ʟᴀs ᴘʀɪɴᴄᴇsᴀs ɴᴏ ʟʟᴏʀᴀɴ

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Una chica con cabellos rebeldes, oscuros y sueltos, se encontraba sentada en el auditorio de la secundaria abrazándose las piernas en un intento fallido de calmar sus sollozos. Mónica sin querer trago algo de su pelo y tuvo que escupirlo con desgana, obligándose a levantar la vista y ver a quién menos se esperaba frente a ella.

En cambio, Jaeden no se imaginó que Mónica iba a estar llorando en el auditorio pasándose las horas de clase como él.

Él fue quien rompió.

— ¿Que haces aquí?

Nada, sin respuesta.

El rubio teñido suspiró. — ¿Porqué lloras?

De nuevo, sin alguna respuesta.

— Escucha, si no quieres hablar, okey, pero la profesora Smith va a venir para empezar las clases de teatro y si te ven aquí, te sancionarán. –Con esas palabras Jaeden intentó al menos asustar un poco a la chica "Nerd" de la que todos hablaban en la escuela, son embargo, la chica permaneció sentada viéndolo son expresión, dejando salir esas gruesas lágrimas que caían lentamente en el piso de madera del auditorio.

Jaeden ojeo su reloj de muñeca y vio que faltaban unos diez minutos para que la campana sonara y los alumnos de la calle de teatro llegaran con la profesora.

«Solo cinco minutos más. Sino reacciona y se va, dejaré que la encuentren aqui» Se dijo en su mente tomando asiento en el piso sin dejar de verla. Normalmente no era de ayudar a los alumnos, pero su curiosidad por saber algo sobre la chica a la que todos molestaban en la escuela solo por ser una cerebrito y no tener buena vestimenta eran tanta que solo, solo por era vez correría el riesgo. Y no solo era porque nadie la trataba, sino porque en el fondo, uno que nadie sabía que existía, él se sentía atraído hacia ella. Mónica tenía algo que lograba desviar a Jaeden de alguna u otra forma.

— ¿Te lastimaste o golpeaste? ¿Como te sientes? –Le volvió a preguntar buscando su mirada.

Ahí fue cuando no noto que, entre los dedos de Mónica, había una cadena colgando con una foto pequeña de ella y un chico. Jaeden de una vez reconoció al chico como Archie Bennett, uno de los mejores jugadores de fútbol americano de la escuela, y su mejor amigo. Los dos se veían abrazados cariñosamente, o al menos así se veía Mónica, porque Archie estaba más bien venido a la cámara con una sonrisa algo falsa y forzada.

Una conversación de hace unas semanas llegó a él de repente:

— ¡Te lo aseguro, hombre!

— Archie, no te creo. Tú eres la persona menos romántica del mundo y solo te gusta las cosas sin compromiso. Jamás en la vida una chica y tú serían pareja por más de tres semanas. –El Jaeden de unas semanas atrás saludo a algunos alumnos con un puño mientras tomaba de su jugo en el almuerzo.

— Haré que te tragues tus palabras, niño bonito. Ya verás que conseguiré a una chica y será mi novia por un mes. Una apuesta, ¿Te parece? –Archie se sentó frente a él y lo miro con una sonrisa orgullosa.

— Si, si, claro. Pero si no lo logras, tendrás que invitarme el almuerzo dos meses enteros, ¿Va?

— Va.

Y ambos cerraron el acuerdo con un saludo simple de puños.

Si Jaeden tan solo hubiera sabido que la chica con tan mala suerte en la escuela, y un poco tonta a decir verdad, hubiese sido la escogida de Archie, él jamás habría permitido que su mejor amigo hubiera hecho tan cosa. No a ella.

No tuvo que ser adivino para saber qué fue lo que pasó con Mónica.

— Él te dejó, ¿Cierto?

Eso llamó la atención de la castaña oscura, más no dijo nada y se conformó con solo verlo. Si abría la boca, dejaría salir más llanto, y no quería verse aún más estúpida de lo que ya estaba.

Jaeden pensó bien en sus palabras antes de hablar. — Él no te merece, Mónica, es un imbécil de primera. –Nunca le gustó hablar mal de sus amigos, pero en ese punto ya no sabía si podia seguir apoyando a Archie en sus caprichos– Tu eres más valiosa de lo te imaginas, incluso más que el mismísimo diamante más puro en el planeta. Y te lo puedo demostrar. Cree en ti, Mónica. Un chico como Archie no vale para nada la pena; es un idiota, un perro, un imbécil, un... Solo, no creas que eres lo más bajo del mundo ahora solo porque un patán como él decidió dejarte...

— » parte de lo que pasó con él es mi culpa. –Él la miró algo dudoso antes de seguir hablando– Él empezó con lo de la apuesta y yo le seguí en modo de juego, pero nunca creí que lo tomaría en serio, ni siquiera sabía que tú eras su... –Se callo unos instantes buscando las palabras correctas para seguir hablando– Sé que no te debo ninguna explicación porque ni siquiera me conoces, pero solo quiero que sepas que lo lamento y haría cualquier cosa para que no tuvieras que sentir esto que sientes ahora. Lo juro. Por favor... No llores, ya no llores más.

Mónica estaba tan dolida y confundida en ese momento, que no pensó con claridad cuando escaneó con la mirada a Jaeden: Pantalón negros, camisa blanca con chaqueta y botas grandes de cuero. Todo un bad boy, como todos. Eso ya lo sabía bien, que nadie era como parecía, lo vivió con Archie quien le prometió sonrisas y cenas románticas y, sobretodo, alguien en quien confiar, pero claro, todo era tan bueno como para ser cierto. Archie parecía una linda ovejita indefensa, pero no era nada más que un lobo disfrazado de algo gentil listo para devorar y destruir todo lo lindo en el mundo.

Salvo que, ella no era linda para sus propios ojos, pero para los de Jaeden era una jodida joya que aún niña descubría.

Y cuando Jaeden pensó que Mónica no iba a decir nada en absoluto, ella aclaró su garganta para ocultar ese nudo en su garganta.

— ¿Porqué...? –Hipo un poco por el llano– ¿Porqué no quiere que llore? Tú no m-me conoces...

Él se atrevió a elevar una de sus manos y limpiar con delicadeza las lágrimas que cubrían las mejillas de ella, sonriendo leve al sentir la húmeda piel de las mejillas de Mónica. A ella se le empezó a salir el corazón, no sabía que hacer k sentir en ese momento, solo sabía que si él seguía así, su corazón se pararía de un ataque cardíaco. Mantenía sus ojos bien abiertos, con lágrimas entre sus pestañas.

Y con eso, Jaeden le dijo algo que le subió el autoestima un poco.

— Porque las princesas no lloran.

Okey, ahora voy a empezar escribir ya el Os de navidad. Ta'luego! 💕
Los amo.

(editando) | ONE SHOTS ; Jaeden Martell ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora