Capítulo 12 : " Más que preguntas "

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<< - ¿Por qué no gritaste cuando me viste por primera vez? - me preguntó Michael cogiendo una golosina.

- Conozco a muchos famosos - dije balanceando mis piernas que no tocaban el suelo del sofá de la casa de los Jackson.

- Pero, nosotros somos más famosos que otros - dijo ofreciéndome golosinas.

- Lo sé - me quedé mirándole a los ojos y sonreí un poco - Eres muy guapo.

Él rió y tapó su cara con ambas manos.

- No digas eso - me acerqué a él y retiré las manos de su cara, haciendo que él me mirase con timidez. - No me mires así, por favor.

- Eres el más guapo se tus hermanos - susurré mirando sus ojos marrones.

- Michelle... Gracias.

Me arrodillé en el sofá, le acaricié la mejilla y luego dejé un beso en ella.

- Necesito otro - susurró mirándome a los ojos - aquí - dijo señalándo la mejilla opuesta. Le di otro beso y volví a mirarle sintiendo como me ruborizaba. - Aquí - volvió a susurrar señalando su frente. Acerqué mis labios a su frente y le di un beso lento que él disfrutó cerrando los ojos. Cuando iba a separarme de él, Michael colocó sus manos que eran más grandes de lo normal para su edad, a ambos lados de mi cintura. Aferró la tela de mi vestido blanco a sus manos y me acercó un poco más a él.- Queda uno. Uno más.

Yo le sonreí inocente sabiendo donde debía darle el último beso, él se mordió el labio inferior y miró mi boca. Le acaricié la mejilla mientras los dos cerrábamos los ojos al mismo tiempo que nos acercábamos, cuando su nariz chocó con la mía y ambos reímos. Entonces, sus labios rozaron los mios."

Abrí los ojos y sonreí un poco, había soñado con ese día en el que Michael y yo nos dimos nuestro primer beso, cuando yo acababa de cumplir siete años y él once.

Cuando pasó el tiempo y hablábamos de cuando éramos pequeños, Michael me decía que no recordaba aquella noche. Es como sí, nunca hubiésemos vivido aquel instante, como si ese beso jamás hubiese existido.

Me giré y vi que la cama de Michael solo la estaba ocupando yo. ¿Dónde estaba Michael?

Al levantarme, le vi en el balcón de su habitación. Estaba cruzado de brazos mirando la lejanía, me acerqué a él y puse delante de su cuerpo:

- ¿No puedes dormir? - me preguntó.

- Me acabo de despertar - susurré - Y he visto que no estabas.

- No podía dormir y no iba a despertarte - dijo apartando un par de rizos de su frente. - Pero bueno, ¿volvemos a la cama? - asentí y él me rodeó con su brazo para entrar de nuevo a la habitación.

Al tumbarnos, Michael giró para quedar mirando hacia mi lado, me atreví a mirarle y le vi sonriendo con la cabeza pegada al almohada.

- Estabas sonriendo cuando dormias - dijo cerrando los ojos. - ¿Qué soñabas?

- No me acuerdo - dije rápidamente.

- ¿En serio? - inquirió volviendo a mirarme.

- Bueno...

- ¿Por qué me mientes? - dijo riendo. - Vamos, ¿qué has soñado?

- ¿Recuerdas cuándo iba con mi madre a verte a casa? - asintió.- Pues con una noche de esas en las que comíamos golosinas hasta las tantas. - Ambos sonreimos al recordarlo.

- ¿Qué noche exactamente?

- Mm... ¿Tú sabes diferenciarlas? Porque siempre estábamos en el sofá viendo películas de dibujos mientras comíamos golosinas a escondidas - dije apoyándome en mi costado derecho.

&quot;Un solo reflejo&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora