina para ir a buscar a su amigo de cabellera castaña. Al llegar a la habitación, tocó la puerta por si acaso, tenía una mala experiencia con solo entrar de golpe.
Al no recibir respuesta, supuso que estaba dormido, entró a la habitación divisando el cuarto del oji-miel, fue al grano mirando su cama en donde yacía el menor durmiendo plácidamente. Se acercó a la cama sentándose en ella colocando su mano al otro costado del castaño.

— Sparta, despierta .– Murmuró con una suave y dulce voz.

El menor se escondió entre las sábanas para que no lo molestasen, lo que molesto un poco al mayor.

— Cerdo, despierta el desayuno se va a enfriar y no pienso volver a hacer los hotcakes .– Alzó un poco la voz para que el menor lo tomara enserio y despertara.

Lo cual funcionó pues al escuchar "Hotcakes" se levantó lo más rápido que pudo casi saltando de la cama y casi chocando con el mayor aunque se detuvo a tiempo.

— Más te vale que sepan bien, reptil inútil .– El mayor río de ternura al ver al menor recién despertado.

Los cabellos castaños estaban revueltos e incluso un poco enrredados por moverse un poco en la noche, sus ojos estaban algo entre cerrados por acabar de despertar y tenía un hilo de saliva seca saliendo de su boca, nunca lo había visto cuando despertaba.
Sus amigos siempre despertaban primero, incluyendo al castaño, el reptil siempre se despertaba de último por quedarse a altas horas de la noche despierto.