Dia 2: Rose y la operación reunión de Navidad

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Rose llegó temprano al departamento de policía. El aroma a café y rosquillas que sus colegas se zampaban a primera hora del día le inundó la nariz e hizo que su estómago rugiera un poco.

Caminó saludando a todo mundo con un leve asentimiento y una sonrisa cálida, misma que se le borró cuando llegó a su lugar y se dio cuenta que el escritorio de su compañera Bazine, al lado de ella, estaba vacío.

— ¡Tico! —Rose volteó ante el llamado de su jefa Holdo y se acercó hasta ella que la esperaba en la entrada de su oficina.

— ¿Qué pasó con Bazine? —lanzó algo irritada.

— Se tuvo que ausentar por cuestiones personales —explicó su superior.

— Holdo, si me permite, mi compañera subió una fotografía ayer al instacrait y sé que está vacacionando en...

— Tico —la paró con un ademán—, no es de tu incumbencia lo que esté haciendo.

— ¡Pero tenía investigaciones pendientes! —soltó enojada. Amilyn alzó las cejas en sorpresa.

— ¿Y tú no las tienes?

— Si, pero nada que apremie como las de ella —rebatió.

— Bazine me dijo que sus casos estaban en orden y no tenía nada aplazado.

— A que sí, tiene a cargo la operación reunión de navidad —puntualizó. Aquella investigación se la habían dado a su compañera, que no había logrado gran cosa y Rose estaba molesta por ello, porque desde que había sabido algunos detalles, se sintió emocional con la historia, aunque sabía que eso no estaba bien para una detective como ella.

— ¿Así le llaman ustedes a ese caso? —Preguntó la delgada señora con las puntas del cabello color morado. Rose asintió.

— Jefa, creo que no es posible que en un año la agente Netal no haya podido encontrar a esa mujer. Ella y su hijo deben reunirse en Navidad.

— Bien, te veo muy animada y es 2 de diciembre, tienes veinte y tantos días para que el milagro suceda, así que... encárgate del caso entonces y reúne a esa familia... si es que puedes —le retó.

— Lo hare jefa, ya verá —sonrió emocionada y decidida—. Y por favor considere investigar a Bazine. No se fue a arreglar asuntos personales, se fue a vacacionar, pero se lo dejo a su consideración —puntualizó antes de salir de la oficina.

La muchacha se dirigió hasta el escritorio de su compañera. Hurgó en el cajón donde guardaba las carpetas de sus investigaciones y dio con lo que estaba buscando.

Pasó los ojos por las páginas, encontrándose con la fotografía en blanco y negro que el hijo proporcionó, seguramente cuando acudió a exponer su caso. La observó con detalle: Se trataba de una mujer delgada, muy guapa y con una sonrisa hermosa. Rose dedujo que tenía la piel blanca. Prosiguió leyendo algunas declaraciones del joven que la buscaba y de algunos testigos entrevistados.

Había varias pistas de su paradero por lo que podía leer, pero estaba segura que Bazine se la había pasado jugando con la información.

¿Cómo era posible que después de un año de que se reabriera esa investigación, y cinco anteriores de que hubiera iniciado no dieran con el paradero de esa mujer? ¿Acaso estaba muerta?

La agente Tico se negaba a creer aquello.

Volvió a la página principal para ver la fotografía. Pensó que quizás algo se les estaba escapando, algún detalle importante.

*

Hux se sentó en la banca del parque central de Naboo

El paisaje de las hojas otoñales había cambiado de un día a otro, siendo sustituido por la blanca nieve, acumulada en cada resquicio de la ciudad.

Le gustaba la época, pero echaba de menos sentirse feliz y pleno. Quizás debería sentirse así, porque su novela se había colocado dentro de los Best Sellers en las librerías nada más habían salido a la venta.

Pero el anhelaba otras cosas.

Quería encontrarla y por ello el escritor daba largos paseos por la ciudad... para ver si se la topaba en la calle. A veces pensaba que quizás estaría leyendo en una banca o quizás se la toparía en la fila de la panadería. Hacía miles de escenarios en su mente. Como sea, no podía evitar desear que llegara, llevaba tiempo esperándola, pero nada había pasado.

Pensó con tristeza que a lo mejor el amor no estaba destinado a él. 

Last ChristmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora