Se dice que la vida te da muchas oportunidades. Señales, advertencias y mucho más, antes de que cometas los mayores errores en la vida, pero muchas veces no lo notamos. No sabemos apreciar y ver aquellas pequeñas cosas.
Cada descision influye en lo que pasará ese día y a lo largo de tu vida. Desde como decides vestirte, hasta como vas al trabajo o escuela. Nunca lo notamos, pocos son los afortunados que prestan atención a los gritos de la vida. Yo no soy afortunada. Nunca lo fuí.
—Ningún taxi quiere venir, por la tormenta de nieve—dijo Lidia apenada
Camina a casa, solo sal de aquí...
—Puedes quedarte en mí habitación—ofreció Alinor
—No lo sé...
—Lo siento Scarlett, ningún transporte está funcionando por el momento. La tormenta de nieve esta bloqueando las carreteras.
—De acuerdo—suspiré—. Tengo que avisarle a mi madre.
Llamé a mi madre, pero no contesto. Entonces decidí llamar a casa.
—Diga—era Leigthon
—Soy yo hermano
—¿Qué?—respondió malgeniudo
—No llegaré a casa—le informé
Silencio.
—¿Me oíste?
—Usen condón—colgó antes de que pudiera despocritar algún insulto.
Me giré para ver a Lidia, que esperaba expectante mi respuesta
—¿Todo bien?—preguntó y asentí en forma de afirmación—Okay, iré arreglar la habitación—dijo y se fue
Le tomé el brazo Alinor—¿Puedo ayudarte?
Sonrió y asintió con la mirada perdida. Afiance mí agarre en su brazo, su piel se sentía tibia bajo el tacto de mis fríos dedos. Con cuidado la guíe hasta las escaleras, que subimos exitosamente, ya en el pasillo continuamos nuestro recorrido hasta la penúltima habitación, como me había indicado Alinor hacía unos minutos.
Abrí la puerta y Lidia ya se encontraba acomodando un colchón inflable a lado de la cama de Alinor. Puso almohadas y cobijas.
—Ya está listo—dijo Lidia y de la cama de Alinor tomó una playera blanca grande y unos pantalones de pijama a cuadros—. Toma—me extendió las prendas que estaban entre sus manos—Son de Blake.
Quise negarme a ponerme eso. En este momento no quería nada él, había sido un total imbécil.
¿Y cuándo no?
Cierto, pero ahora estaba molesta.
—Descuida no vamos a decirle—dijo Alinor y se fue al baño guiando su paso con aquel bastón rojo.
—Gracias—sonreí
—Descansa Scarlett, mañana será mejor—dijo Lidia y cerró la puerta detrás de ella.
Me quité toda la ropa y me puse el pijama de Blake, estaba calientita y olía a él, solo que sin ese fuerte olor a tabaco de siempre.
Alinor salió del baño con una pijama que tenía el escudo de una de las casas de Howgarts. Se acercó a la cama y quitó las cobijas para después tumbarse y cubrirse con ellas.
—Buenas noches Scarlett—dijo Alinor que a tientas apagó la lámpara que estaba situada a su lado izquierdo.
—Buenas noches Alinor—respondí mientras yo también me preparaba para poder ir a dormir.
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Lo Que Somos
Novela JuvenilY me destruyó de la manera más maravillosa y aterradora de todas, porque beso mi alma, llevándose las alegrías, las motivaciones y esperanzas. Porque desnudo mí interior, convirtiéndose en una necesidad...tan fácil me arrancó el corazón. Destruyó mí...