Capítulo 13: "Tranquila, pequeña"

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- Estoy segura que le encantará - dije dándole la bolsa con un vinilo de James Brown a una chica que iba a regalarle el vinilo a su chico.

- Eso espero - susurró con una sonrisa - Muchas gracias, Michelle.

- De nada - me despedí de ella con la mano antes de dar una vuelta por la tienda colocando algunos discos en su lugar correspondiente.

- Estoy buscando a la chica más guapa del mundo y sé que trabaja aquí.

Me giré al escuchar la voz de Eric, ¿qué hacía aquí de nuevo? Esto era una locura. Sonrió al verme y avanzó hacia a mi para abrazarme:

- ¿Qué tal estás? - me preguntó mirándome directamente a los ojos.

- Genial, ¿y tú? - sonrió al escucharme.

- Muy bien ahora que te veo - susurró acariciando mi mejilla. - ¿Qué tal tu amigo?

- ¿Mi amigo?

- Sí, nena - dijo riendo - al que fuiste a ver ayer por la noche.

Michael...

- ¡Ah! Claro... Está bien - dije nerviosa.

- ¿Tenía algún problema? - negué con la cabeza - Entonces me alegra que todo vaya bien. Y si todo va bien, significa que tendrás la tarde libre antes de la clase de baile y, podremos comer juntos.

- Eric, hoy tampoco va a poder ser, he quedado a comer con él.

Parecía que no estaba de acuerdo cuando vi su cara de decepción al escucharme.

- Michelle, aclárame algo.

- Dime - dije cruzándome de brazos.

- ¿Ese amigo tuyo es algo más o...? - le detuve.

- No es algo más, tranquilo - él asintió sonriendo.

- Entonces, eres una chica libre, ¿verdad?

- Libre sí pero...

- ¿Michelle? - inquirió John entrando en la tienda - ¿Hija, estás aquí?

- Sí, aquí estoy - dije levantando la mano - Hola - le saludé dejando un beso en su mejilla.

- Hola, Eric no sabía que estabas aquí - se dieron la mano - Tengo que hablar contigo sobre un asunto de la tienda.

- ¿Va todo bien? - le pregunté.

- No te preocupes, tranquila. ¿Esta noche podemos hablarlo en mi casa?

- Claro, sí.

- Pues - miró su reloj - puedes cerrar ya si quieres.

El sonido de un claxon nos sobresaltó a los tres, caminé hacia la puerta y vi la limusina de Frank en la puerta.

Si traía la limusina era porque... Me tapé la boca y miré a Eric y a John.

- ¡Anda pero si ha venido Mi...! - le interrumpí.

- Sí ha venido, John - cogí mis cosas y salí abriéndole la puerta a los dos.

- Michelle, creo que tenemos que hablar de muchas cosas - asentí mirando a Eric. - Guárdame un hueco esta semana, por favor.

- Tranquilo, hablaremos - me dio un abrazo y miró la limusina.

- ¿Quién es?

- Mi... Amigo - levantó una ceja.

"Un solo reflejo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora