"Un solo reflejo"

Capítulo 5: "La magia de Neverland"

- ¡Girad ahora! - Gritó el profesor colocado en medio de la clase. - Esos brazos, Jeffrey. No van bien... ¡No me hagais perder el tiempo!

Cuando terminó la canción, Eric me soltó y fue a por su botella de agua. Yo hice lo mismo.

- Menos mal que a nosotros no nos ha dicho nada - dijo con una sonrisa.

- Eso es buena señal - comenté soltándome el pelo.

- Michelle

- ¿Si?

- Has estado genial, en serio. - dijo mirándome a los ojos.

Alcé la cara para poder mirarle bien porque era más alto que yo.

- Eres muy amable, tú también has estado muy bien - dije sonriendo.

- En parte es gracias a ti - me acarició el brazo y yo sonreí incómoda.

- Gracias.

Fue lo último que dije antes de volver a mi posición.

- ¡Michelle! - exclamó el profesor. - Colóquese en el centro.

Lo hice algo nerviosa. El profesor se puso delante de mí y sonrió.

- Si esto fuese una empresa, hubiese sido usted elegida como empleada del mes - puse mis manos a mi espalda y le miré - ¿No estará tomando usted otras clases fuera de aquí? - dijo con su tono gracioso.

- Para nada.

- Ha llegado a mis oidos un rumor, bastante enriquecedor si llega a ser cierto - levanté una ceja. - ¿Su madre trabajó con los Jacksons?

- ¿¡QUÉ!? ¿¡ES CIERTO ESO?!... - un montón de gritos por parte de mis compañeros empezaron a inundar la clase.

- ¡Silencio! Chicos por favor, me gustaría que respondiera ella.

- Si, es cierto que mi madre trabaja para la familia Jackson.

- ¿Usted baila con ellos?

- No, no. De hecho no les veo bailar. Solo les vi cuando era pequeña y aún tenían el grupo.

- ¿Les conoce?

- Si.

- ¿Nunca ha bailado para ellos?

- No.

- Solo la estoy preguntando tanto, señorita por si alguna vez quiere traerles a hacer una visita turística por aquí, este es el lugar idóneo. - El profesor soltó aquella frase sonriendo y guiñándome el ojo. - Ahora puede ir a cambiarse. Gracias.

Salí de la clase pensando si había sido buena idea que el profesor soltase que yo conocía a la familia Jackson en mitad de la clase. Claro que no había sido bueno, en cuanto me separé del profesor, todas las chicas me empezaron a hacer preguntas sobre los hermanos, los chicos sobre las hermanas...

No hacía ni media hora que ya era oficial y ya me estaba agobiando.

- ¡Michelle! ¿Vas a casa? - me giré al ver a Eric saliendo corriendo detrás de mi.

- Si - contesté pensando que él era el único que aún no había preguntado nada...

- ¿Qué te parece si te vienes con nosotros a tomar una copa? - negué con la cabeza - Michelle, es viernes. Debes tomarte un respiro.

- No, mejor otra semana. Hoy estoy muy cansada, de verdad. Pero, gracias por invitarme. Pasadlo genial - él solo asintió y dio media vuelta. Yo hice lo mismo.